Mauro L. Muñoz
El reformulado plan sale de la órbita del Anses y pasa al Ministerio de Educación de la Nación.
Mauro L. Muñoz
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El presidente Mauricio Macri anunció, a mitad de semana, una nueva estrategia con respecto al Progresar. El Programa de Respaldo a Estudiantes de Argentina (Progresar) pasará a llamarse Becas Progresar y aglutinará todos los demás beneficios educativos como Pronafe, Becas Centenario y el Plan Nacional de Becas Universitarias, entre otros. “Es la primera vez que en la Argentina existe una línea de becas tan amplia como la que presentamos”, destacó Macri en la presentación.
Según lo anunciado, la beca pasará a tener una mirada más educativa, mayor seguimiento de los estudiantes y un presupuesto de 10.000 millones de pesos en este primer año. “Responsabilidad académica” fue el concepto clave que utilizó el director nacional de Desarrollo Universitario y Voluntariado, Pablo Domenichini, entrevistado por El Litoral.
Entre sus pormenores, el programa conlleva la transferencia directa desde la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) a la cartera educativa nacional. “Es un programa único e integral de becas educativas, que administrará el Ministerio de Educación, a través del acompañamiento educativo para que los jóvenes puedan terminar sus estudios de educación obligatoria, primaria y secundario; luego iniciar sus estudios de educación superior y graduarse”, definió Domenichini.
En parte, estas decisiones se argumentan en vías de direccionar la demanda de estudios avanzados hacia carreras que potencien el desarrollo productivo de cada región. Aunque también se plantea en vistas de allanar el camino trazado para el proyecto Secundaria 2030, que fuera firmado a fines del año pasado por los ministros de todas las provincias -a excepción de Chaco-, y que tiene por objetivos el trabajo por proyectos, modificar el sistema de calificaciones y la inclusión de prácticas educativas reguladas dentro de la comunidad.
¿Cuánto y para quiénes?
Con respecto a las novedades, un cambio sustancial se da en la edad para los adjudicatarios. Domenichini explicó que “hasta ahora se mantenía una edad de 18 a 24 años para todas las líneas de becas, mientras que ahora vamos a extender la edad hasta los 30 años, para estudios de nivel avanzado, ya que muchos de los jóvenes culminan sus estudios en una edad posterior y queremos acompañarlos en ese sueño”.
Por otro lado, la beca excluye “a los jóvenes cuando la suma de sus ingresos y los de su grupo familiar sea superior a tres salarios mínimos vitales y móviles -$ 9.500-”, según se puede verificar en el decreto 90/2018, oficializado el miércoles 31. Además, se establece que “el monto a pagar a los beneficiarios consistirá en una suma de dinero determinada no contributiva y mensual”, aunque aclara que “no podrá superar las diez cuotas mensuales”.
Hasta el año pasado, Progresar hacía 12 pagos de $ 900 mensuales, mientras que de ahora en más, las becas se pagarán sólo durante los 10 meses que se dicten clases. A su vez serán elevadas de $ 1.250 -un aumento del 15,7%- para estudiantes de primaria, secundaria y cursos de formación profesional; y de entre $ 1.600 y $ 2.300 para los de educación terciaria y universitaria, con topes que aumentan hasta $ 2.600 para carreras terciarias estratégicas y hasta $ 4.900 para carreras universitarias estratégicas.
Si bien cabe destacar el aumento de base para todas las líneas -congeladas desde 2015-, se destaca una mayor inversión para “carreras determinantes”, que configuran un elemento clave para el desarrollo estratégico del país. Las carreras estratégicas serán aquellas titulaciones comprendidas bajo las ciencias básicas o ciencias aplicadas. Allí estarán comprendidas las ingenierías, informática, física, química, entre otras.
Al respecto, el funcionario nacional aclaró que las implicadas “serán carreras que tengan ‘área de vacancia’ y otras que sirvan para el desarrollo integral de cada región”, que se definirán de acuerdo a las que se evalúe necesario incentivar.
La coordinación territorial se hará por medio de “equipos de enlace que trabajarán con las universidades locales para los avanzados -UNL, UTN, UNR- y una coordinación continua con el ministerio provincial para transmitir datos sobre primaria y secundaria”. El plan configura alrededor del 10% de todos los recursos que van a las universidades estatales.
