Mientras gestaba su banda La Mono y tocaba en Las Manos de Filippi, Gaspar Benegas compartió las guitarras de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, con Baltasar Comotto. Juntos, con la compañía de Rocambole, protagonizarán la Misa Ricotera. El Litoral aprovechó la ocasión para consultarlo sobre su intensa vida artística.
Gentileza producción Benegas está presentando Anomalía , el segundo disco del grupo que comparte con Lucas Argomedo (bajo) y Ramiro López Naguil (batería).
El sábado 28 de diciembre, desde las 21, se festejará otro aniversario del nacimiento de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, y la sede de la Misa Ricotera será nuevamente Piedras Blancas (Ruta 168 y Costanera Este). La noche abrirá con Rocambole y la presentación de su libro “Arte, diseño y contracultura”, luego La Mono (trío integrado por Gaspar Benegas, Lucas Argomedo y Ramiro López Naguil) presentará su nuevo disco “Anomalía”, y será la banda estable para la fusión de Gaspar y Baltasar Comotto homenajeando al rock nacional.
Las anticipadas están a la venta en 1980 Boulevard (bulevar Gálvez 2281), Honky Tonk Santa Fe (Shopping La Ribera), Terco Tour (25 de Mayo 453, Paraná) y de manera online en www.entradasclandestinas.com.
A días del encuentro, El Litoral conversó con Gaspar sobre su vida musical y su nueva propuesta, un encuentro de amigos que devino en un proyecto sostenido en el tiempo.
Herencia artística
—Venís de una familia eminentemente musical: tu tío Miguel, tus primos, tu madre María José; incluso tu hermana menor Aimé también se dedica a esto. ¿Cómo fue crecer en ese contexto?
—Crecer en una familia de músicos me permitió dedicarme a la música sin que nadie me cuestionara la decisión. Además, me dio la suerte de aprender de grandes músicos que acompañaban a mi madre.
—Combinaste tu participación en Los Fundamentalistas con Las Manos de Filippi (con quienes ya venías tocando), y en el medio nació La Mono. ¿Cómo se hace para articular esas actividades?
—Las Manos de Filippi tocaba mucho y el Indio poco, por eso me daba el tiempo para hacer las dos. Cuando empecé con mi banda La Mono fue diferente y fue entonces que decidí dejar Las Manos y dedicar más a este proyecto.
En equipo
—¿Cómo fue tu llegada a Los Fundamentalistas?
—Llegué por intermedio de Baltasar, que fue quien me recomendó. Con el estamos desde el principio junto a Pablo Sbaraglia (teclados y guitarra).
—Ahí te tocó compartir banda con Baltasar, con quien habías tocado de más chico. ¿Cómo fueron sus comienzos juntos?
—A Balta lo conozco desde la adolescencia. Aprendimos juntos, uno del otro. Hoy sigue siendo igual.
—Los Fundamentalistas es una banda con dos guitarristas protagónicos. ¿Cómo fue acoplarse en estudio y luego en vivo entre los dos?
—Es fácil trabajar con Baltasar por el hecho de ser amigos y conocer como piensa el otro la música. Para los conciertos tratamos de darle dinámica y que el protagonismo sea repartido entre todos los músicos de la banda. La grabación es otra cosa, por que ahí manda la canción y hay que adaptarse.
—Recientemente reunieron la banda en los shows a beneficio de Martín Carrizo (obviamente sin Martín y el Indio). ¿Cómo se vivió ese momento?
—Fue muy bueno revivir esos momentos junto al Indio que ya no sabemos si van a volver a pasar. Había quedado una espina desde el último y esta fue una oportunidad de sacarla. No estaba el Indio junto a nosotros, así que fue difícil, y el motivo si bien es algo lindo de hacer también es triste; pero lo importante es que se pudo ayudar a Martín y que le dimos una alegría a mucha gente que nos acompañó. Agradecemos a todos los que se sumaron a trabajar para poder hacer ese gran evento solidario.
Sueños cumplidos
—La Mono tiene muchas influencias de bandas de los 90, como Soundgarden, Pearl Jam o Rage Against the Machine. ¿Canalizás ahí tus influencias y tu sonido más personal?
—Las influencias están siempre pero tratamos de no hacer nada que esté muy trillado. Tratamos siempre de que suene a La Mono. Si nos dicen que se parece a esas grandes bandas nos ponemos contentos.
—La banda es un encuentro de viejos amigos músicos que prosperaron por diferentes caminos (Lucas lo hizo con Lisandro Aristimuño y Ramiro con el Bahiano). ¿Cómo surgió la necesidad de encontrarse y cómo los encuentra hoy ya afianzados?
—Hicimos La Mono para juntarnos y compartir un rato con amigos y hacer todo lo que nunca podemos hacer en un entorno profesional. Después la música que hicimos juntos le gustó a tantas personas que nos vimos obligados a hacerlo cada vez mejor. Hoy tenemos un equipo muy groso de técnica y producción. Ellos nos pusieron a la altura de las bandas más serias del mundo, como el día que tocamos de soporte de Living Colour, que fue un sueño.
Estudio y vivo
—A los 21 produjiste un disco de María José, y desde entonces participaste te hiciste cargo en discos de Las Manos y de Salta la Banca. ¿Cómo encarás ese rol de productor?
—Desde chico fui mucho a estudios de grabación y usaba una portaestudio donde grababa en casette. A los 14 años estaba grabando un disco con Tayda Lebón en los estudios más grandes del país. Toda esa experiencia hizo que encontrara un lugar en esta industria, y hoy trabajo como productor de artistas independientes y también para algunas compañías discográficas.
—¿Qué proyectos tenés en vista para 2020?
—En el 2020 planeo girar por todo el país con La Mono presentar este disco que tanto nos gusta. Fabricar el disco en formato físico para aprovechar el privilegio de contar con la ilustración de tapa realizada por el Indio Solari. Tal vez podamos hacer alguna fecha con Los Fundamentalistas a lo largo del año pero no esta confirmado.