A 30 años de "Terminator 2" la realidad superó la ficción
La secuela del film de culto de 1984 se estrenó a principios de julio de 1991, hace 30 años. Implicó una multimillonaria inversión que consolidó la franquicia con Arnold Schwarzenegger ya convertido en megaestrella. El director James Cameron previó un futuro dominado por los ordenadores, mucho antes de que celulares y tablets pasen a ocupar la mayor parte del tiempo de las personas. Y Sarah Connor prefiguró a las heroínas que poblaron las películas en las décadas posteriores.
Carolco Pictures, Pacific Western, Lightstorm Entertainment Terminator 2 , cuya denominación completa incluye el subtítulo: Día del Juicio se filmó en el amanecer de los ?90 y quedó entre las películas más populares de esa década.
Desde Julia Roberts y Richard Gere enamorados en “Mujer bonita” hasta Haley Joel Osment viendo gente muerta en “Sexto sentido”, el cine comercial de la década de 1990 dejó mucha tela para cortar. En ese arco temporal, visto desde el cristal del presente con cierta nostalgia, James Cameron dejó una profunda huella con la ampulosa “Titanic” pero también gestó otro tanque comercial cuyo halo todavía no se apagó a pesar de los 30 años transcurridos desde su primer contacto con el público producido en la premiére del 1 de julio de 1991 (el estreno formal fue el 3 de julio): “Terminator 2”.
Buena parte de la vigencia de este film, un tanque comercial que en su momento hizo palidecer a sus contemporáneas “Robin Hood” de Kevin Costner y “Llamaradas” con Robert De Niro, tiene que ver con que la premisa imaginada por Cameron en la más artesanal primera parte de la saga en 1984, parece haberse convertido, en cierto sentido, en la realidad. Cómo expresó Ángel Faretta en uno de sus seminarios sobre cine, en un mundo donde buena parte de las acciones de la vida cotidiana están mediatizadas por pantallas (de diverso tamaño) Skynet parece haber triunfado. En algún punto, vivimos en ella.
De menor a mayor
Desde la perspectiva de las generaciones que crecieron con Arnold Schwarzenegger como una especie de epítome del cine de acción puede parecer curioso, pero la primer película de “Terminator” no resultó un gran éxito, al menos al momento de su estreno. Dado que se hizo con un presupuesto módico en términos de Hollywood, esa cuestión quedó al margen. Los años y el empeño del público la tornaron en un objeto de culto, en especial por las posibilidades que abría su proposición central de un robot futurista enviado desde un futuro dominado por las máquinas para eliminar a la mujer que concebirá a líder la resistencia.
Lo cierto es que cuando decidió filmar la segunda parte, en 1991, Cameron contó con un presupuesto veinte veces mayor, cercano a los 100 millones de dólares. Y los aprovechó bien: no sólo contrató a Schwarzenegger (que pasó de villano a héroe) y a Linda Hamilton para repetir sus personajes, sino que incorporó las últimas novedades en efectos visuales y se deshizo por completo del espíritu de clase B de la primera parte de la franquicia para elaborar un súper tanque comercial con atractivos para una amplísima franja de público.
Carolco Pictures, Pacific Western, Lightstorm Entertainment
Foto: Carolco Pictures, Pacific Western, Lightstorm Entertainment
Un malo para recordar
Si bien lo que más queda en la memoria de “Terminator 2” es, otra vez, la icónica figura de Schwarzenegger, cuya presentación en la historia en un bar de motoqueros es antológica, el nuevo personaje que se introduce, el androide de metal líquido interpretado por Robert Patrick es el perfecto antagonista. Cameron introduce la novedad de que este asesino futurista es capaz de adquirir la fisonomía de cualquier organismo viviente con el cual toma contacto, lo cual refuerza el suspenso. Para eso se vale de imágenes generadas a través de ordenador en un tiempo en que esto no era frecuente. Al punto en que convirtieron al film en un paradigma de cine comercial de primera línea.
Carolco Pictures, Pacific Western, Lightstorm Entertainment
Foto: Carolco Pictures, Pacific Western, Lightstorm Entertainment
Para la historia
En la primera “Terminator” a Schwarzenegger le confirieron unas pocas líneas de diálogo que, pese a todo, se volvieron muy populares. “Volveré” (I'll be back en el original) fue ubicada por el American Film Institute como una de las 100 mejores frases de la historia del cine norteamericano. “Terminator 2” no se queda atrás en la elaboración de frases para el imaginario colectivo. De hecho, “Hasta la vista, baby” marcó una época.
Algunos datos sirven para mensurar la relevancia que tuvo: la película obtuvo cuatro premios Oscar en los rubros técnicos, introdujo en el mercado numerosos juguetes que tuvieron gran éxito, terminó de sentar las bases para un franquicia que se extendió en varias cintas más (“Terminator 3: La rebelión de las máquinas”, “Terminator Salvation”, “Terminator: Génesis”, “Terminator: Dark Fate” y “Terminator: The Sarah Connor Chronicles”) y recaudó más de 500 millones de dólares en todo el mundo.
Como nota de color, en el final de la película James Cameron pretendió incluir una escena (que se encuentra en Youtube), una especie de epílogo, donde Sarah Connor ya anciana jugaba estaba en un parque con su hijo y su nieta. Finalmente se dejó de lado y fue acertado. Hubiese conspirado contra la gestación de lo que “Terminator” es: un mito.