Matías Nocioni, el niño santafesino que con su intelecto también sacó campeón a la Argentina
Al igual que sus ídolos de la selección de fútbol, consiguió el primer puesto en una competencia internacional. Con solo doce años, destacó entre alumnos de otros catorce países en las olimpíadas de escuelas primarias. Además, con el equipo nacional ganaron la medalla de plata.
Cuaderno completo. Matías trajo a la redacción del diario los cuadernos con los ejercicios matemáticos que hizo a lo largo del año: "Ya no me queda ninguno por hacer", expresó, con orgullo, apretando su identificación de la competencia. Foto: Pablo Aguirre
Matías Nocioni dejó bien en alto la bandera argentina. Este niño nacido en la ciudad de Santa Fe ganó por segunda vez consecutiva la medalla de oro en las Olimpiadas Internacionales de Matemática para Primaria, donde también consiguieron la medalla de plata en la instancia grupal.
El pequeño de tan solo doce años visitó la redacción de El Litoral para contar la hazaña. Lo hizo acompañado de su mamá, con su mochila a cuestas y una gorra de la selección nacional de fútbol, objetos que llevó a Buenos Aires, hasta donde viajó los primeros de diciembre para competir en el certamen internacional y donde aprovechó para festejar el triunfo del mundial en el Obelisco.
"Este año empecé fútbol en la escuelita del club Macabi. De defensor, porque le hacía falta al equipo", contó contento y todavía con el entusiasmo del Mundial. Aunque su cara se iluminó cuando sacó los cuadernos y empezó a mostrar todos los "calculitos" que fue haciendo a lo largo del año. "Ya no me queda ninguno por hacer", dijo con orgullo, mientras posaba para la foto, pasando hoja por hoja los ejercicios.
Como la competencia fue virtual, los resultados recién los conocieron en Santa Fe. Desde la computadora, con su mamá y su papá, vieron en vivo la ceremonia de premiación. "No me lo esperaba, cuando apareció mi nombre me quedé así", exclamó, boquiabierto y con las manos en los cachetes.
Dos campeones. Matías se puso una remera con la imagen de Lionel Messi el día que tenía que rendir la prueba individual. Crédito: Gentileza.
Si bien ya terminó las clases, también recibió las felicitaciones de sus compañeritos y profes del 6to grado en la escuela Dra. Sara Faisal. "Me pusieron contento los saludos por ganar otro premio", dijo. Es que el alumno Matías Nocioni es muy querido en la institución, ya que ganó varios diplomas con su talento y, además, porque es un muy buen compañero.
Equipo nacional
La obtención del primer puesto fue en la competencia individual, pero también se subieron al podio en la instancia grupal, logrando el segundo puesto con el equipo nacional de 6to grado, que integró junto a sus compañeros Bruno Fiszelew de la escuela Mariano Moreno de provincia de Buenos Aires y Martín Mulet de la escuela Julio Verne de Tierra del Fuego.
Entre los tres, tuvieron que resolver entre los tres una serie de problemas y luego subir las respuestas a una plataforma. La dificultad estuvo en arribar a una única conclusión. "Hubo un ejercicios con el que no sabíamos qué hacer porque nos daba distinto a los tres. Después de hablarlo un rato, llegamos a una respuesta. No estábamos muy convencidos al principio, pero por suerte nos dio bien después", dijo Matías sobre el momento más desconcertante que tuvieron que atravesar.
Un equipo. Los tres estudiantes del seleccionado nacional de 6to grado antes de empezar la prueba grupal. Crédito: Gentileza.
Las Olimpiadas de Matemática de Primaria (Olimpri) tuvieron como anfitrión a Venezuela, pero los concursantes no tuvieron que trasladarse a dicho país ya que la competencia se realizó en modalidad a distancia. Por ello, los representantes argentinos viajaron a Buenos Aires, hasta la sede de la Olimpíada Matemática Argentina (Av. Santa Fe 3312) desde donde compitieron durante dos días con otros chicos de Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, República Dominicana y Uruguay.
Una semana antes de la final de la Olimpri, los alumnos recibieron un entrenamiento especial en Buenos Aires con profesores de la OMA, con ejercicios de pruebas de años anteriores, cuadernillo de prácticas y un simulacro del sistema virtual que iban a tener que utilizar en la final. "Los profes Matías, Flora y Patricia fueron muy buenos. Nos enseñaron otro tipo de problemas y nos dieron para hacer ejercicios con enunciados más complicados", explicó Matías.
Una reflexión por el camino
Para llegar a la competencia internacional, los niños participan de una serie de instancias. Todo comienza en la propia escuela, con los compañeros de curso. Luego sigue la inter escolar, con chicos de otras escuelas de la ciudad. Una vez superada, pueden acceder a la zonal, la provincial y la regional. Dependiendo del promedio, consiguen el pase a la etapa nacional.
Hasta el final logró llegar Matías Nocioni, con mucho esfuerzo y dedicación. El niño explicó cómo vivió cada instancia y los cambios que notó en cada prueba, pasando de una primera más corta con opciones múltiples y respuestas cortas, hasta la última donde se encontró con enunciados más largos que le requirieron mayor concentración.
Los chicos se hicieron amigos y, además de compartir su entusiasmo por las matemáticas, festejaron juntos la victoria de la selección. Crédito: Gentileza.
"En las etapas más avanzadas empiezan los problemas con desarrollo de las respuestas", comentó. Sin embargo, no le tuvo miedo a estas dificultades: "tener que ir escribiendo el proceso me ayudó a entender algunos problemas que me costaban resolver", confesó.
La nacional se realizó de forma presencial a fines de octubre en La Falda, Córdoba. Hasta allí viajaron con su papá, su compañero Genaro Río que también compitió y la vicedirectora de la escuela. Ahí vivió un momento de muchos nervios. "Cuando me dieron la hoja de ejercicios, me agarró una cosa de preguntarme cómo hacer, si estaba leyendo bien y de si me iban a salir", se sinceró Matías.
De todas formas, de ese disgusto le surgió una interesante reflexión que compartió para otros chicos que sufren las Matemáticas: "Muchos dicen que es la materia más difícil y que cuesta un montón hacer cuentas. Mi consejo es que no le tengan miedo. A veces hay que tomarse un tiempito, leer bien lo que dice la consigna y pensar con paciencia. Y si no sale, volver a leer tranquilo el problema o repasar los cálculos que se vienen haciendo, que va a salir".
Amor a los "calculitos"
¿De dónde nace una pasión? En el caso de Matías, del amor a su mamá, Ruth Vainman.
Es que este niño desde muy pequeño profesa su amor por las Matemáticas. Y él mismo es quien señaló su origen: "Me acuerdo que le pedía a mi mamá que me dé calculitos para resolver en el aire", contó el niño sobre su gusto por los números.
Su mamá, contadora de profesión, recordó esas escenas de un todavía más joven Matías: "Yo trabajo desde casa, así que él me veía todo el día haciendo cálculos y me pedía problemitas para hacer conmigo".
En ese mismo camino se embarca ahora, Matías, con unos años más. Con su don para los números, trata de compartir sus conocimientos en clases y ser un buen compañero. "A veces me pasa que como termino una prueba rápido, la seño me dice que ayude a algunos de los chicos con los ejercicios que no les salen. A mí me gusta ayudar, lo intento, aunque no creo que se me entienda más que a la seño", reveló, entre risas.
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