Miércoles 9.8.2023
/Última actualización 20:59
Juan Lorenzo, figura destacada en el tango nuevo, es versátil: compositor, arreglador, guitarrista, cantante y artista plástico. Miembro del influyente grupo Bombay-Bs As desde 2000, grabó 9 CDs y ganó premios Gardel. Su destreza en guitarra y arreglos es reconocida en el tango y folclore nacional e internacional. Docente en la Escuela de Música Popular de Avellaneda, su libro “Sonidos Humanos” combina arte plástico y musical. Su rica trayectoria incluye varias obras y colaboraciones en la escena musical. El reciente lanzamiento de “Alto Ruido” su segunda propuesta solista lo muestra activo.
“La concepción inicial fue integrar en un solo trabajo, composiciones propias y versiones/adaptaciones mías para guitarra solista de obras de talentosas/os compositoras/es del tango actual vivos, a quienes admiro profundamente y con quienes he compartido hermosos momentos en la vida y en la música: María Laura Antonelli, Pablo Sensottera, Alfredo “Tape” Rubín, Mauricio Pieroni, Alejandro Guyot y Elbi Olalla”, afirmó en una entrevista concedida a este medio.
Gentileza Nicolás Foong“Luego de una cuidadosa escucha del panorama musical del llamado tango nuevo, hice una selección de las músicas con las que me identificaba y veía posible su realización en la guitarra, ya que hay muchas músicas maravillosas de otros compositores/as actuales pero que no son ‘guitarrísticas’, es decir, es muy difícil que encuentren su adaptación en la guitarra por ciertas características técnicas y sonoras del instrumento”, agregó.
El eje temático y estético de las composiciones, tanto en lo instrumental como en sus letras, recorren diversas situaciones y miradas sobre la vida urbana en esta ciudad y sus periferias, mirado y vivido desde adentro y desde abajo. “Desde el durmiente de quebracho del ferrocarril Belgrano Sur a las aguas espesas de aceite del riachuelo, una piba que baila descalza un tango hembra con otra piba en una milonga con los nuevos códigos gracias a la necesaria irrupción de los feminismos en el mundo del tango y en la vida cotidiana, los días más extraños vividos en la cuarentena y unos pibes de esquina sin rumbo ni sol en la vereda”, expresó el artista.
“El nombre ‘Alto ruido’ nace gracias a mi hijo Lautaro, durante el proceso de elaboración y ensayo de las músicas que iban a integrar este trabajo, en la cocina de nuestra casa mientras me escuchaba tocar la introducción de mi arreglo de Puente Pueyrredón de Pablo Sensottera, que comienza con unos golpes sobre el puente de mi guitarra que buscan evocar el sonido de una de las tantas manifestaciones que ocurren sobre dicho puente, exclamó: ¡uhh alto ruido!”.
-Justamente “Alto Ruido” está atravesado por la pandemia y la triste circunstancia del fallecimiento de tu hijo Lautaro. ¿Cómo fue ese proceso de canalizar emociones y experiencias tan fuertes y personales en la música?
-Este trabajo está marcado y atravesado por la pandemia y el hecho trágico que divide mi vida en dos, la muerte de mi amado hijo Lautaro a sus 15 años el 25 de diciembre de 2020. La muerte de un hijo trae aparejada una profunda crisis existencial de derivaciones inciertas. Todas mis composiciones y los arreglos de las otras músicas fueron realizados antes y durante la pandemia y son anteriores a este hecho, lo cual ha hecho que me haya formulado numerosas preguntas y conflictos con respecto a mi vida y por ende a mi música y mi actividad como artista plástico.