“Poner en valor el mérito y el esfuerzo”
Si nos atenemos a la definición de “beca” que otorga el diccionario de la Real Academia Española (“subvención para realizar estudios”) puede que encontremos una huella del nuevo camino, que pretende construir el gobierno, en materia educativa. La rebautización del Progresar, que implica este lavado de cara, trae consigo algunas nuevas exigencias.
Así lo dejó en claro el ministro Finocchiaro en el acto de presentación, donde habló de “poner en valor el mérito y el esfuerzo, entendido no sólo como capacidad sino también como la vocación de sacrificio”.
Según el nuevo esquema, habrá “estímulos positivos” para el avance en la carrera hacia la culminación de estudios. En todos los niveles educativos deberán acreditarse ciertos requisitos y serán beneficiados quienes superen determinados escalafones. A modo de ejemplo, si un alumno aprueba todas las materias establecidas de la currícula, recibirá un monto; pero si además lo hace con un promedio mayor a 8, tendrá una distinción al año siguiente, que se traducirá en un monto anualizado de lo cobrado.
Además, para mantener la beca, habrá que contar con el 50 por ciento de las materias aprobadas que correspondan a las materias cursadas y acreditar regularidad anual.
En este punto se dio el reparo más grande desde los sectores de la oposición. El Plan Progresar, creado en 2014, tenía un monto unificado que equiparaba las condiciones para todos los estudiantes, sin considerar las situaciones particulares. Aunque cabe aclarar que, según los últimos datos obtenidos en 2016, de 200 mil alumnos universitarios que accedían al beneficio, 106 mil no cumplían con el único requisito para renovar: ser alumno regular, es decir, acreditar dos materias por año. De ellos, unos 100 mil no habían dado ni una sola materia.
Consultado sobre el fantasma de “favorecer la meritocracia”, que circula en los entornos de la oposición, Domenichini argumentó que el Programa “tiene una mirada puesta en el mérito académico, pero no entendido como aquellos jóvenes que tienen un promedio más alto o mayor capacidad, sino como parte del esfuerzo personal y la superación”.
“Debe haber una responsabilidad académica para mantener la beca y nosotros la entendemos en base al esfuerzo y al avance. Esto no significa apoyo a quienes mejor les va, sino a aquellos que tengan la convicción de que quieren estudiar”, esgrimió.
Regiones
Las áreas que delimitarán el país, en búsqueda de lo que “necesita el país” y favorecer el estudio de carreras estratégicas, se dividirán en 5 (NOA, NEA, Cuyo, Sur y Centro). La región “Centro” estará conformada por Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba.
En nuestra provincia los mencionados estudios prioritarios y que percibirán mayores montos serán: Procesos productivos, diseño y construcciones; Producción alimentaria y salud animal; Servicios turísticos, hoteleros y gastronómicos; Tecnología de la información y la comunicación.
Inscripción
La fecha para el inicio de clases fue establecida para el 5 de marzo, según lo acordado en el Consejo Federal de Educación, con la firma de Santa Fe. En vistas de ello, se deberá tener en cuenta que, debido al traspaso desde Anses al Ministerio de Educación y la unificación de todos los beneficios en la Beca Progresar, hay que realizar una nueva inscripción que tendrá lugar desde esta semana (comenzó el 1º de febrero, aunque la página estuvo colapsada en muchos momentos) hasta el 31 de marzo.
Todos aquellos que cumplan con los requisitos solicitados en los anteriores planes, a lo largo del año, no tendrán inconvenientes en percibir el pago a lo largo de 2018, viéndose actualizado el monto desde mayo.
Por otro lado, quienes se adapten a los requisitos actuales que demanda el Progresar 2018, a partir de mayo comenzarán a recibir en sus haberes los montos que corresponden a los “estímulos positivos” por afrontar las mayores exigencias.
En el caso de quienes no logren demostrar que están asistiendo a la escuela o, para estudios avanzados, tener dos materias aprobadas en la universidad, recibirán el pago hasta abril de este año y, luego, se les dará de baja.