Lunes 31.7.2023
/Última actualización 9:42
El Teatro Nacional Cervantes, en coproducción con la Municipalidad de Santa Fe, estrenará el sábado 5 de agosto a las 21 la obra “Hedda Gabler” en la sala Marechal del Teatro Municipal 1º de mayo (San Martín 2020). La puesta está dirigida por el santafesino Edgardo Dib y cuenta con un elenco integrado por Carolina Cano, Sergio Abbate, Ruben Von Der Thüsen, Raúl Kreig, Luciana Brunetti y Luchi Gaido.
La acción tiene como marco el programa “TNC Produce en el país” que apunta al desarrollo de artistas locales en diferentes ciudades de la Argentina, para que integren la programación del TNC más allá de su sede central. Esto hará posible que “Hedda Gabler” se mantenga en cartel hasta el 1° de octubre en el espacio experimental de San Martín 2020, los sábados a las 21 y los domingos a las 19.
Los créditos se completan con la asistencia de dirección de Elisa Martínez, la producción local de Vanina Dadone, el diseño, realización de vestuario y escenotecnia de Lucas Ruscitti y Federico Toobe y el diseño sonoro, de escenografía y de iluminación de Edgardo Dib.
El elenco completo de la obra. Foto: Gentileza TNC / Municipalidad de Santa FeConsultado respecto a los motivos que lo impulsaron a tomar como base la obra original de Henrik Ibsen, Dib señaló que fue principalmente el desafío. “Tiene como centro absoluto a un personaje femenino controversial por sus ribetes psicológicos y dramáticos. Es muy compleja, tanto para actuar como para dirigir. Ibsen tematiza en sus obras la ‘doble moral’ de la burguesía. Lo ‘bueno’, lo ‘malo’, lo socialmente aceptado, el ser y parecer, cuestionar y a la vez ser parte de lo prohibido”, explicó.
“Hedda es la hija del fallecido General Gabler, criada por este hombre y entre hombres. Ella se casa y advierte que su nueva vida no va a ser lo que ella soñaba. Ella quiere ser una mujer ‘de clase’ y las circunstancias la arrojan a una realidad que ella detesta. Es aquí cuando la mirada social se hace notar: ella tratando de mantener ciertos cánones burgueses y la realidad interpelándola, enfureciéndola. Pero esta ira está palpitando bajo su apariencia social”, agregó.
“La mirada del otro que cuestiona o azuza, que juzga o incita es donde lo contemporáneo se recrea en este clásico, en estos tiempos actuales donde las redes sociales, por ejemplo, son un espacio donde la controversia de opiniones, la impiedad y el anonimato dan vía libre a aquella moral construya y deconstruya en cada posteo. Sin ser explícitos, esto ha sido de algún modo nuestro disparador creativo en esta versión libre donde la mirada social es omnipresente”, destacó.
Dib tiene experiencia en el abordaje de los clásicos de la dramaturgia universal. Trabajó a partir de textos de Sófocles, Chéjov y García Lorca. En este caso, al sumergirse en el universo de Ibsen, optó por mantener su versión como en el original, ambientada en 1890 en Oslo, Noruega. “Pero las marcas contemporáneas y alguna que otra disrupción la acercan a nuestras coordenadas de espacio y de tiempo. Como el mismo original, la idea no es dar respuestas sino generar preguntas. Por sobre todo, quién es y qué le sucede internamente a Hedda Gabler”.
Consultado respecto a que le aporta su mirada como dramaturgo a un personaje que fue trabajado en diversas oportunidades y a partir de diferentes contextos Dib aseguró que aún, con el estreno tan próximo, no se atrevo a decir que fue capaz de aportar algo a las tantas “Heddas” representadas y estudiadas por los especialistas. “Como cada vez que abordo un clásico, trato de vislumbrar qué hay de mí en este texto. Dónde está mi corazón en la obra de Ibsen. Hedda enoja, interpela, duele”, afirmó.
“Hay un pequeño cambio que sí creo, quizás, que puede potenciar algunos aspectos de la protagonista. La muerte del General Gabler está muy próxima al comienzo del relato dramático. Hedda aún está en duelo por su padre. Entre otras modificaciones -el desarrollo del personaje de la Tía Julia (mamá postiza del esposo de Hedda), el tratamiento de escenas simultáneas, entre otras intervenciones dramatúrgicas- creo que la orfandad reciente de Hedda es la gota que rebalsa el gran mar que es ella”.
Edgardo Dib, director de la obra. Gentileza TNC / Municipalidad de Santa FeNo es la primera vez que Dib realiza trabajos en sintonía con el Teatro Nacional Cervantes. Pero, en el momento presente, su alegría mayor proviene de que la labor federal del teatro porteño haya sido retomada por la nueva gestión. Esto garantiza que, concurso de por medio, por fin, puede realizarse “un Cervantes” en la ciudad de Santa Fe. Hay que aclarar que un programa como TNC produce en el país, es posible gracias a la gestión conjunta con la Municipalidad de Santa Fe y la Secretaría de Educación y Cultura.
Tampoco es nuevo el contacto con los integrantes del elenco, de quienes subraya el talento, disposición y confianza inalterables. “Siempre trabajamos creativamente en equipo. Repensamos, construimos, tiramos abajo lo armado e investigamos por otros caminos. Si bien la dramaturgia ibseniana coloca al noruego el título de ‘padre del drama moderno’, algunos vestigios del Romanticismo y del melodrama decimonónico lógicamente aún se advierten. En tal sentido, en trabajo conjunto, hemos investigado para ahondar en la carnadura de los personajes”, aseveró.
“Todo esto significa que somos muchos trabajando al mismo compás. Una labor muy intensa, exigente y de muchísima logística desde la producción de Santa Fe y de Buenos Aires. Personalmente creo que esta coproducción se enmarca de un modo distinto al resto de nuestras producciones. Pero el corazón, el compromiso y la investigación creativa son los mismos de siempre. Por eso hacemos teatro”.