Gremios y la federación de estudiantes realizaron este jueves una conferencia de prensa frente a la sede del Rectorado de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), en una jornada de paro dispuesta por el Frente Sindical de las Universidades Nacionales. A modo de visibilización de la protesta, instalaron bancos y banderas en la explanada del histórico edificio de bulevar Pellegrini 2750.
El Frente Sindical de las Universidades Nacionales es un espacio que forman a nivel nacional los gremios Fedun, Conadu, Conadu Histórica, Fagdut, UDA, Ctera y los No Docentes nucleados en Fatun. Llevó a cabo esta medida de fuerza ante "la profunda crisis salarial y presupuestaria que exige una respuesta de unidad estratégica con un plan de acción nacional que encauce el malestar, los reclamos y sea eficaz para lograr los objetivos".
"La convocatoria fue realizada en defensa de la universidad pública y gratuita, por la inmediata actualización del presupuesto universitario -dado que ahora estamos funcionando con un presupuesto reconducido de 2023- y la recuperación de los salarios", detalló Claudia Baigorria, secretaria general de CTA Autónoma Provincia de Santa Fe.
En Santa Fe, adhirieron los gremios Adul y Apul. La novedad también estuvo dada porque unieron fuerzas no sólo los sindicatos (estaban referentes enrolados en la CGT y en la CTA Autónoma) sino también con los estudiantes de la FUL. "El acatamiento al paro es de un 90%, y solo se conservaron guardias mínimas cuidando el patrimonio universitario", dijo Baigorria.
Reuniones infructuosas
Hasta el momento hubo dos reuniones con los gremios universitarios. La propuesta nacional fue un incremento salarial del 16% a cobrarse con el salario de febrero. El problema es que esa oferta absorbería un 10% de acuerdos paritarios precedentes. Por lo que los sindicatos aducen que el aumento 2024 sería sólo de 6 puntos, y rechazaron la oferta.
Adelantaron que la semana que viene se pueden definir nuevas medidas de fuerza. Crédito: Guillermo Di Salvatore
Norberto Cabanas, secretario gremial de UDA -designado como paritario universitario nacional- explicó que "el paro es en demanda especialmente de aumento salarial, que es el tema urgente. Pero también por mayor financiamiento para la educación y especialmente para el sector universitario, que hoy en día está funcionando con un presupuesto prorrogado, con valores nominales de hace un año. A este ritmo, podemos decir que en uno o dos meses más, las universidades nacionales ya no contarán con más fondos como para poder funcionar. Y cuando hablo de funcionar, me refiero a ni siquiera abrir sus puertas".
Al respecto, Baigorria aportó: "Hay un retraso, una pérdida del poder adquisitivo de los salarios que en tres meses es más del 50% para los trabajadores docentes y no docentes. También la medida es en defensa de los puestos de trabajo y por jubilaciones dignas, por la restitución inmediata del Fonid a los compañeros y compañeras docentes de las escuelas preuniversitarias, que ven recortada esa parte del salario tan importante. Y por supuesto, por la inmediata derogación del DNU 70-2023 del gobierno nacional".
Más acciones
La semana que viene se vuelve a reunir el día martes el Frente Nacional de Sindicatos Docentes y No Docentes de las Universidades Nacionales. También va a haber un encuentro con la Federación Universitaria de los Estudiantes (FUA), para ver cómo continuar. Se analiza la realización de un nuevo paro de 48 horas con fecha a definir y la construcción de una "gran marcha universitaria" para el mes de abril.
Oscar Vallejos, secretario adjunto de Adul, indicó que la jornada de paro tuvo el propósito de manifestar dos conflictos fundamentales que atraviesan a la universidad pública: "Por un lado, la crisis salarial que quienes trabajamos en la universidad estamos sosteniendo. No estamos pidiendo aumento, lo que estamos diciendo es que necesitamos recomponer el salario acorde a los procesos inflacionarios. Y por otro lado, la situación de la crisis presupuestaria que atraviesa la universidad y que también afecta las condiciones de trabajo de la docencia y pone en crisis la posibilidad misma de que la universidad esté abierta".
"Si bien el gobierno nacional, con una estrategia mediática, informó que iba a aumentar el 70% el presupuesto universitario destinado a gastos de funcionamiento, claramente ese porcentaje es insuficiente, en tanto y en cuanto los rectores nucleados en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), estaban planteando la necesidad de una actualización presupuestaria de más del 200%", reflexionó Vallejos.
"Este 70% claramente no alcanza a resolver la gran crisis de la universidad en cuanto a lo que se necesita para que la universidad funcione. Y eso significa cuestiones muy sencillas: tener fibrones para escribir en el pizarrón cuando se dan clases o insumos en los laboratorios para que las y los estudiantes aprendan química", fundamentó.