El grupo de rock, creador de canciones grabadas en la memoria colectiva, se presentó el viernes en Tribus, en el marco de su progresiva vuelta a los escenarios para retomar la presentación del disco “De la cabeza 2”. Dani Suárez, cantante, contó cómo viven este momento de reencuentro.
Gentileza producción Esperamos poder estar ahí para hacerles compañía, que es lo que venimos a hacer los músicos , aseguró Dani Suárez en las horas previas al show en Santa Fe.
El viernes Bersuit Vergabarat se presentó en Tribus Club de Arte. El grupo retornó a la ciudad de Santa Fe con el disco “De la cabeza 2”, mientras trabajan en la creación de nuevas canciones. En la previa a esta presentación, este medio pudo dialogar con Daniel Alberto “Dani” Suárez, quien aportó detalles sobre las expectativas con las cuales llegó Bersuit Vergarabat a la capital provincial.
-Bersuit continúa presentando el disco “De la cabeza 2” ¿Qué recepción vienen teniendo en el público?
-Lo que pasa es que en el medio pasaron cosas. Es un disco que salió antes de la pandemia, lo veníamos presentando en Argentina y también en varios lugares del exterior. Siempre un disco que reúne la historia de las bandas es bien recibido por los fans. Porque hay canciones que vienen de diferentes momentos, con una impronta en vivo y el nuevo sonido de la banda. Ante eso hay un agradecimiento del lado del público. La recepción es la mejor, tanto en las redes como en lo poco que pudimos hacer en vivo en estos dos años. El 14 de marzo de 2020 estábamos en un escenario en el Vive Latino con más de 50 mil personas adelante y a los pocos días tuvimos que guardarnos. Así que vamos a ver como se dan estos recitales entre los cuales está el de Santa Fe.
Una compañía
-En muchas entrevistas, distintos integrantes de Bersuit remarcaron que “es una banda del vivo y del movimiento". ¿Cómo fue atravesar el momento de la pandemia, cuando todo eso fue puesto entre paréntesis?
-A todos nos han pasado un montón de cosas feas, tristes, problemáticas, de postergaciones y traumas en la pandemia. Lo que también trajo es que estuvimos todos atravesados horizontalmente por un mal. Dicho esto, siendo nosotros una banda acostumbrada a hacer como mínimo 60 conciertos anuales, fue difícil no vernos las caras diariamente. En estos últimos 27 años, vivimos de gira. Mi hijo más chico, al segundo mes de verme en casa, preguntó si yo vivía ahí (risas). Pero con la banda no cortamos nunca nuestros vínculos telefónicos ni digitales, hasta que pudimos juntarnos de nuevo con protocolos en la sala de ensayos. Hicimos un streaming que estuvo buenísimo, pero tengo que reconocer que para el ego personal no tener la devolución inmediata del público es algo muy raro. Yo me subo al escenario desde que tengo 3 o 4 años de edad y es justamente lo que me llevó a hacer música. Ese ver en los ojos de las personas que les llegó algo, que les hiciste compañía. En el momento del streaming, ese silencio del final es raro. Pero bueno, ahora nos estamos encontrando de a poco, vemos mucha necesidad en la gente de salir, expresarse, juntarse. Estuvimos tocando en algunos lugares y las ganas de compartir son muchas, por eso esperamos poder estar ahí para hacerles compañía en esta vida, que es lo que venimos a hacer los músicos.
Un amor en común
-Hace poco más de un año le preguntaron a Juan Subirá sobre la estética del último disco y señaló que “fue la amistad”. ¿Esto puede ser una posible definición del trabajo que realizan?
-Es que la estética es la amistad. Si bien uno no es amigo del público que lo va a ver, salvo algunas raras excepciones, nos subimos para acompañar con la música a las personas en lo que están atravesando. Dentro de la banda nos sucede lo mismo, nos hacemos compañía en algo que amamos, que es la música. Tenemos diferentes gustos musicales, culinarios, para vestirnos y de millones de otras cosas en la vida, pero compartimos el amor por la música, el respeto y las ganas de seguir investigando. La amistad es lo que nos mueve.
-¿Ahora que están haciendo canciones nuevas, se traduce todo eso en el proceso?
-Por suerte, se traduce cada vez más. Si bien es una banda de muchos autores y compositores, que antes se caracterizaba por algunas canciones grupales y otras individuales, en este caso, la pandemia nos hizo compartir muchas cosas que teníamos sin terminar y sin resolver en cuanto a composiciones. Y a tener mucha más participación del grupo para completarlas. Así que ahora nos estamos encontrando con casi 30 canciones en las cuales participamos casi todos todo el tiempo. Y agradezco que así sea, porque en las giras también se generan ese tipo de composiciones grupales y cuando voy a la historia de la banda me doy cuenta que son las canciones que más llegan a las personas.
Voces nuevas
-Las canciones de Bersuit reflejaron distintos aspectos de la realidad argentina de las últimas décadas, como una banda sonora de momentos históricos. ¿Cómo ven desde el grupo la Argentina de hoy?
-Soy una persona positiva. Tengo fe en que hay muchas nuevas voces y sangre nueva para contar lo que escribe en la pared la tribu del barrio. Supongo que también será momento y oportunidad para ellos, no siempre para los que ya tenemos más de 30 años de banda. Seguir de alguna forma levantando la voz con las canciones como lo hemos hecho, pero también prestar ese lugar sagrado que tiene el escenario para que las nuevas voces puedan expresarse y pintar lo que sucede a la vuelta de sus casas.