Jueves 29.2.2024
/Última actualización 17:12
“Arácnidas” es una obra de teatro inédita del género comedia que se desarrolla en un acto único. Relata el reencuentro de dos amigas que comparten sus vidas y pensamientos entre mates y charlas, sin saber que un secreto amenaza con destruir su vínculo para siempre. La propuesta, que se estrena este jueves 29 de febrero a las 20 en la sala “La 3068” (San Martín 3068) aborda temas como la amistad, el amor y la traición, en clave de un humor simple que invita a los espectadores a “desenredar la profundidad de la sencillez de sus diálogos, girando éstos en torno, permanentemente, al título de la obra”.
La dramaturgia es de María Agustina Arriola y Valentina Muzzachiodi, la dirección es de Arriola, las actrices son Muzzachiodi y Antonella Penissi, la asistencia de dirección está a cargo de Morena Irasuegui, el diseño de luces, escenografía y vestuario llevan la firma de Melissa Gastaldi, el diseño y la comunicación son de Lara Cereijo y la producción la lleva adelante Agustín Sánchez.
Gentileza producción“Tanto el texto dramático como la puesta en escena, se encuadran dentro de la poética del realismo, fusionándose, por momentos, con el melodrama. Del mismo modo, se construye la ‘idea’ de cada personaje en su configuración interna y en sus caracterizaciones, apelando las actrices a la alternancia de registros realistas y melodramáticos. Ambas actrices intercalan canto y baile dándole una cadencia y un dinamismo a la puesta que va en sintonía con lo que propone”, explicó Arriola a este medio, en las horas previas al primer contacto con el público.
La obra ocurre en la casa de Lucía, una de las protagonistas, que está preparando su casa para el encuentro con su amiga Belén, después de un viaje que hizo ésta a Chajarí, Entre Ríos. “Desde el principio, se plantean ambos personajes como opuestos: Lucía es una obsesiva del orden y de la limpieza, es oficinista, estructurada y sistemática en sus acciones. Belén es todo lo contrario, un alma aventurera, libre, se viste con colores y es efusiva. Se encuentran, como siempre, para charlar de sus vidas. Lucía está en pareja hace 4 años con Ramiro y convive con él. Ramiro es un personaje que se menciona, pero que no está en escena”, explicó Arriola.
Nacimiento de las “arácnidas”
Respecto al origen del proyecto, la directora lo relaciona con Mari Delgado, profesora de la Escuela Provincial de Teatro y a su constante incentivo para que los alumnos sean gestores de sus propios proyectos creativos. “Así, en enero de 2023, a través de una canción aleatoria, Vale me escribe. Con Vale hace tiempo queríamos trabajar juntas. El proceso de escritura total nos llevó alrededor de cuatro meses. Al terminarlo, debíamos determinar si llevarlo a cabo ese mismo año, buscando y formando un elenco, o simplemente registrarlo en Argentores y dejarlo en el ‘tintero’ hasta que decidamos en conjunto llevarlo a escena”, contó.
Gentileza producciónLa última opción no fue necesaria: luego de evaluarlo por unos días optaron por conformar un equipo para intentar presentarla en ese año. “En este momento, comienza la ‘segunda fase’ de este desafío. La primera fase era escribir en conjunto nuestra primera obra de teatro, algo que no tenía precedente para ninguna de nosotras. A su vez, no contábamos con conocimientos de los tiempos que esto requería, por ejemplo, los trámites relacionados con el registro de la obra y la autoría compartida”, explicó.
De modo que presentaron el texto dramático en Argentores y luego buscaron a las posibles intérpretes. “Allí es cuando surge una dicotomía en Valentina, ya que por un lado deseaba dirigirla y ver plasmada la obra en el escenario y por otra parte quería formar parte, poniendo el cuerpo como actriz, lanzándose al desafío de actuar algo de autoría propia. Entonces, decide confiar en mi mirada”, rememoró María Agustina.
“Por otro lado, ya habíamos pensado que la actriz que interpretaría al otro personaje, Belén, debía ser en relación a Lucía, el personaje que actúa Valentina, grotescamente más bajo. Esto delata que pensamos específicamente en un cuerpo del actor natural y real, ya que la idea como dramaturgas era pensar en un juego de poderes, víctima-victimario, alto-bajo, rico-pobre, solo desde un punto de vista poético, visual, que no tenía que ver necesariamente con lo que pasaría en el contenido como tal de la escena”, comentó luego.
Gentileza producción“La idea inicial es que Belén al ser más libre en cuanto al cuerpo social del personaje, pueda arrastrarse, saltar, moverse extravagante, y hasta caricaturesco, y Lucía más bien es una persona sometida por la sociedad y los mandatos del deber ser, es mucho más correcta, estructurada, minuciosa, en este punto se presenta la primera contraposición entre los personajes, y esta jerarquía de poder que nombré anteriormente”, agregó.
“Para poder lograr que ambos personajes se presenten con estos cuerpos tan distintos en escena, desde la dirección les planteé a las actrices que imaginaran que sus cuerpos fueran dos bebidas: en el caso de Belén, un mate de pomelo, y en el caso de Lucía, un vino en botella, ya de por sí dos objetos con materialidades diferentes, formas y usos distintos. De esta manera, trabajamos las teatralidades de los cuerpos”, contó.
En septiembre del año pasado comenzaron los ensayos, primero en la vecinal PRO Adelanto Barranquitas y luego en la sala ‘Trompa’ del Centro Cultural Provincial. “El equipo de trabajo ya estaba integrado, hasta que con Valentina nos dimos cuenta de que sería necesario tener un productor ejecutivo, ya que no había una persona designada para ese rol en específico, así que, éste se sumó en diciembre, tres meses después. La cara invisible del proyecto visible”, indicó.
En este punto, la directora decidió agregar la discusión de territorialidad a la obra. “Considero que está pensada desde el lugar que se hace y se presenta, Santa Fe capital, pero también tiene muchas referencias entrerrianas. La obra en sí es santafesina, pero dialoga constantemente con Entre Ríos, con Chajarí, donde Belén se va de vacaciones y trae, además de anécdotas, cuestiones culturales como el caso del mate de pomelo. Por otra parte, también desde el elenco, tanto Valentina como la escenógrafa, iluminadora y vestuarista, Melissa, son entrerrianas”.