Por el Prof. Martín Duarte
Es Mariela Guadagnoli, arquitecta y profesora de la escuela técnica profesional Nº 456 “Hipólito Yrigoyen” de la ciudad de Gálvez. Su propuesta educativa se destaca por apostar a la enseñanza en base a proyectos y por desarrollar unos adoquines ecológicos que se implementan en calles y veredas de su ciudad.
Por el Prof. Martín Duarte
Conocido como el “Nobel de la educación”, el “Global Teacher Prize” busca valorizar el trabajo de los docentes a nivel mundial. Organizado por la Fundación Varkey, en alianza con Unesco, va por su sexta edición. Puede participar cualquier docente del mundo que de clases a chicos en los niveles de escolaridad obligatoria en escuelas públicas.
El pasado 18 de marzo se conocieron los 50 seleccionados que salieron de una lista de 12.000 postulantes de 140 países. A su vez, de entre estos 50 saldrá el ganador de la presente edición que será anunciado en el Natural History Museum de Londres, la noche del lunes 12 de octubre de 2020. El premio mayor consiste un millón de dólares que deberá ser destinado para continuar el desarrollo del proyecto educativo del ganador.
En esta edición 2020, hay dos argentinas: Cecilia Muñoz, maestra de inglés de un colegio primario de la ciudad de Bandera, Santiago Del Estero; y Mariela Guadagnoli, profesora en el “Taller de Construcción, Tecnología y Materiales de Construcción” en la escuela técnica profesional Nº 456 “Hipólito Yrigoyen” de la ciudad de Gálvez, Santa Fe.
Mariela es arquitecta además de profesora. La mitad de su vida la pasó dando clases: tiene 22 años de antigüedad en la docencia. Casada con un psicólogo desde hace una década y media. Madre de tres hijos: Álvaro de 8 años y las mellizas Lucía y Sofía de 13. Su bisabuelo, Hugo Arozena, fue el primer maestro de Gálvez (una calle de Gálvez lleva su nombre). Desde niña, antes de construir casitas, jugaba a ser maestra. Su propuesta educativa se destaca por apostar a la enseñanza en base a proyectos y por desarrollar unos adoquines ecológicos que se implementan en calles y veredas de su ciudad. En medio de la alegría por este reconocimiento a nivel mundial accedió a responder nuestras preguntas.
—¿Cuál es para vos- el perfil de un docente inspirador?
—Un docente inspirador transmite la alegría que siente al educar. Aprende a la par de sus alumnos, demostrándoles que no hay que tener miedo a “no saber”, pero sí que hay que tener deseos de crecer. Los escucha resaltando su humanidad y atendiendo a sus necesidades. Les da las herramientas necesarias para que puedan construir su proyecto vital.
—¿Cómo nace tu vocación docente y cómo se enlaza con tu otra pasión, la arquitectura?
—Vengo de familia de docentes, mi bisabuelo fue el primer maestro del pueblo, mi abuela profesora de piano y mi mamá maestra. De niña amaba jugar a la maestra. Durante el secundario estudié profesora de música. Siempre dije que iba a ser docente, pero en 5º año, viendo a una amiga dibujar en su tablero, decidí estudiar arquitectura, carrera que fomentó mi creatividad y me ejercitó para poder ver algo maravilloso donde otros no lo ven. Al año de terminar mis estudios universitarios me llaman para dar tecnología en una escuela de barrio, con chicos con muchos problemas y carencias. Verlos y replantearme desde qué perspectiva acompañarlos para garantizarles su crecimiento, fue todo un desafío que me permitió crecer no solo como docente sino también como persona. En 2013 cursé el profesorado universitario en Rosario. En 2014 comencé a trabajar en la EETP nº 456, donde puedo enseñar lo que más me gusta. No hay un hecho particular que me haya llevado a elegir ser docente, pero creo que Dios fue marcando mi camino para ser hoy la docente que soy.
—¿Cuáles son las ventajas del aprendizaje basado en proyectos?
—Cuando hablamos de proyectos, pensamos en un trabajo importante, compartible y significativo, que le brinde a nuestros alumnos infinitas oportunidades de inventar para aprender, dando paso a la creatividad. Creando entornos de aprendizaje propicios para jugar, manipular, crear. Aprendemos haciendo. Los educamos para que puedan resolver colaborativamente problemas del mundo real dando forma y vuelo a sus ideas. Ayudamos a los alumnos para que tengan confianza y disposición para aprender toda su vida. Para que desarrollen habilidades de pensamiento, con creatividad frente a los cambios del mundo actual. A que sean personas flexibles, que sepan incorporar al que piensa distinto, que quieran cambiar la sociedad en la que viven. Cuando todo esto cobra sentido y se vuelve relevante, podemos decir que estamos preparando a los estudiantes para crear y sostener su propio proyecto de vida.
