El filme que ovacionó Venecia y se perfila para los Oscar
“Argentina, 1985”, una película con la santafesina Ana Díaz Vélez detrás de cámaras
La realizadora, se sumó al quinto largometraje de Santiago Mitre. Se estrena a fines de mes. El público podrá verla en la pantalla grande, pero únicamente en algunas salas pequeñas e independientes. Luego, será difundida por la plataforma Amazon. Ana, también trabajó en “El Clan” y “30 noches con mi ex”.
La película está basada en el Juicio a las Juntas, una causa en la que se determinaron las responsabilidades de los nueve militares que lideraron la última dictadura militar de 1976 y los crímenes de lesa humanidad cometidos.
El próximo 29 de septiembre, se estrenará “Argentina, 1985”, película basada en el Juicio a las Juntas, una causa en la que se determinaron las responsabilidades de los nueve militares que lideraron la última dictadura militar de 1976 y los crímenes de lesa humanidad cometidos. El filme cuenta con un elenco estelar encabezado por Ricardo Darín, como el fiscal Julio César Strassera; y Peter Lanzani, como Luis Moreno Ocampo, fiscal adjunto durante el juicio.
Allí, participa la realizadora audiovisual oriunda de Venado Tuerto, Ana Díaz Vélez (38), dentro del equipo que tuvo a su cargo la dirección del filme. Este, es el sexto trabajo de la joven dentro del mundo del cine, que ya hizo sus aportes en las películas “30 noches con mi ex”, “Días de Pesca”, “Casi leyendas” y “El clan”, dónde en estas últimas dos, apareció además como extra.
El filme cuenta con un elenco estelar encabezado por Ricardo Darín, como el fiscal Julio César Strassera; y Peter Lanzani, como Luis Moreno Ocampo, fiscal adjunto durante el juicio.
“La propuesta de trabajar en ‘1985’ me llegó a través de Cintia Martínez, que es asistente de dirección y que conocí durante el rodaje de ‘Limbo’ (serie de Star+ próxima a estrenarse), cuando empezó a abrirse la pandemia. Coincidimos y nos hicimos amigas”, contó a El Litoral. En simultáneo, recibió el llamado de Fernando Alcalde, reconocido asistente de dirección en el ámbito del cine.
“Me preguntaron si me interesaba y me terminé sumando al equipo de dirección. Empecé desde la pre producción, que implica el contacto con los actores y ver los guiones, entre otras cosas. El trabajo se terminó el último día de rodaje en el puesto de dirección. Después la peli siguió por muchos otros lados”, dijo.
Admitió que la experiencia “fue algo espectacular” y que la pudo ver con el equipo, periodistas invitados y gente amiga, antes de que participe en el prestigioso Festival de Venencia. “Me pasó algo muy fuerte, no solo por la historia que se cuenta, relata y de la manera en que está contada, sino también por lo que fue como desafío laboral. Se filmó en un contexto de pandemia donde todavía el uso de barbijo era súper exigente y los actores debían entender un poco como volver. Para muchos era la primera experiencia post pandemia volver a un set de filmación y para otros actores una primera experiencia (de película). Eso era exigente tanto para ellos como para nosotros los técnicos”, recordó.
Los primeros días de rodaje, llegaron con el inicio de julio del 2021, de la mano del invierno más crudo. “Grabamos muchas jornadas nocturnas. Arrancamos muy temprano en la mañana y eso sumaba cansancio. A la vez, después ver el producto terminado y en el cine, me generó mucha satisfacción. Cada escena y cada momento, me recordó donde estábamos filmando, la locación, el horario y que pasó ese día. Hubo momentos donde todo pasaba por un ‘tubo’ y otros que se complicaban por miles de temas”, graficó.
La película, tuvo una pre producción “larga” para el equipo. En ese marco, una vez que se leen los guiones, existe un desglose de personajes, locaciones y tareas varias: “Yo lo que generalmente hago es encargarme de lo que es el elenco. Hablar con actores, actrices, citarlos para pruebas de vestuario, maquillaje, ensayos, coordinar agendas en ese sentido con el director y después durante el rodaje, estar juntos todo el tiempo".
Luego, la labor continúa: “Tenemos que citarlos día a día, pasar las escenas que les tocan y acompañarlos en el set. Aunque puedo a veces dar ‘acción’ o estar detrás de una puerta avisando por handy al actor cuando tiene que salir. Parecen cosas fáciles, pero no siempre lo es con respecto al trato con actores. De todos modos, me encanta y me divierte, como en todos los laburos”.
Además, tuvo que remitirse a los libros y la historia de nuestro país. “Vi lo que existe real sobre el Juicio a las Juntas, el alegato final y el famoso ‘Nunca más’ del fiscal Julio César Strassera. Marcamos ciertas partes que coinciden con el guion. Lo que hacíamos era ver esas imágenes y reproducirlas en la película. A ese trabajo lo van a notar”.
Rescata la experiencia de haber trabajado con Santiago Mitre, al que define como un director que “tiene claro lo que quiere” y lo que busca. “Las jornadas fueron llevaderas. Se la pasó bien en el set, algo que está bueno y es necesario. Son muchas horas que se pasan ahí. Se disfruta y más haciendo algo que a uno le gusta”, remarcó.