Este hecho cambió mi percepción de la vida y la muerte y de mis creencias espirituales, es como un tsunami que arrasa y convulsiona todo mi ser, es preguntarme por el sentido de mi existencia y por ende todo que hago artísticamente está incluido, la cuestión es darle un nuevo sentido a la vida día por día. Volver a darle un sentido a mi arte en un principio como sobrevivencia y luego intentar trascender es una tarea cotidiana, este trabajo es una afirmación del amor por la vida y por sobre todo un homenaje a la memoria y la vida de mi hijo Lautaro, la inclusión e intervención sobre su música póstumamente es un extraño privilegio que la vida me ha deparado que no puedo dejar de hacer, atravesando el profundo dolor para dar a conocer su legado.
Gentileza Nicolás Foong-En tu disco, buscás aportar aires renovados al movimiento del Tango Nuevo. ¿Cómo lográs mantener la esencia del tango tradicional mientras le brindás un enfoque contemporáneo?
-Busqué profundizar en una estética sonora contemporánea, tanto en lo melódico como en lo armónico y en la concepción de los arreglos tanto en mis composiciones como en los temas de otros compositores.
Lo que más me ha interesado es plasmar una dialéctica sonora, desde el sonido de un instrumento tan característico y fundacional para nuestras músicas populares como es la guitarra, dar cuenta del paso del tiempo desde la memoria histórica popular y lo tradicional a nuestra contemporaneidad, los sonidos y ruidos de nuestro mundo ya no son como los de antes, un choque de autos, los gritos, las voces, los arrastres de los carros de cartoneros, el silencio atronador de los días de cuarentena por la pandemia, la forma de escuchar y hacer sonar la música, todo esto nos ha cambiado sustancialmente y nada suena como hace 40 años , esta es nuestra realidad y espero que sus ecos y resonancias se escuchen desde mis cuerdas y mi voz.
-¿Cuál es la importancia de la guitarra como el instrumento predominante en tus composiciones para este álbum?
-La guitarra es mi instrumento único y fundamental, desde donde concibo, pienso y compongo toda las músicas, tanto en canciones como instrumentales, a través de la guitarra me he formado musicalmente y he podido tener una idea de la historia y desarrollo de la música popular y otras expresiones, es importante conocer la historia de la música para saber donde estoy ubicado en mi tiempo y cual es la música que hoy tengo que dar. Este trabajo lo he concebido desde la guitarra y la voz como única sonoridad predominante, pensando en la larga tradición popular del trovador criollo, poeta y compositor que se acompaña con su guitarra.
Gentileza Camila Verón-Desde tu función como docente en la Escuela de Música Popular de Avellaneda, ¿Cómo ves el impacto del tango en las nuevas generaciones de músicos?
-Desde el año 2009 soy docente de la cátedra guitarra tango en la EMPA, y he podido ser parte de una muy interesante experiencia, observar el recorrido en la formación de varias generaciones de músicos muy jóvenes que hoy son ya artistas, compositores e instrumentistas que tienen una muy activa participación en el panorama del llamado tango nuevo. Lo importante es la relación dialéctica que hay entre nuestras generaciones, las anteriores -nuestros maestros- y las nuevas, hay peñas en donde ya se interpretan íntegramente tangos del nuevo repertorio contemporáneo más que los viejos clásicos, cosa que creo que revitaliza la mirada sobre éstos. Es muy gratificante observar el enorme incremento de las mujeres en todas las áreas del género, pero sobre todo en la composición de letras y músicas, aportando un nuevo repertorio en donde la cuestión de género y diversidades, la problemática de la violencia machista, temas sociales, políticos y culturales de actualidad vistos desde el punto de vista femenino es absolutamente necesaria para el tango actual.
Gentileza Camila Verón-¿Qué proyectos musicales y artísticos tenés en mente para el futuro?
-En principio siempre estoy trabajando en nuevas composiciones que formarán parte de futuros trabajos, pensando en cómo serán presentados, que formación voy a necesitar, ¿será en guitarra sola? con otros instrumentos? con otros intérpretes? Cuando crea que “Alto ruido” haya agotado las instancias de difusión necesaria para que mis músicas se den a conocer, tendré más claridad para encarar estos nuevos proyectos.