Nación dio el visto bueno para el reinicio de las clases presenciales
Los ministros de Educación darán el visto bueno a los indicadores sanitarios que este miércoles terminaron de definir los equipos de Salud en una reunión técnica. Se trata de una suerte de “semáforo epidemiológico” que le indicará a cada jurisdicción si, por la situación por la que están atravesando, tienen bajo, mediano o alto riesgo al volver a encuentros educativos presenciales.
Nación dio el visto bueno para el reinicio de las clases presenciales
Jueves 8.10.2020
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Última actualización 1:47
Con esta “guía de análisis” a mano, cada uno de los gobernadores y el jefe de gobierno porteño podrán medir en qué lugar quedan parados. Si el riesgo es alto, obviamente no podrán reabrir las escuelas; si es mediano o bajo, podrán iniciar actividades educativas no escolares; y si es bajo podrán -también- volver a las clases presenciales tradicionales.
A la Ciudad de Buenos Aires el “semáforo” le da mediano y ya tiene todo listo para arrancar la semana que viene. Comenzará con la revinculación de los 6.500 estudiantes que perdieron todo contacto con la escuela, y también con los alumnos que están terminando la primaria y la secundaria. Las actividades escolares presenciales se retomarán en Capital, entonces, el martes, debido a que el lunes es feriado. Desde el Gobierno porteño están esperando que este jueves se active la "luz vede" para empezar ya a convocar a los docentes y a los alumnos para que el martes asistan a la escuela.
En la reunión de este miércoles, entre el Ministerio de Salud nacional y los equipos técnicos de las provincias no participó el ministro Ginés González García. Fuentes oficiales dijeron que se trató de una reunión eminentemente técnica y en la que se terminaron de definir las líneas principales del “semáforo epidemiológico”. Según contaron se trata de una combinación entre criterios sanitarios -niveles de transmisión del virus en el distrito; la razón de los casos nuevos de las últimas dos semanas con respecto a las dos semanas anteriores; y el porcentaje de camas de terapia intensiva ocupadas- con aspectos que hacen a la realidad de las escuelas, como la situación de la infraestructura escolar, la densidad de población y la capacidad de respuesta de las escuelas ante posibles contagios.
A la decisión de este jueves se llega tras una semana de idas y vueltas con la cuestión educativa. Todo comenzó el lunes cuando, a la presión creciente de muchas familias que sienten que la situación no da para más, se le sumaron las declaraciones del diputado Sergio Massa, quien -anticipándose a una decisión que se veía venir- “primereó” y salió a decir que es necesario que vuelvan a clases los alumnos que terminan la primaria y la secundaria. Hasta ese momento, sólo la Ciudad de Buenos Aires había intentado una revinculación educativa de los estudiantes del último año de la secundaria, una intención chocó contra el rechazo de Nación. De los chicos de primaria no había más que un consenso en que había que “priorizarlos”, aunque nunca se había avanzado más que en las palabras.
Tras las declaraciones de Massa, el que salió a hablar fue el ministro de Educación nacional Nicolás Trotta y dijo que, al día siguiente -el martes-, en una reunión entre ministros de Educación del país, “van a haber novedades”. En ese contexto, estas nuevas declaraciones no hicieron más que agigantar las expectativas de las familias en todo el país. El ministro parece no haber calibrado bien, porque cuando llegó a la reunión del martes se encontró con muchos ministros con cara larga, sobre todo los de aquellas provincias que están pasando por el peor momento de la pandemia.
El zoom entre ministros se transformó así en casi cuatro largas horas de catarsis. Ministros del interior plantearon que cuando ellos tenían pocos casos tuvieron que cerrar las escuelas porque crecían los contagios en Capital y el AMBA; y ahora que los casos suben en el interior la política nacional le genera expectativas a la gente, en sus provincias, que les resulta difícil cumplir. “Ahora los que quedamos mal somos nosotros ante nuestra gente. No puede ser que siempre nos manejen con la agenda del AMBA”, expresaron.
La voz que más se escuchó fue la de Córdoba, provincia que aún no pudo cerrar la paritaria con los docentes. Desde Corrientes plantearon que les falta recursos para invertir en las escuelas. Y muchos otros se quejaron por los protocolos del jardín de infantes, porque en sus provincias forma parte del área de Desarrollo Social. Tierra del Fuego es otra de las provincias que no quiere abrir las puertas de las escuelas, por más que el “semáforo” se lo habilite.