—¿En qué consiste el Proyecto de los adoquines ecológicos y en qué etapa se encuentra?
—“Adoquines Ecológicos” es un proyecto abordado desde diferentes enfoques: tecnológico, ecológico, cooperativo, social; logrando integrar alumnos de diferentes cursos. A partir de la propuesta de trabajar con problemas concretos que se detectaran en la escuela, surgió la necesidad de pavimentar determinadas áreas y sectores peatonales que quedan anegados los días de lluvia. Ante esta problemática, se pensó la construcción de adoquines con la incorporación de materiales de descarte que se recolectaron del punto limpio que funciona en el patio de la institución. La decisión de hacer adoquines se basó en que por su tamaño reducido son más fáciles de transportar y de colocar, sustentados en una ordenanza municipal que exige el uso de adoquines en el área central de la ciudad.
En los talleres de herrería y carpintería, se realizaron lo moldes; mientras en construcciones, se construyeron las primeras muestras de adoquines con los diferentes desechos obtenidos del punto limpio instalado por la Agrupación Fukai. Se realizaron diferentes ensayos, investigaciones y entrevistas que llevaron a optar por el adoquín de telgopor. El proyecto despertó el interés de la comunidad toda y el Municipio propuso la compra de los adoquines para pavimentar veredas en sectores públicos de nuestra ciudad. Esto generó la necesidad de producir en serie, hecho que modificó la forma de elaboración de los mismos, la proporción de la mezcla original y del proceso de curado y almacenamiento del producto.
En 2018 fue presentado en EUREKA, pasando por las instancias zonales, provinciales, recibiendo una mención especial en la Feria de Ciencias a nivel nacional realizada en la ciudad de Córdoba. El Intendente de nuestra ciudad declaró al proyecto de Interés Municipal y el Honorable Concejo Deliberante lo declaró de interés educativo. Los alumnos fueron entrevistados por varios medios periodísticos e invitados a programas de radio para contar su trabajo. También fueron convocados a diferentes ferias locales y a dar charlas en otras escuelas. Fueron invitados a exponer en el Colegio de Arquitectos y a participar de charlas.
En 2019 nos inscribimos en el Concurso “Maestro Argentinos”, premio presidencial que destaca proyectos que promuevan una mejora en el aprendizaje, reconoce el trabajo en equipo, colaborativo e inclusivo de los/las estudiantes bajo la guía, conducción y liderazgo del maestro. Nuestro proyecto fue reconocido con el quinto puesto y un premio económico de $ 200.000 que ha sido destinado a seguir trabajando en el mismo y para capacitación docente.
En Junio nos inscribimos en CONCUSOL, concurso promovido por Conicet junto con el Ministerio de Educación de Santa Fe, con la propuesta de desarrollar adoquines descontaminantes, el proyecto fue aprobado y desarrollado con la tutoría de la Doctora Ballaris (investigadora de Conicet). En esta ocasión recibimos el 2º premio.
A partir de la repercusión de los premios recibidos fuimos invitados a participar del concurso “Emprender- futuro” organizado por el Centro Universitario Galvez-UNL, donde se busca apoyar ideas/proyecto, sembrando y fortaleciendo emprendimientos innovadores, promoviendo la acción emprendedora en estudiantes secundarios y terciarios que se realizó en el Molino Marconetti en la ciudad de Santa Fe con la organización de la UNL. En esta oportunidad, también resultamos ganadores, accediendo a la posibilidad de participar de las JIJE 2019 que se realizarán el 31 octubre en el mismo Molino Marconetti en la ciudad de Santa Fe. Fuimos premiados como “Mejor Idea de Proyecto de escuelas Secundarias y Terciarias”.
También en el pasado año, participamos en el IV Congreso Nacional de Jóvenes Comprometidos por el Medio Ambiente; la modalidad de Congreso Científico Juvenil -a través de presentación de ponencias vinculadas a la temática ambiental en diversos formatos- ofrece a los jóvenes un espacio para socializar, reflexionar y concientizar. La fundación Solydeus junto con el Museo de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia (MACN) e instituciones como Conicet y el Instituto Balseiro, evaluaron y aprobaron nuestro proyecto para participar de la jornada. Es de esta jornada que surge la invitación a presentarlo en Exporecerca Jove 2020, una feria de investigación internacional donde jóvenes de secundaria y bachillerato de todo del mundo pueden presentar sus proyectos de investigación. Y en un Congreso internacional en Zaragoza para junio 2020.
Este año estamos trabajando en el patentado del mismo. El proyecto está en marcha y cuenta, no solo con el entusiasmo de los alumnos y la colaboración de la comunidad educativa, sino que también, varios padres y comerciantes de la localidad comenzaron a involucrarse. A nivel directivo se planteó la posibilidad de realizar un micro emprendimiento escolar, donde los alumnos de sexto año terminalidad construcciones puedan realizar sus prácticas profesionalizantes.
