Lunes 10.7.2023
/Última actualización 22:37
Alejandro por allá, en el fondo del aula, concentradísimo, hilvana unos retazos de tela siguiendo las líneas marcadas con tiza. Angi revisa unos diseños en una carpeta, como de clases, pero con moldes. Más acá, Valentina, la que más sabe de costura, está atenta a prestar su ayuda, como a enhebrar una aguja, algo que "cuesta un montón", según dice. No se trata de un grupo de costureras y sastres. Son estudiantes de 5to año de la Escuela Bialik (4 de Enero 2539), comprometidos con un proyecto ecológico y de aprendizaje.
La propuesta surgió en el marco del diseño y gestión de un emprendimiento que debieron generar los alumnos como parte de la currícula escolar, el trabajo interdisciplinario en clases y las premisas del programa de Junior Achievement. Esta ONG estimula el aprendizaje activo en educación financiera y busca preparar a los jóvenes para el futuro.
Los recortes y descartes de telas los recolectan de una fábrica de ropa que los desecha. "Lo que hacemos es ir a buscarlas para nuestro proyecto. Todo surgió a partir de una idea de Vale, una compañera, que vio la problemática de los residuos textiles, que son contaminantes. Más que nada le damos 'una vuelta' a esas telas que pueden terminar en la basura", explicaron Manu, Gianni, Alejandro, Pato, Angi, Sofi, Valentina que -junto con Facu y Santino que no estaban ese día- completan el grupo de 5to año.
Todos participan del proceso de elaboración de los bolsos: aprendieron a cortar e hilvanar. Crédito: Luis CetraroA partir de seleccionar los retazos de telas, los chicos elaboran mochilas, neceser y bolsos que más adelante venderán a un precio módico. Ellos se ocuparon del diseño y de hacer los moldes, y se encargan de una parte del proceso de producción: cortar e hilvanar. La terminación final con una máquina de coser la tercerizaron. "Hoy en día ya aprendimos todos a cortar, hacer moldes e hilvanar", dijo uno de los varones
Después de las vacaciones de julio, y una vez que reúnan el stock necesario, vendrá la etapa de comercialización. Las ganancias que obtendrán, se liquidarán y volverán a la rueda de inversores. "La empresa dura solo este año y es para que nosotros conozcamos cómo se crea, cómo funciona y cómo se desarrolla el producto", comentaron los alumnos. Cada uno ocupa un rol: gerente comercial, de marketing, etc, aunque todos colaboran en la elaboración de los bolsos.
Según cuenta, su emprendimiento es de "triple impacto". "Por un lado, en la sociedad, porque venderemos los bolsos a no más de 1.000 ó 2.000 pesos; pensamos en los chicos que para poder entrenar necesitan de bolsos marineros que no pesen tanto y sean económicos. También tuvimos en cuenta el medio ambiente, concientizando sobre el cuidado del planeta. Y aportamos a la economía circular", señalaron los estudiantes.
TIK, mochila en hebreo
El emprendimiento se llama TIK, en hebreo, que significa "mochila" y se puede conocerlo a través de las redes sociales (tik.tumochila en Instagram y tiktok). Allí los alumnos suben videos donde explican cómo surgió el proyecto y para qué pueden usarse los bolsos y mochilas. Por ejemplo, para llevar los botines al club, el equipo de mates o los elementos personales a un campamento.
Publican, además, información que fueron obteniendo del proceso de investigación; por ejemplo, acerca de los residuos químicos que se producen con los lavados de la ropa o de qué se trata el "fast fashion" o la "moda rápida", que genera el 10% de las emisiones de CO2 en el planeta. También explican en las redes que el 58% de las fibras producidas en el mundo derivan del petróleo, entre otros datos sobre el impacto de la industria textil en el ambiente.
"Hicimos un post de Instagram sobre el fast fashion, para concientizar sobre la cantidad de ropa usada que consumimos y que después se tira a la basura. Por eso también recibimos donaciones de ropa usada y botones, que contaminan el agua con microplásticos", contó una de las chicas.
Trabajo transversal
La directora del Nivel Secundario de la Escuela Bialik, Natalia Costantino, explicó que "este proyecto comienza con un programa de Junior Achievement, al que se sumó nuestra escuela y que tiene que ver con el 'aprender, haciendo'. También con una mirada interdisciplinar que tenemos en la escuela donde trabajamos transversalmente los docentes de varias materias: Lengua y Literatura, Economía, Administración, Orientación en Contextos Laboral".
La profesora de Administración, Virginia Spontón, dijo -por ejemplo- que desde su asignatura los alumnos ven contenidos acerca de cómo estructurar una empresa, cuáles son sus fortalezas y debilidades, evaluación de costos. "Acá se resume todo lo que ven desde 3er a 5to año en Administración", indicó.
Todos participan del proceso de elaboración de los bolsos: aprendieron a cortar e hilvanar. Crédito: Luis CetraroDesde la materia Orientación en Contextos Laborales, la docente Yanina Dujovne, aportó: "Se trabajan las competencias blandas que van desde cómo hacer un currículum vitae y una entrevista de trabajo a cómo trabajar en equipo y la relación con un superior, cuando ya están inmersos en el mundo laboral".
Con este proyecto, los estudiantes también van adquiriendo durante el año una serie de habilidades y competencias, relacionadas con el trabajo en equipo, la comunicación y el asumir riesgos, a la vez que se motivan con el emprendimiento.
"En este posicionamiento que tenemos como escuela secundaria en cuanto a las nuevas tecnologías y la innovación, también tenemos en cuenta la mirada social. En 4to año trabajamos sobre cooperativismo, en 5to cierran con esto de ser emprendedores. Todos estos riesgos y fortalezas que ellos tienen que trabajar en la secundaria, sin dudas les servirán para su vida cuando terminan la escolaridad", destacó Costantino, quien mencionó a otros profesores que están trabajando en el proyecto: Matías Nagel, de Economía; Yanina Lamboglia, de Lengua y Literatura; y Larisa Suzman, de Derecho.