Miércoles 17.11.2021
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A fines de los ‘50, ante la creciente competencia de la televisión, los estudios de Hollywood debieron desarrollar productos con valor agregado, que fueran capaces de atraer a un público cada vez más disperso. Bajo esa premisa, empezaron a apostar con mayor frecuencia a las superproducciones, en general basadas en temáticas históricas, modalidad que se proyectó hasta bien entrados los ‘60. De esta época datan obras como “Ben Hur”, “Cleopatra” y “Lawrence de Arabia”, que sobresalen por su espectacularidad.
MGMEn ese contexto, la Metro-Goldwyn-Mayer posó sus ojos en una producción musical que se había estrenado en Broadway en 1957. El título era “Amor sin barreras” y estaba basada libremente (los clásicos son completamente maleables y de ahí proviene su condición de tales) en “Romeo y Julieta” de William Shakespeare. Lo novedoso es que el libreto trasladaba la acción de la Verona shakesperiana al Upper West Side neoyorquino de mediados de los ‘50 y se centraba en una historia de amor surgida dentro del enfrentamiento entre dos bandas, los Jets y los Sharks, versiones modernas de las familias Capuleto y Montesco. Cómo señala la crítica Clara Kriger, “a partir de trasponer el drama de Romeo y Julieta a los guetos de Nueva York da cuenta de los conflictos raciales del momento”.
La versión cinematográfica de la obra teatral fue dirigida por Robert Wise y Jerome Robbins y se estrenó en octubre del año 1961, con enorme repercusión por las logradas coreografías, la potencia de la base argumental y la música de Leonard Bernstein, que le otorgó un anclaje emocional muy fuerte a la historia con su fusión de ritmos latinos y jazz. Cómo escribió el crítico Luis Martínez en El País de España, “Romeo y Julieta se trasladan a la ciudad de cristal y se marcan los más rumbosos bailes callejeros que se pueda imaginar. Cada milímetro de esta película es un regalo. La coreografía de Jerome Robbins, los títulos de crédito de Saul Bass y, por supuesto, la música de Leonard Bernstein-Stephen Sondheim. Rita Moreno arrasa y canciones como ‘América’ o ‘María’ quedan para el recuerdo de silbadores aficionados”.
“Amor sin barreras” (“West Sido Story” según su título original en inglés) no solamente ganó 10 Oscar de la Academia y se ganó un lugar privilegiado cómo ícono del devenir del cine musical hollywoodense, sino que además influyó en varias generaciones de cineastas, que prácticamente crecieron y se formaron como espectadores bajo la aureola de las superproducciones filmadas en esa época. Uno de ellos fue Steven Spielberg, quien llegó a decir que las del film de 1961 fueron las “primeras piezas populares que se pudieron escuchar en mi hogar”. Lo cierto es que, a sus 74 años el creador de “Jurassic Park” se dejó llevar por la tentación y dirigió la remake de “Amor sin barreras” que cuenta con un guión desarrollado por Tony Kushner (que acompañó a Spielberg en proyectos como “Lincoln” y “Münich”) y llegará a las pantallas el próximo 10 de diciembre.
Los adelantos que se conocieron hasta el momento no revelan muchos detalles del proyecto, pero permiten entrever que no será una copia fiel, sino de una mirada actualizada sobre las problemáticas expuestas en el original. Además, al contar con un director curtido como Spielberg está claro que tendrá una impronta comercial pero con rasgos autorales, tal como se puede observar en la mayor parte de su filmografía. Los protagonistas que reemplazarán en esta oportunidad a Natalie Wood, Richard Beymer, George Chakiris y Russ Tamblyn, serán Rachel Zegler, Ansel Elgort, David Alvarez y Ariana DeBose. Como dato de color, la actriz Rita Moreno, que interpretaba a Anita en la versión de 1961, estará nuevamente dentro del reparto, en otro papel acorde a su avanzada edad.
Amblin Entertainment, 20th Century StudiosFoto: Amblin Entertainment, 20th Century Studios
Un aspecto que la propia Moreno puso de relieve en una entrevista tiene que ver con la jerga utilizada por los personajes, que en la película original se proponía reflejar usos y costumbres de la época para profundizar su conexión con los espectadores. “Estoy ansiosa por ver qué va a hacer con eso. Obviamente algo del lenguaje tiene que ser actualizado”. Pero más allá de estos detalles, el inminente arribo del proyecto a las salas genera mucha expectativa en la industria cinematográfica, sobre todo porque la fecha original de presentación iba a ser diciembre de 2020 y se debió postergar por la pandemia.