—¿Qué significa ser reconocida como una de las mejores 50 docentes del mundo?
—Me permite hacer visible lo que cada día hacemos en las aulas, el compromiso que se genera en los alumnos y demostrar que ese cambio aparentemente insignificante que cada uno puede hacer desde su institución (con escases de recursos y problemas diversos), tiene en su momento consecuencias enormes y significativas en lo colectivo.
Evidenciando que el trabajo en equipo constituye un valor diferencial, dando respuesta creativa a los problemas presentados. Contagiar esperanza, porque cada pequeño paso que damos se realiza con mucho esfuerzo, suma de voluntades y aportes. No somos más que uno de los tantos docentes que a diario dejan lo mejor de ellos en sus salones. Difundir lo que hacemos, es llevar nuestra forma de trabajo a todo el mundo, atrayendo a nuestros alumnos a la escuela, a estudiar, a capacitarse, a participar.
—¿Qué harías con el millón de dólares del premio mayor? (¡ojalá lo ganes!)
—Adoquines ecológicos, como otros tantos proyectos que realizamos en las escuelas terminan encontrándose con una traba: la falta de recursos y de dinero para avanzar y alcanzar cada meta que nos proponemos. Contar con este dinero nos pone a soñar que nada es imposible e invertir en una incubadora de proyectos. También me gustaría colaborar con cada una de las escuelas en las que trabajo, desde espacios físicos, instrumental, máquinas, etc. como elementos básicos para que todos los chicos tengan garantizada su escolaridad.
—En sintonía con la crisis mundial del Coronarivus: ¿Cómo rediseñaste tus propuestas pedagógicas?
—Esta pandemia nos puso a prueba como sociedad, nos obligó a parar y a repensar nuestros estilos de vida. Los docentes, desde nuestras casas, estamos trabajando incansablemente para rediseñar nuestras propuestas de trabajo. Formamos grupos de WhatsApp (con consignas de manejo muy claras) en donde subimos trabajo e información. Elegí trabajar con el Coronavirus porque a los adolescentes les cuesta tomar conciencia de la importancia y el alcance de la reclusión. Hoy les propuse sumarse con un video casero al #yomequedoencasa. Y vamos a proponer medidas de higiene y cuidados para nuestro regreso a la escuela.
Dejar volar la imaginación
—Si fueras Ministra de educación: ¿qué medida clave tomarías?
—Ser Ministra de Educación significaría alejarme de las aulas y es algo que disfruto muchísimo. Pero, soñando despierta, pondría todo mi esfuerzo para garantizar que cada chico de la provincia tenga acceso a la educación y generaría herramientas para acompañar y fortalecer a cada docente para que esa educación sea de calidad. También aprovecharía para recorrer todas las escuelas santafesinas y conocer cada realidad, seguir aprendiendo de ellas y desarrollar una red de docentes para compartir experiencias innovadoras y movilizadoras.
—¿Qué reflexión podés hacer a partir de la siguiente frase de Benjamin Franklin: “Dime y lo olvido. Enséñame y lo recuerdo. Involúcrame y lo aprendo”?
—Cuando les permitimos a nuestros alumnos experimentar, tomar riesgos, jugar con sus propias ideas; les damos la posibilidad de confiar en sí mismos. Permitirles ser partícipes activos implica generar aprendizajes significativos y duraderos, educándolos en el fracaso (con amor) acompañándolos para que el error sea sólo el paso necesario para lograr el éxito. Involucrarlos en cada desafío implica escucharlos, tenerlos en cuenta, dándoles la posibilidad de vivir como participantes creativos y de ayudarlos a sentirse seguros para emprender su proyecto vital.
—¿Qué opinás de los que como Rita Pierson o George Washington Carver- sostienen que la conexión humana y las relaciones entre maestro y educador son lo que permiten un aprendizaje verdadero, duradero y óptimo?
—Cuando entramos a un salón nos encontramos con un grupo de personas únicas, necesitamos conocerlas para poder interpelarlas. Por lo tanto tenemos que amigarnos con la incertidumbre sin enloquecer y descubrir las capacidades y habilidades que cada uno tiene y puede aportar al grupo. Conectar con ellos y establecer vínculos reales nos va a permitir, no solo aprendizajes significativos, sino desterrar de una vez por todas problemas como el bullyIng, el destrato, la agresión, entre otros. De esta manera podremos fomentar en nuestras instituciones, una organización democrática en donde se dialogue y no se imponga, con líderes democráticos en lugar de autoritarios, sin otra jerarquía que la capacidad o habilidad de cada uno de aportar positivamente a la organización para poder así trabajar en un ámbito de cooperación y colaboración, en donde finalmente podamos desterrar a la competencia y a pesar de las diferencias, eduquemos para la paz.