El segundo encuentro de la 8va temporada de la Escuela de Espectadores se realizará el sábado 27 de mayo. El eje será “Teatro y pedagogía” y la propuesta incluirá entrevistas a dos especialistas en ese campo como Esther Trozzo y Rody Bertol.
Tendrá lugar el sábado 27 de mayo en el Centro Cultural Provincial. Entre otras actividades, habrá un seminario conducido por Rody Bertol, quien dialogó con este medio.
El segundo encuentro de la 8va temporada de la Escuela de Espectadores se realizará el sábado 27 de mayo. El eje será “Teatro y pedagogía” y la propuesta incluirá entrevistas a dos especialistas en ese campo como Esther Trozzo y Rody Bertol.
Luego, el teórico y crítico teatral Jorge Dubatti, llevará a cabo una clase magistral sobre el tema “Artistas investigadores como productores de conocimiento. Investigación desde la Praxis”. La fecha también incluye un seminario taller a cargo del director, docente e investigador teatral Rody Bertol, denominado: “Docencia, actuación y puesta en escena”.
A su vez, la jornada contará con la asistencia de los integrantes de Dramatiza, red nacional de profesores de teatro, cuya fundadora y coordinadora es Ester Trozzo. Y se dará inicio a un nuevo ciclo del taller de escritura para crítica teatral.
Cabe acotar que la obra de teatro programada para este sábado 27 de mayo a las 21 es “Las del gremio”, con la charla posterior con las integrantes. Con dirección de Rosario Lucero y Emiliano Nieva, actúan Melisa Malatesta, Jennifer Vallejos, Mariana Mosset.
Las actividades arrancan a las 11 y continúan durante toda la jornada, hasta la obra de teatro de la noche. El epicentro es el Centro Cultural Provincial (Junín 2457). Para más información, los interesados pueden ingresar en www.cencultu.com.ar.
Rody Bertol, uno de los protagonistas de este segundo encuentro de la Escuela de Espectadores, dialogó con El Litoral. “Estoy muy contento de poder ir a Santa Fe, es una ciudad que me ha gustado caminar. He sido amigo de Jorge Ricci y de Rafael Brusa y he tenido la suerte de que me invitaran en algunas ocasiones a hacer algunas obras, y siempre ha sido un gusto”, señaló.
En relación a su seminario, adelantó: “voy a comenzar trabajando estas dos instancias, artista-docente, cómo se entraman, se acercan, se distancian, se alejan y de cómo el teatro, que tiene su propia poética del saber, se nutre también en sus mundos poéticos para sus recursos didácticos”.
“Voy a hablar sobre cómo cambió la enseñanza teatral con la incorporación del teatro en los colegios secundarios. Voy a hablar de que formé parte de una generación de emergencia. Empecé haciendo teatro en 1977 y a los pocos años, a los tumbos, tuve que empezar a dar clases porque no había docentes de teatro en ese momento. Creo que ahí se pueden encontrar cuestiones muy interesantes de quienes marcaron y fundaron, sobre todo la generación que me precedió, el teatro que hoy se sigue haciendo en el país”, agregó.
Una “fábula sobre el tiempo”
“Ya pasando a una instancia conceptual, voy a hablar sobre los dos grandes movimientos que tiene la teatralidad, que es ocultar y mostrar, y los dos grandes movimientos que tienen los elementos de la puesta en escena para ensamblarse, que son la adecuación y el contraste”, añadió Bertol.
“El teatro es, como todo arte, una fábula sobre el tiempo por venir y una larga confesión sobre el pasado. Considero que el pasado es el objeto más real en el que se nutre la creación del teatro. Sobre todo desde la infancia. El canto decía en la infancia es el lugar del cual nunca salimos”, siguió.
“Finalmente voy a pensar mucho en esta cuestión que nos decía Roland Barthes, quien habla no es quien escribe y quien escribe no es quien es. Y lo relaciono con lo que dice Susan Sontag respecto a esto. Son tres cosas distintas. Hablar, escribir y ser. Fundamentalmente, se trata de desarrollar el ser docente y artista”.
“Invito a todos los teatreros de la ciudad para que pensemos y reflexionemos juntos sobre estas instancias de la docencia y del arte. También el teatro es una pausa. Una pausa de la identidad que cargamos, es la posibilidad de atravesar la ficción, que nos constituye y que necesitamos para vivir”, cerró.