El especialista Daniel Brailovsky reflexiona con El Litoral sobre algunas claves para pensar el nivel inicial, su importancia y los desafíos pos pandemia. Es maestro jardinero, doctor en Educación y autor de libros como "Pedagogía del nivel inicial: mirar el mundo desde el jardín" (2020), "Didáctica del nivel inicial en clave pedagógica" (2016), "El juego y la clase" (2011), entre otros.
- ¿Cuál es la importancia del jardín de infantes en la primera infancia?
- Decir que el jardín de infantes es importante, equivale a decir que la escuela es importante. Conduce a una respuesta parecida a la de la pregunta por la escuela. Simplemente, porque el jardín es escuela. Aunque durante mucho tiempo se habló del "preescolar"; esa denominación ha caído afortunadamente en desuso, pues se reconoce al nivel inicial como una de las etapas de la escolaridad. Así, el jardín es importante porque permite a las niñas y los niños durante su primera infancia experiencias de conocimiento del mundo diferentes de las que reciben en su hogar.
Estas experiencias complementan la crianza familiar y, en muchos casos, la enriquecen, abriendo a la mirada de los niños, universos poco frecuentes en la vida cotidiana puertas adentro de las casas. El jardín regala a las niñas y los niños un tiempo para el encuentro, el juego, las preguntas y las conversaciones. A mí me gusta decir que todo este esfuerzo por desplegar experiencias interesantes durante el tiempo escolar, se sintetiza en la idea de "dar a balbucear las lenguas del mundo".
- Si tuviera que sintetizar las características más importantes de este nivel ¿Cuáles serían?
- Algo que distingue al nivel inicial de los demás niveles de enseñanza es que se trata de un espacio educativo joven, nacido bajo la luz de los ideales del movimiento de la llamada "escuela nueva". Allí donde la escolaridad primaria se dirime entre posiciones más tradicionalistas y otras que se autoproclaman superadoras, el nivel inicial ha sido desde el principio un laboratorio pedagógico de avanzada. El ícono de la escolaridad primaria por excelencia ha sido Sarmiento.
En el jardín, en cambio, los referentes son Montessori, Fröebel, es decir, educadores y educadoras que buscaron mirar desde la perspectiva infantil. Esto no significa, por supuesto, que no existan debates y discusiones dentro de las distintas corrientes del nivel inicial. Pero hay algunas proclamas más o menos indiscutidas que han estado allí desde el comienzo, como la importancia de la expresión, la centralidad de la perspectiva infantil, el lugar otorgado al cuerpo, al arte, a la literatura, entre otras.
- Las infancias son las que más sufrieron con la pandemia ¿Cuál es su evaluación de esa cuestión?
- Las maestras jardineras (de ambos sexos) extrañaron más que nadie la presencialidad pues, aunque hicieron enormes esfuerzos, desarrollaron proyectos creativos e ingeniosos para llegar a los niños de diversas maneras, cada una de las exigencias de los protocolos sanitarios, desmentía y contradecía los principios pedagógicos del nivel. El nivel inicial dice "cuerpo y cercanía", y el protocolo decía "virtualidad y distanciamiento". El nivel inicial dice "exploración, experiencia sensorial, encuentro", y el protocolo decía "nada de objetos, cara tapada y actividades individuales". Por eso, el regreso a los jardines de cuerpo presente nos ha hecho encontrarnos con infancias golpeadas por la experiencia del aislamiento, la hiperpresencia de las pantallas, el efecto de la convivencia extendida con el grupo familiar extenuado, pero ha resultado un enorme alivio, un verdadero regreso a la esencia de la educación infantil.
- Las maestras jardineras dicen que los chicos volvieron en la pos pandemia más sensibles, algunos con retrocesos en lo adquirido ¿Qué sugerencias puede hacer sobre cómo trabajar en este año de presencialidad plena?
- Si tuviera que señalar uno de los aspectos en los que este regreso nos invita a repensar algo de la tarea docente en el nivel inicial, señalaría el uso pedagógico de los recursos tecnológicos. Antes de la pandemia las pantallas eran vistas como grandes oportunidades, y a la vez como grandes peligros. Mientras los pediatras decían "¡No expongan a los niños a las pantallas!", los diseños curriculares las presentaban como nuevas alfabetizaciones digitales y lenguajes del futuro y los filósofos decían que las nuevas infancias "eran" tecnológicas. Yo creo que, tras la pandemia, esta verdadera bofetada de realidad vino a poner las cosas en su lugar. Ya nadie cree que las tecnologías mejoren siempre ni automáticamente la enseñanza…y en el nivel inicial, mucho menos.
- Un mensaje final que quiera darle a los jardines que este 28 de mayo celebran su día.
-¿Qué decir? Que desplieguen esa mirada amorosa hacia el mundo que en los jardines se atesora, que sepan que en cada objeto que llevan a la sala hay una historia para leer, que den a disfrutar ese tiempo bellamente inútil que los jardines fabrican y que jueguen mucho. ¡Feliz día!