Un total de 29.400 estudiantes del último año del nivel secundario de las escuelas públicas y privadas de la ciudad de Buenos Aires tendrán que realizar, a partir del ciclo lectivo 2022 y de forma obligatoria, prácticas educativas en los ámbitos laborales como condición para aprobar, según anunció hoy el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Las prácticas podrán realizarse en el sector productivo (privado o público); el sector de gestión de políticas públicas; el ámbito cultural y comunitario o instituciones de la educación superior y el área científico-académico y tendrán una duración de 120 horas cátedras que se distribuirán a lo largo del año, según se informó.
Para el caso de estudiantes de escuelas públicas, las organizaciones deberán formar parte del "Sistema de inscripción para entidades y personas humanas comprometidas con la educación" y cumplir con todos los requisitos establecidos, mientras que los establecimientos de gestión privada deberán establecer los convenios correspondientes con cada una de ellas.
"Todos los estudiantes de la escuela secundaria de la Ciudad van a tener prácticas de trabajo de carácter obligatorio, ya que los chicos terminan la escuela con mucha incertidumbre, tienen dudas de que quieren hacer y estudiar y con las prácticas queremos que tengan un panorama más claro, hacia dónde quieren caminar en su futuro", argumentó Rodríguez Larreta, al realizar el anuncio durante una conferencia de prensa.
El Gobierno de la Ciudad aclaró que, a diferencia de las pasantías, las prácticas laborales "forman parte del diseño curricular de la Secundaria del Futuro" y comenzarán el año próximo en coincidencia con la primera camada de alumnos de 5 año, desde su creación en 2018.
Los 3.000 estudiantes de las 52 Escuelas Técnicas del distrito (tanto de gestión estatal como privada) no formarán parte de esta iniciativa puesto que ya implementan prácticas profesionalizantes en 5 y 6 año.
El programa sí alcanza a los 11.250 alumnos de 5 año de las 116 escuelas de gestión pública y los 18.150 alumnos del último año de las 326 establecimientos de nivel secundario de gestión privada, que funcionan en territorio capitalino.
Tenés que leerCómo fue que la brecha socioeducativa "se tragó" 200 puestos de trabajo en ToyotaSegún remarcó el mandatario porteño, las prácticas educativas en los ámbitos laborales "van a ser claves para el futuro porque combinan el saber de la escuela con la práctica, donde hay que conectar a los chicos con las herramientas que despierten su vocación".
En este sentido, explicó que se tiene cuatro prioridades para transformar la educación: "Primero en lo que respecta a tecnología; segundo más horas de clase, tercero la capacitación docente, porque para formar a los estudiantes del futuro necesitamos docentes del futuro, y cuarto la transformación de la escuela secundaria, para que tengan prácticas educativas en el mundo del trabajo".
Por su parte, la ministra de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña, remarcó que las prácticas formativas serán de 120 horas cátedras que se suman a 30 horas de un espacio de capacitación y formación sobre educación financiera. "Esas horas se desarrollarán en el tiempo de cursada obligatorio y también van a ser evaluadas", agregó.
Previo al inicio de las prácticas, los estudiantes contarán con una instancia introductoria para trabajar junto al equipo docente sobre su recorrido durante el último año de Nivel Secundario.
Oposición de parte de gremios y estudiantes
Gremios docentes de la ciudad de Buenos Aires rechazaron la iniciativa anunciada al advertir que "la escuela secundaria no tiene este propósito".
"Desde el Ministerio (de Educación) impulsan el trabajo precarizado de estudiantes y la escuela secundaria no tiene este propósito. Tendrían que estar trabajando en la orientación e inclusión de los estudiantes en los circuitos de educación superior", dijo a Télam Angélica Graciano, secretaria General de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera).
Desde Ademys, en tanto, criticaron que "de ninguna manera entendemos que la prioridad tiene que ser la inserción en el mercado laboral. Toda la reforma de la Secundaria del Futuro apunta a que los chicos se adapten a un mercado laboral precarizado, en el que no se requieren conocimientos específicos. La escuela debe potenciar el pensamiento crítico y el conocimiento que contribuya al desarrollo de personas que puedan transformar la sociedad y aspirar efectivamente a un acceso a la Universidad y a los institutos terciarios", apuntó María Isabel Grau de la asociación gremial.
Por otra parte, un grupo de estudiantes también se expresó en contra de la medida. Amparo López, vocera del centro de estudiantes del Instituto de Enseñanza Superior en Lenguas Vivas "Juan Ramón Fernández", quien acaba de pasar a quinto año, aseguró que esta iniciativa es un "guiño a los empresarios" y que no harán más que "generar mayor precarización".
Por su parte, Luz Schiffmacher, vocal del centro de estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA), aseguró que -contrario a lo que se argumentó- esta "no es una respuesta válida" ante la demanda de empleo para las juventudes. "El problema del desempleo joven no está en falta de formación, sino en que no se está creando empleo porque siempre buscan abaratar la mano de obra", expresó la vocal.
Ambas jóvenes coincidieron en que las prácticas laborales obligatorias son "unas pasantías nefastas que convierten a los pibes en mano de obra gratuita" y que, como todo "ataque a la educación pública", se encontrará con "una gran lucha y organización estudiantil resistiendo".