Domingo 28.4.2024
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La charla tiene derivas inesperadas, pero todas ellas exquisitas. El consenso previo indica dos o tres puntos de partida, pero la potencia del personaje, sus pasiones, sus experiencias, sus reflexiones, hacen que el ida y vuelta vaya por direcciones insospechadas. El actor Julio Chávez, participó en forma virtual en la apertura de la nueva temporada (la novena) de la Escuela de Espectadores de Santa Fe y en ese marco accedió a una entrevista exclusiva con El Litoral. Allí reflexionó sobre las sensaciones que le generan un espacio de tales características. Y sobre la obra de teatro que estrenó a principios de abril y que lo tiene como creador y protagonista principal, que lleva por título “Lo sagrado”.
“Conozco el trabajo de las escuelas de espectadores he ido una o dos veces inclusive y hasta me hicieron una distinción. Conozco a Jorge Dubatti (el impulsor de este tipo de espacios y uno de los referentes del que funciona en Santa Fe) y conozco su emprendimiento. Pero no estoy tan familiarizado con la actividad profunda que hacen. Sé que se encarga de establecer un nexo entre el espectáculo y los espectadores, que se hacen ejercicios para pensar y mirar. Cosa que, te diría que, a veces no hacemos quienes hacemos teatro desde el escenario. Porque al teatro también lo hace el espectador, pero los que estamos en el escenario, pocas veces nos reunimos para debatir como espectadores inclusive sobre lo que está sucediendo. Y mal no nos vendría, para nada”, manifestó.
GentilezaPara Julio, de larguísima experiencia en la actuación no sólo teatral sino también televisiva y cinematográfica, pensar en torno a un espectáculo no es tarea fácil, lo cual hace valorable a la figura de la escuela de espectadores. “Que tiene, sin lugar a dudas, la intención de que cada cual vea que hacer con lo que se le presenta, cómo piensa aquello que se le pone enfrente y hacer de eso un ejercicio, que inclusive sirva para poder diferenciar lo que es una mirada un punto de vista”, apuntó. “La escuela de espectadores es un lugar de encuentro y todo lugar de encuentro es bienvenido sobre todo cuando tiene que ver con pensar, mirar y debatir”, añadió.
Sin embargo, trazó una observación. “El único tema que me parece que debe ser bien complicado para la escuela es cómo desarrollar el hecho de que pensar no significa estar de acuerdo. Que no importa si las miradas coinciden, lo que importa es que la ocupación coincida, o sea, la ocupación de mirar y pensar las consecuencias de ese mirar. Al pensar, es muy posible que las miradas no coincidan y ahí se arma el quilombo. Porque es imposible pensar y al mismo tiempo estar de acuerdo”, señaló.
En 2015, cuando se presentó con una de sus obras en la ciudad de Santa Fe. Foto: Archivo El Litoral / Mauricio Garín“Porque estamos padeciendo algo que es un beneficio también y es la posibilidad de que entendemos que uno puede tener una mirada personal y particular. Hace 300 años, la Academia, la Iglesia o las instituciones determinaban qué era arte, qué no era arte y cómo había que interpretar las cosas. De manera que lo que en un momento era el silencio absoluto hoy pasó a ser el ruido absoluto. Antes nadie hablaba, ahora hablamos todos. Lo cual también es atractivo, porque estamos en un problema. Cada cual va a tener que determinar qué cree que es verdad y qué cree que es mentira. En el arte antes lo decretaban las academias o los emperadores. Hoy, la pregunta qué es arte es como dinamita. Hay que tener coraje de decir ‘yo soy el arte’. Espero que la escuela sirva para que el espectador contemporáneo se avive de eso y comprenda que hoy decir ‘qué es arte’ es una ocupación muy complicada”.
Chávez estrenó el 12 de abril “Lo sagrado”, una obra teatral que escribió él mismo junto a Camila Mansilla y en la cuál actúa junto a Rafael Federman, Eugenia Alonso y Claudio Medina. La sinopsis indica que Rafael es filósofo y escritor, vive desde años en un pequeño pueblo en la playa. “Acaba de terminar un libro autobiográfico y sorpresivamente recibe la visita del hijo de su antigua pareja con el que convivió”.
En acción, en "Lo sagrado". Foto: Gentileza producción“En un sentido, lo sagrado es lo que se está intentando poner sobre el tapete. No es, de ninguna manera, un objeto concreto a través del cual la obra diga “esto es sagrado”. Sino que se está poniendo una pregunta. Primero, está poniendo sobre el tapete un hecho: que todavía nosotros, hombres y mujeres tenemos la experiencia de lo sagrado, tal vez oculta, tal vez en silencio, tal vez silenciada. Es una palabra muy pesada hoy por hoy, cuando en un momento no lo era. Si vos parás a alguien y preguntas que es “sagrado”, es un problemón. De manera que queríamos hablar también sobre lo sagrado, sobre la conciencia, que también de alguna manera es un elemento que para nosotros, para Camila y para mí, es un elemento importante. Volver a preguntarnos qué ejercicio de conciencia hacemos”, expresó el actor.
“Al protagonista de la obra se le hace presente una experiencia donde, de pronto, se le está preguntando acerca de qué es para él sagrado. Y hay que tomar una decisión. Hay momentos en la vida en los cuales vos podés hablar mucho, pero tenés que tomar una decisión ética y estética. Y de alguna manera lo que lo que nuestra obra cuenta es esa situación que te obliga, te interpela a tomar una decisión frente a un hecho. Tiene que ver con lo que hablábamos antes. Un artista y hasta un espectador de alguna manera está obligado a esto. Si bien sabemos que no hay “un” arte, uno finalmente se pone en la filas de una cierta estética, de una cierta ideología y hay momentos en los cuales toca tu puerta una experiencia que te obliga a demostrarlo. A que se transforme en acción y no en palabras solamente. Momentos en los que el pensamiento y la acción están obligados a convivir”, agregó.
En una entrevista reciente con el diario La Nación, Chávez afirmó que el teatro, en estos tiempos, es un acto de resistencia. Consultado al respecto, afirmó “yo no hago teatro porque quiero hacer un acto de resistencia. Lo hago porque es el espacio en el cual he decidido ejercitar mi condición de humano, que es pensar. Pero siempre pensar es un ejercicio de resistencia. En cualquier área de pensamiento. De manera que, en el mismo momento en el cual vos haces ese ejercicio, vienen infinidad de cosas. Desde el sentido común, la vida, las necesidades, las políticas, las conveniencias económicas, las circunstancias del territorio en el cual vivís, las circunstancias de tu vida. Son todos elementos que de alguna manera están ahí para limitar, dificultar el ejercicio del pensamiento”, explicó.
“Entonces, de alguna manera en el mismo momento en el que vos te pones en marcha para construir la mirada sobre un asunto determinado en ese mismo momento, la vida empieza a golpear la puerta para interceder. Los hijos, el perro que ladra, la lluvia, el exceso de frío, el dengue, la situación económica, el lavarropas que se rompe. Frente a todo eso aparece la pregunta ¿Qué hago yo construyendo ficciones, qué hago yo construyendo cosas que, en verdad, son absolutamente inútiles. Porque justamente eso es el arte. Eso es pensar”, cerró.
GentilezaLa Escuela de Espectadores de Santa Fe, que comenzó el 19 de abril con la participación de Chávez, tendrá continuidad en el mes de mayo (el viernes 17) con un segundo encuentro, en el cual se abordará el tema “El cuerpo en escena”. En ese segundo encuentro, se sumará el Taller de escritura para crítica teatral. La información estará a disposición en las próximas semanas en la página web del Centro Cultural Provincial.