Es para mencionar que fueron cerca de 11 semanas de rodaje, incluido dos días en Rosario y dos en Salta, donde Ana viajó especialmente. El resto, fue filmado todo en Capital Federal.
“Sobre las repercusiones, vi algo de Venecia. La verdad que no le doy tanta bola a eso. Me cuesta un poco ser objetiva, sobre todo con las películas en las que participé. Cuando disfruto el trabajo, puedo ser crítica. La vi una sola vez y cuando salí, me emocionó mucho. Me interpeló, por cómo está contada, lo que fue para mí ese desafío laboral. Es difícil criticarla. Hay que ver que dice la gente cuando salga, sobre todo si vivió en Argentina en esa época”, se explayó.
Escalones, de a uno
Ana, terminó el colegio en el 2002, en la Escuela de los Padres. Luego, estudió en la Universidad Abierta Interamericana (UAI) de Rosario, producción y realización audiovisual. En el 2010, se instaló en Capital Federal y empezó a trabajar K&S Films, una productora argentina de cine, fundada en 2005 por Oscar Kramer y Hugo Sigman, de las más respetadas en el país.
Allí, hizo con el tiempo su propio camino. Estuvo como recepcionista: atendía el teléfono, hacía fotocopias, recibía a quienes iban a reuniones y llevaba el café. “Aprendí un montón y conocí mucha gente”, admitió. También hizo trabajos de fotografía social.
En esa firma, se fue moviendo por las diferentes áreas, pero sin dejar ese lugar de administrativa. “Siempre intenté estar cerca de los rodajes, aprendiendo un poco de todo. Agradezco haber estado ahí porque se abrió una puerta a todo lo que sigue y siguió”.
Luego, valoró: “K&S me hizo recorrer varios lugares y conocer el proceso de armar una película. El paso a paso, que para mí es fascinante. Al día de hoy, disfruto estar en el set, al lado del director y la directora. Siempre detrás de cámara. El cine me gusta mucho. Por eso me veo siempre cerca de un set de filmación”.
Su primera experiencia con el cine y la que más atesora, es del 2012, junto al director Carlos Sorin.
“Fue muy enriquecedora. Trabajé en ‘Días de pesca', la peli que más me marcó porque fue la primera experiencia en cine real. Cada vez que hablo de esto me pone muy feliz por lo que aprendí ahí y por haber compartido un set de filmación con Sorin”.
En la gran mayoría de sus trabajos, hizo dirección. En “El clan”, estuvo en el segundo equipo de dirección con la venadense Florencia Momo, con quien se ocupaba de la preparación de actores al momento de llevarlos al set, como primer ítem de tareas.
“Fueron muchas semanas, pre producción larga y rodaje intenso. Pablo Trapero (el director) filma mucho. Son jornadas extensas y cargadas. Insisto en que cuando un laburo te gusta, se disfruta. En definitiva, está bueno y agradezco haber estado ahí en esa película”.
Ana, explicó que en el “mundo de los famosos”, se maneja y se lleva muy bien con los actores. “No me tocó famoso difícil. Por lo general son buena onda. A veces, según el grado de ‘famoso’ que tengan, tienen más temas para ir caminando por la calle. Me pasó el año pasado en Rosario que justo era el cumple de Peter Lanzani cuando grabamos algo de ‘1985’ y fue una horda de fans a saludarlo. Ahí estuvo divertido, nunca había vivido tanto escándalo por un famoso”, rememoró sonriente.
En esta línea, ponderó: “Peter es tan divino que lo llevamos muy bien a todo, de hecho, hasta organizamos que se saquen fotos una a una las personas que lo fueron a ver en ese momento a Rosario. Con Darín bien también, obviamente que no hay nadie que no lo salude cuando lo cruza, siempre con gestos buena onda, las fotos si hay tiempo las hacemos y si no, les explicamos que no se puede y todo bien”.
Ana no duerme
Esa vida alrededor de una película, implica mucho tiempo antes de un rodaje “meterse” de lleno en el trabajo. “Generalmente la película o las producciones se apoderan de la vida de uno. Son muchas horas por día que estamos en el rodaje y eso por momentos hace que la vida personal se ponga un poco en pausa, sobre todo por los ritmos. La pre producción es más organizada en cuanto a la cantidad de horas, pero una vez que arranca el rodaje las cosas se ponen un poco más intensas”.
Admite que el rodaje es lo que más le gusta, porque es donde “vemos lo que leímos en los guiones, ese proceso en el que los actores hacen realidad lo leído meses antes”. “Es muy interesante observar a los directores cómo dirigen a los actores, cómo todas las áreas interactúan para llevar acabo el producto final, la película o la serie”.
Por otra parte, debió moverse mucho y viajar. Estuvo viviendo tres meses en República Dominicana, haciendo producción para unos realities de televisión. Después en Asunción, Paraguay, para una película sobre el Gauchito Gil y en Montevideo, Uruguay, para lo que fue el documental del Pepe Mujica.
Finalmente, adelantó que está trabajando en una nueva producción de Disney, de la que no puedo decir mucho, “solo comentar que tiene música, baile y bastante show. Es divertido y es algo que nunca había hecho”.
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