SuperFIQ: 600 estudiantes por día pasaron
por la facultad y se “coparon” con la ciencia
Los alumnos de secundario pudieron recorrer, durante tres días, las estaciones experimentales y participar de talleres que abordaban diferentes aspectos de la Química, la Física y la Matemática. Jueves y viernes seguía abierta a la comunidad en general.
Un trompo que levita en una estación sobre magnetismo, junto al docente de Física.
Foto: Pablo Aguirre
Alrededor de 600 estudiantes, de unas 100 escuelas secundarias de la ciudad, pasaron a diario por el SuperFIQ, el festival de la Facultad de Ingeniería Química de la UNL (Santiago del Estero 2829), donde experimentaron, aprendieron y se sorprendieron con los procesos químicos, las leyes de la física y el mundo de la matemática. La muestra abrió durante tres días para las escuelas secundarias, mientras que este jueves y viernes había propuestas para la comunidad en general.
“Este festival intenta que haya actividades lúdicas con la intención de generarles a los estudiantes ese ‘bichito’ de curiosidad por la ciencia y que se interesen en venir a la facultad a estudiar las carreras”, comentó Eugenia Taverna, responsable de Cultura Científica de la FIQ, quien agregó que “el evento se viene organizando desde mayo y hay que agradecerle tanto a docentes como a estudiantes que acompañaron a las escuelas”.
Josi, Facundo, Karen y Belén, de la Escuela Bustos, miraban entusiasmados uno de los experimentos donde la arena se levantaba a partir de globos de aire. “Estuvo lindo, divertido, aprendimos de todo, jugamos”, dijeron los chicos a El Litoral.
La Física que invita a jugar
Entre las propuestas de Física, los chicos se “engancharon” con gotitas congeladas en el aire, trompos que levitan e ilusiones ópticas que generan invisibilidad. Raúl Urteaga, profesor de la casa de estudios, explicó que había distintas estaciones sobre esta asignatura. Una de ellas, con experimentos que exponían distintas formas de producir levitación magnética, como el de un trompo que se elevaba por encima de la superficie y que concitó el interés de los chicos.
También había stands donde los visitantes podían observar de primera mano cómo funciona la luz y cómo se forman los colores, un lecho fluidizado con arena y duchas que generaban una fuente de alta tensión y saltaban chispas.
Otro stand de Física presentaba ilusiones ópticas como para generar una región de invisibilidad. “Son como unas peceras que, según desde qué lugar mirás, hay una parte que desaparece a la vista. Es simple pero muy curioso”, dijo el profesor Urteaga. Y añadió que la respuesta de los chicos fue “muy buena; en general son muy curiosos y un público que se engancha”.
También había una misteriosa caja que congelaba un chorro de agua en el aire, por medio de perillas con las que regulaban la intensidad de tres focos estroboscópicos (parpadeantes) y la vibración de un parlante. "¡Ay, lo paré!", exclamó Brenda, con gran sorpresa, creyendo que había dañado el artefacto. "Parece que las gotitas viajan individuales por el aire", dijo Sofía, su amiga, observando con más detalle el efecto. "Al hacer coincidir las frecuencias, ustedes crearon la ilusión de que el chorro de agua está detenido en el aire, pero también puede parecer que va en cámara lenta o hacia atrás. Sin embargo, es siempre el mismo chorro, solamente que con esta intervención se puede ver que, en realidad, el agua está compuesta por millones y millones de moléculas", les explicó la profe a cargo.
La programación también incluyó desafiantes talleres matemáticos. Uno de ellos, por ejemplo, enfrentaba a los chicos contra el gigante del streaming: Netflix. Divididos en grupos de cuatro, debían puntuar una serie de películas y series que les entregaban los profes y, luego, analizar la información producida por todo el curso. El objetivo era superar al algoritmo.
Aprovechando que el grupo estaba en plena acción, Itatí Zocola, docente de Matemáticas, explicó el mecanismo de la actividad: "Intentamos hacerlos pensar en cómo Netflix predice qué nos puede gustar. Les entregamos un listado de series y películas para que le pongan puntaje a cada una de esas producciones de acuerdo a sus propios gustos. Luego, cargan los valores de todos los grupos en una página que les permite entender cómo construir la información, cómo volcarla en una tabla de una forma ordenada. Y a partir de ahí, empieza la competencia contra el algoritmo, ellos tienen que calcular cuánto puntaje pusieron sus compañeros y enfrentarse a la recomendación que haría Netflix".
Más allá de los resultados cosechados, el taller recibió muy buena valoración. "Buscamos adaptar la matemática a algo que les es cercano", dijo la profe Zocola. Y esa fue la escena proyectada, en la que los protagonistas fueron los chicos y las chicas, desempeñando el papel de estudiantes y dedicando toda su concentración a una de las disciplinas que trae más dolores de cabeza a sus profes de secundaria.
Química: probar reacciones
Entre las mesas de Química había una relacionada con hidrogeles, que son materiales capaces de absorber agua; y allí los estudiantes experimentaban con pañales, ositos de goma o cápsulas de ibuprofeno. También había una mesa de “cerezas de fantasía, de esas que vienen en latas y no tienen gusto -explicó una docente- y que se forman con un tipo de reacción en la cual participa un polímero y cloruro de calcio”.
Ana, una estudiante de nivel secundario, expresó que quiere ser profesora de Química y dijo que le gustó ver los insectos con un microscopio. Maite comentó que el festival “es muy bonito”, y otra estudiante contó que aprendió “cosas copadas”.
En el stand de microscopía, los visitantes podían hacer uso de los instrumentos para ver en mayor tamaño desde muestras de hongos a insectos. En la Semana de la Ciencia, que se prepara para noviembre, se va a permitir usar un microscopio con el cual el ojo humano logra ver cosas de tamaño nano; en Santa Fe hay uno sólo de estos instrumentos y está en el Conicet.
Estar jubilado y dar clases
“Es una eminencia, muy bueno su taller”, salió diciendo una profesora que acompañó a sus estudiantes a la muestra. Se refería al ingeniero Edgardo Remo Benvenuto, ex docente de FIQ, que si bien ya está jubilado desde hace rato, se sumó al festival para dar una clase sobre la tabla periódica de los elementos.
Abiertas a la comunidad
Este viernes, a las 17, hay una charla abierta a la comunidad sobre “Ciencia y género” que será dictada por Erica Hynes. En tanto, este viernes, de 16 a 18, se ofrece una muestra abierta sobre “Conociendo al nanomundo”. Además, se invita a la comunidad a participar del cierre del festival, a las 18.30 horas, en el Salón de Actos, donde habrá una obra de teatro donde unos superhéroes extraños van a validar sus poderes.
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