En su nuevo álbum, “Swingin’ María Elena”, la banda explora la diversidad musical de la poetisa y cantautora argentina, desde el jazz hasta el bluegrass.
“Hacer este homenaje era una deuda pendiente”, consideraron desde el grupo. Foto: Gentileza Ana Luz Crespi
En su último trabajo, el álbum titulado “Swingin’ María Elena”, el cuarteto Jivers rinde homenaje jazzístico a María Elena Walsh. El disco celebra la diversidad musical de la icónica poetisa y cantautora, que exploró géneros como el jazz, el twist, el bluegrass, el folk y otros. Jivers resalta el vínculo entre estas canciones destacando la influencia del music hall y el cabaret parisino en su obra.
En la grabación, la banda contó con la colaboración de músicos invitados como Juan Klappenbach, Germán Weigert y Ricardo Lew, quien tocó con María Elena en los años 70. Con una trayectoria desde 2012 y cuatro álbumes editados, Jivers se destacó en la escena del jazz de Buenos Aires y participó en festivales y eventos tanto en Argentina como en Europa.
Foto: Olaf Hellmuth
“María Elena es una figura imprescindible en la cultura argentina y mundial. Estuvo presente en diferentes etapas de nuestra vida: hemos cantado sus canciones primero como hijos y ahora como padres. Hace años notamos que gran parte de sus clásicos estaban muy vinculados al swing y sus distintos géneros: el jazz, el blues, el twist, el boogie woogie, el bluegrass”, expresaron desde la banda a este medio.
“Adaptar este repertorio a nuestro estilo fue, al menos desde lo rítmico, muy sencillo: bastó con resaltar ese gen ‘jazzero’ que ya poseían. En ese sentido, este grupo de canciones, al igual que el repertorio habitual de Jivers, tiene sus cimientos en la música tradicional norteamericana de las décadas del 20 y 30”, agregaron desde el grupo que integran Daniel Schneck, Checha Naab, Juan Martín Yansen y Juan Cristóbal Barcesat.
Foto: Olaf Hellmuth
Selección
Respecto al proceso de selección de las canciones, indicaron que, en un principio, se limitó a aquellas canciones que ya pertenecían al género (“Canción de la vacuna”, “El reino del revés”). “Luego fuimos ampliando el repertorio e incluso adaptamos canciones que originalmente no eran swingueras. Tal es el caso de ‘Canción para bañar la luna’, que fue grabada por María Elena en un ritmo que recuerda, por un lado, a los huaynos del noroeste argentino y, por el otro, a la música de oriental. Nosotros hicimos nuestra versión convirtiéndola en un blues. Tal vez, nuestra canción favorita sea ‘El show del perro salchicha’, que por sus características rítmicas y armónicas se presta perfectamente para nuestra reinterpretación”, indicaron.
Influencias
-En el álbum, mencionan la influencia del music hall, el cabaret parisino y el varieté en la música de María Elena Walsh. ¿Cómo incorporaron estas influencias en su versión "jazzera" de sus clásicos?
-En realidad, siempre hubo un “ida y vuelta” entre todos esos géneros escénicos y el jazz tradicional. Durante décadas, los llamados standards de jazz, surgieron de la comedia musical (el espectáculo norteamericano por excelencia). Durante gran parte del siglo XX los números del teatro de variedades en Estados Unidos y Europa abrevaron en un lenguaje musical netamente jazzístico. De algún modo, en este álbum intentamos devolver al jazz tradicional las influencias que indirectamente tuvo María Elena Walsh a lo largo de su vida, gracias a su evidente gusto por estos géneros. De hecho, sus primeros espectáculos infantiles eran en forma de varieté.
Foto: Gentileza producción
El desafío de una mirada fresca
-¿Cómo describirían la experiencia de trabajar en este proyecto en comparación con sus álbumes anteriores? ¿Qué desafíos enfrentaron al adaptar las canciones de María Elena Walsh al estilo de Jivers?
-Desde hace un tiempo, hacer este homenaje era una deuda pendiente, por lo que atravesar el proceso de producción y finalmente ver la concreción de este álbum fue muy gratificante. Como dijimos, la mayoría de los temas "calzaron" perfectamente en la articulación rítmica propia del estilo que nosotros tratamos de recrear: ese hot jazz más tradicional de alrededor de 1930. Por lo demás, el proceso de maquetación y arreglos de los temas fue muy similar al de los anteriores discos, siempre inspirados en los arreglos vocales con "armonías cerradas" típicos de grupos como The Mills Brothers o The Boswells Sisters. Por otro lado, en este cuarto disco nos permitimos incluir más invitados y ampliar un poco la formación (batería, instrumentos de viento, etc). Además, nos dimos el lujo de contar con el aporte musical de uno de los más importantes guitarristas argentinos, Ricardo Lew, quien fue acompañante y sesionista de María Elena Walsh en la década del 70. El mayor desafío fue quizá, darle una mirada fresca a las canciones de María Elena, respetando el espíritu original de los temas, respetando sus melodías y - al mismo tiempo - no salirnos de nuestro estilo (que cronológicamente es muy anterior a Walsh). Algunas canciones tienden a sonar repetitivas o no poseen estribillo (como “Canción de tomar el té”), con lo cual debimos ponernos creativos a la hora de confeccionar los arreglos.
Joyas olvidadas
-¿Cómo ven la relación entre la música de María Elena Walsh y el jazz en general? ¿Creen que su música ha influido en el desarrollo de otros estilos musicales en Argentina?
-Al encarar este proyecto, nos llamó la atención que, hasta este momento, el jazz argentino había ignorado o pasado por alto estas joyas swingueras de María Elena. En sus primeros discos de la década del ‘60 se puede apreciar un magnífico trío de jazz (del cual se desconoce a sus integrantes) formado por banjo, contrabajo y batería, acompañando a sus melodías. Existe un homenaje fantástico que hizo el grupo Escalandrum, liderado por Pipi Piazzolla, junto a Elena Roger en clave de jazz contemporáneo. Sin embargo, en este caso el objetivo no parece ser “rescatar” ese swing tradicional que ya poseen las canciones, sino llevarlas a un terreno mucho más moderno, tengan originalmente swing o no (por ejemplo la canción Como la cigarra). Creemos que la influencia de María Elena no se mide tanto en su injerencia en otros estilos musicales argentinos, sino que principalmente aflora en muchos de los géneros infantiles (tanto musicales como teatrales y literarios) que le sucedieron hasta hoy en día.
Foto: Laura Mastroscello
Redescubrimiento
-Finalmente, ¿qué mensaje o emoción esperan transmitir a su audiencia con "Swingin' María Elena"? ¿Qué desean que los oyentes se lleven después de escuchar el álbum?
-De los que, como nosotros, crecieron junto al maravilloso y delirante mundo de María Elena, esperamos que redescubran y re-disfruten estas canciones tanto como lo hacemos nosotros al interpretarlas. De los que no conocen el jazz (o dicen que no les gusta), esperamos que le den una oportunidad a este género vibrante y fresco que seguramente les recordará a la música que sonaba en los dibujitos animados a la hora de la merienda. Y lo más importante: de los que no conocen a María Elena, esperamos que este disco los deje sedientos de conocer más de ella y su enorme obra. Esperamos que todos nuestros oyentes resuenen, bailen y se emocionen con estas historias alocadas; que abuelos, padres y nietos sorteen ese abismo generacional y se encuentren en un abrazo swinguero.
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