Un motor siempre encendido para generar nuevas canciones

Se necesitan varios términos para dar con el perfil artístico de Seba Dorso: “compositor”, “pianista”, “cantante”, “autor”, “creador”, “intérprete”. Pero el punto en común entre todos ellos es la “canción”. Que nace y crece, en el caso de Seba, nutrida por la música argentina y sudamericana. En cada una se perciben los ecos de Gustavo Leguizamón, Chico Buarque, Luis Alberto Spinetta, Horacio Salgán, Jaime Ross y Fito Paez.

Dorso llegó al mundo musical siendo apenas un niño y atravesó con el tiempo varios lugares. Tras integrar distintas formaciones e incursionar en diversos géneros, entre 2007 y 2018 compartió un proyecto con Marcos Monk en el que compusieron e interpretaron sus propias canciones, que se inscriben en la nueva canción argentina.

Así, compartió escenario con Caetano Veloso, Gilberto Gil, Raúl Carnota, Carlos Aguirre, Eduardo Spinassi, Carlos Moscardini, Franco Luciani, Lilián Saba, Marcelo Chiodi, Ramiro Gallo, Cuartoelemento y Analía Rego, entre otros. En 2018 comenzó su carrera solista, y desde entonces se presenta interpretando su música en diversos escenarios de Buenos Aires. Desde 2020 se presenta en la formación actual de trío, junto a Diego Rodríguez en contrabajo y Agustín Pietribiasi en percusión. Con ellos presenta su nueva obra solista discográfica “De nuevo el presagio”.

Este álbum reúne cinco canciones sin un género definido pero con un concepto, una estética y una búsqueda artística en común. Sobre eso, sus búsquedas, sus proyectos y sus ideas, Seba formuló varios comentarios a este medio.

“Hay un motor siempre encendido que me lleva a hacer nueva música, nuevas canciones. Tengo períodos más productivos que otros pero eso está siempre y vuelve una y otra vez. En este caso puntual, se sumó el hecho de que cuando se consolidó la formación de trío empecé a componer específicamente para esta agrupación y para estas personas. Y, llegado un momento, quisimos registrar ese resultado”, expresó en primer término.

Respecto al título, “De nuevo el presagio”, indicó que es “el comienzo de una forma de hacer música pensada para una formación y es, para mí, un punto de llegada pero también un punto de partida y un presagio de lo que puede venir. Es un paso más en mi camino en la música, un paso contundente con el que estoy muy conforme, y me gusta pensar que hago música que cada vez más se acerca a lo que quiero hacer, a lo que suena en mi cabeza o en mi espíritu”, aseguró.

Los desafíos

-En este álbum, trabajaste en formato trío con Diego Rodríguez en contrabajo y Agustín Pietribiasi en batería y percusión. ¿Qué desafíos y ventajas encontraste al colaborar en este formato?

-Las ventajas fueron enormes y están a la vista, o al oído mejor dicho. Son dos musicazos y personas muy queridas y es siempre un gran aprendizaje hacer música con ellos. Mejoraron todas las canciones a la enésima potencia. Así podría seguir hablando de todas las virtudes que tiene esta conjunción, pero me interesa responderte de los desafíos, porque los hubo. En principio, trabajar sobre ideas no terminadas, probar cosas que luego no resultaban, hacer trabajo de laboratorio sobre mis canciones, era algo a lo que no estaba acostumbrado. No era habitual que mostrara a nadie una canción a medio terminar, o con una letra que no me convenciera. Eso implicó abrirme y confiar. Por momentos me costó hacerlo, no lo voy a negar. Pero al final fue un proceso muy rico en lo personal para mí.

El cambio

-El álbum incluye canciones con una narrativa conjunta como la “Suite del Presagio” ¿Podés hablarnos más sobre el concepto de estas canciones?¿Qué temas o emociones exploras en tus letras?

-Estas tres canciones, las tres primeras del disco, tienen muchas cosas en común. Por empezar, no son canciones que “salieron un día” sino que tienen mucho trabajo, desde la composición musical, los arreglos, y las letras. Las tres son largas, y cada una de ellas tiene por lo menos dos secciones diferentes entre sí. Me tomó mucho tiempo, y se nota el artificio. Lo de la suite es algo que encontré luego, viendo que las tres canciones hablan del cambio, de los cambios, de lo que cambia y lo que se estanca, de lo que se repite una y otra vez.

Referentes y pianos

-Al señalar tus influencias, mencionás a Gustavo Leguizamón, Chico Buarque y Luis Alberto Spinetta. ¿Están presentes en tu estilo y sonido?

Yo creo que sí, son grandes referentes y los escuché, toqué y canté mucho. Es inevitable, y tampoco hago mucho por evitarlo. Cuando escucho "mi casa es más grande que esto", el estribillo parece directamente robado de alguna canción que Spinetta no hizo nunca. Pero también escucho mucho en mi música a Fattorusso, a Fito, a Edgardo Cardozo. A muchos realmente.

-A la par, tenés una formación en piano clásico. ¿De qué manera influyó la música clásica en tu enfoque hacia la música contemporánea?

-Más que nada por la música que pude conocer y estudiar, y que escucho y amo mucho. Y por supuesto en las herramientas que me otorgó esa formación en el piano.