La unión hace la fuerza, y más aún cuando se trata de defender la universidad pública. Siguiendo esa premisa, los rectores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), Enrique Mammarella, y de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Franco Bartolacci, se encontraron este martes por la tarde en la ciudad de Santa Fe para brindar una charla y manifestar su preocupación por la política presupuestaria nacional, aún tras el anuncio del aumento de fondos para todas las casas de nivel superior.
"No queremos mendigar lo que nos corresponde", fue el pronunciamiento conjunto ante los medios santafesinos, en una conferencia de prensa que ofrecieron en la sede del Rectorado. Posteriormente, participaron de la jornada "Diálogo reformista: reflexiones sobre el presente de las universidades argentinas", en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNL.
Ambos rectores fueron prudentes con relación a la promesa hecha ese mismo día por el vocero presidencial Manuel Adorni de un incremento del 270% de las partidas para gastos de funcionamiento destinadas a todas las universidades del país. Fue luego de las críticas que despertó la aprobación de más fondos únicamente para la Universidad de Buenos Aires (UBA) la semana pasada.
"Es un anuncio; ahora vamos a esperar que se concrete -dijo cauteloso Mammarella-. Claramente el mismo vocero dejó condicionado ese anuncio, con lo cual no es contundente. Esperamos que realmente eso dé lugar a que se concrete, así como otros puntos que están dentro de la agenda que tenemos con Educación". Y añadió que, de llegar efectivamente los fondos, eso resolvería parte del problema que son los gastos de funcionamiento, pero no el tema salarial de docentes y no docentes, tampoco el de las becas de los estudiantes, ni el de la obra pública, ni los problemas en ciencia y tecnología.
"Nosotros tenemos una larga tradición de trabajo colaborativo y, además, la Universidad de Rosario es hija de la Universidad del Litoral", dijo el rector Bartolacci, quién estuvo en la UNL este martes. Crédito: Manuel Fabatía
Bartolacci, en tanto, adujo que la decisión anunciada por el vocero presidencial no hace más que reconocer lo que los rectores venían diciendo desde enero de este año acerca de la "magnitud" del problema. "Es un despropósito la decisión de la semana pasada de atender solamente el reclamo de la UBA, desconociendo que hay otras 60 universidades a lo largo y a lo ancho del país que representamos el 85% de los más de 2 millones de estudiantes que tiene la Argentina. En un país que se reivindica federal, pero que después en la práctica de federal no tiene absolutamente nada, necesitamos un acto que sea del mismo tenor que la respuesta que tuvo la Universidad de Buenos Aires", consideró.
Además, en su opinión "hubo una intencionalidad en la decisión de actualizar los fondos sólo de la UBA para buscar dividir el sistema universitario nacional".
Señaló que este "principio de solución" que plantea el Gobierno nacional con el otorgamiento de más fondos, tiene que confirmarse con un acto administrativo. "Ojalá podamos, resuelto este tema, destinar energías y hacer lo que tenemos que hacer en nuestras universidades. No queremos estar como estamos desde enero mendigando lo que nos corresponde y lo que la ley nos asigna. Queremos estar haciendo lo que hay que hacer, que es gestionar bien para que la universidad cumpla su misión", espetó el rector de la UNR.
Migración, becas y dificultades
Consultado sobre cuál es la situación de la Universidad Nacional de Rosario en relación a su alumnado, Bartolacci dijo que "siempre que hay una crisis económica, esta impacta en la posibilidad de estudiar en las universidades, más en las nuestras, que reciben a muchos estudiantes que no son de la ciudad".
Aún así, el rector informó que la matrícula de ingreso a la UNR este año creció un 25% "como nunca antes entre un año y otro". Y destacó que esto se debe "en parte a las nuevas carreras que pusimos en marcha y en parte, a que hay un desplazamiento de estudiantes que estaban cursando en la universidad privada y que, por la situación económica y los altos costos de la carrera, migraron a la universidad pública".
Como contrapartida a ese fenómeno, "tenemos el impacto de la crisis económica en la universidad y hemos multiplicado todos los dispositivos internos que tenemos para acompañar. Por eso también estamos reclamando la activación de los programas nacionales de asistencia y becas. No hemos tenido actualización de las becas nacionales y ya llevamos casi dos meses de cursado y todavía no están asignados los beneficiarios", reclamó el rector de la UNR.
Ante la consulta de cómo hace la UNL para seguir funcionando, Mammarella respondió: "Es muy difícil porque venimos en parte con ahorros, otra parte con el propio producido y una parte menor, con lo que es el presupuesto universitario. Hoy estamos en una relación muy escasa del aporte del Tesoro Nacional al funcionamiento de la universidad y eso se empieza a ver en el mantenimiento, en la actualización tecnológica del reequipamiento, en los insumos que no se logran conseguir. Realmente, siguiendo en este camino, nos van a poner en riesgo".
La marcha del 23, un punto de inflexión
Mammarella también se refirió a la marcha nacional universitaria, a un mes de llevarse a cabo en todo el país. "Sin dudas esta muestra de acompañamiento de la sociedad, ha servido para mostrar lo que representa la educación pública como valor en nuestro país, como potencial de movilidad social y esto ha llamado sin dudas la atención del Gobierno. Porque muchas veces por ahí pareciera que las universidades sólo se dedican a formar profesionales o que nuestra problemática es poder abrir un aula. Y las universidades somos mucho más que eso: es ciencia, tecnología, extensión, cultura, territorio".
Al respecto, Bartolacci aportó que la sociedad "ponderó" a la universidad en esa masiva movilización. "La sociedad suele ser mucho más inteligente que su dirigencia. Y la sociedad argentina dijo el 23 de abril, incluso mucha gente que puede coincidir con la línea del presidente, que a la educación pública y a la ciencia hay que cuidarlas", subrayó.
"Se preguntaba si ayudó la marcha, y creo que ayudó todo: la marcha, la decisión de anticipar la Comisión conjunta de Presupuesto y Educación, la voz que levantaron muchos gobernadores, particularmente el la provincia de Santa Fe, planteando que era una discriminación lo que se había hecho con la UBA y que había que recomponer esa situación; y ayudó lo que hizo la sociedad argentina, que no reconoce antecedentes", completó.
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