La actualización del presupuesto nacional para cubrir gastos de funcionamiento no solucionó todos los problemas que atraviesan las universidades debido al ajuste y los recortes de fondos. Uno de ellos son los salarios de los docentes y no docentes, que quedaron congelados, por lo que el sector sigue movilizado. En defensa de la universidad pública y en apoyo de sus profesores, el centro de estudiantes de la Facultad de Humanidades y Ciencias (Fhuc) realizó este miércoles una jornada de visibilización de la protesta en Ciudad Universitaria.
"La propuesta del festival en defensa de la educación pública surgió hace unas dos semanas en una asamblea extraordinaria que realizamos desde la conducción del Centro de Estudiantes de Humanidades, donde debatimos las problemáticas en las que nos encontramos como universitarios en este año bastante inusual, que está marcado por el recorte y congelamiento presupuestario", explicó Malena Torres, presidenta del Cefhuc.
La actividad se enmarca en las 72 horas de protesta (martes, miércoles y jueves), sin paros, impulsada por el Frente Sindical Universitario, que componen a nivel nacional los gremios docentes Fedun, Conadu, Conadu Histórica, Fagdut, UDA, Ctera y los no docentes nucleados en Fatun.
Los jóvenes instalaron, de 13 a 18, stands en la explanada de ingreso a la facultad, donde exponían los productos elaborados por los emprendimientos que llevan adelante en paralelo a sus estudios. Pastelería, repostería, escarapelas, bolsas de tejas estampadas, libros con producciones de cuentos, concitaban el interés de los que circulaban por Ciudad Universitaria, mientras se leían documentos, se escuchan charlas o bandas en vivo que aportaban música y movimiento a la jornada fría.
Stands de emprendimientos y bandas en vivo imprimieron calor a una tarde fría. Crédito: Manuel Fabatía
"Quisimos diseñar alguna estrategia para visibilizar las problemáticas, pero que sea a la vez encontrándonos con la alegría que implica la organización estudiantil y con la esperanza de que realmente organizados y en lucha, podamos verdaderamente cambiar las cosas", aportó Torres.
Dificultades del estudiantado
La presidenta del Centro de Estudiantes indicó que los paros de la docencia universitaria no solamente implicó dificultades en el cursado, sino que la política económica nacional "agravó un montón de problemas que teníamos los estudiantes: aumentó el boleto, el comedor, los alquileres para los chicos que vienen del interior".
"Los estudiantes somos una pata de la universidad pero también seguimos luchando por la reivindicación de los salarios de los docentes y de los no docentes -indicó-. Se solucionó parte del reclamo presupuestario, pero claramente la cuestión salarial de los trabajadores no se resolvió y afecta la calidad de la educación".
"Defiendo a la universidad pública porque soy la primera universitaria de mi familia y no quiero ser la última", se leía en la pizarra ubicada en el ingreso a la facultad. Crédito: Manuel Fabatía
Sobre las medidas de fuerza que llevó adelante este año el claustro docente, Torres indicó que en el caso de Humanidades hubo muchas adhesión a las mismas. "Hemos tenido muchos paros acá en esta facultad, pero al mismo tiempo por suerte hay mucha conciencia por parte de los estudiantes. Al ser una facultad principalmente de formación docente e investigación, hay, por un lado, un gran acompañamiento de los estudiantes a las medidas de fuerza. Y por otro, los docentes también nos acompañan brindando clases de apoyo, material extra en las aulas virtuales para que no se pierdan contenidos", dijo la estudiante de la Licenciatura en Biodiversidad, y agregó que "hasta acá no se suspendieron exámenes como pasó otros años".
Venir del interior
Eliana está en 4to año de la Licenciatura en Ciencias Políticas y participó de la protesta con un stand. "Es nuevo mi emprendimiento y esto me sirve para darlo a conocer. Fui a la marcha federal y apoyo los reclamos porque es importante que quede claro que los estudiantes nos organizamos y defendemos la educación universitaria", dijo la joven, que proviene de una localidad de Entre Ríos, y a quien se le ocurrió hacer escarapelas "para ayudar a mis papás con los pasajes y el alquiler, en estos tiempos difíciles".
Malena Torres, presidenta del Centro de Estudiantes de Humanidades. Crédito: Manuel Fabatía
Por su lado, Julia es oriunda de Misiones y empezó a trabajar con una tía en una marca propia de diseño de mallas y lencería. "Se complica la lejanía de la familia, el estar sola, intentando avanzar con la carrera mientras se sostiene un trabajo para aliviar un poco la carga de nuestros padres", destacó.
Cielo, una estudiante de Filosofía, valoró la actividad. "Había necesidad de reunirnos, encontrarnos y defender la universidad; por eso estamos acá", cerró.
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