Sábado 9.4.2022
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Gracias a los Amigos del Arte, muchos grandes músicos del siglo XX hicieron escala en Santa Fe, entre ellos Arthur Rubinstein, Claudio Arrau y Jan Smeterlin, un renombrado intérprete de Chopin. Pero en octubre de 1941, los santafesinos tuvieron la posibilidad de disfrutar, en las instalaciones del cine Colón, de un recital de los Pequeños Cantores de la Cruz de la Madera (en su idioma original Les Petits Chanteurs à la Croix de Bois). Actividad que generó amplia repercusión y una “impresión inmejorable” (según lo consignado por el diario El Orden) entre el público que se acercó a la sala de la calle Rivadavia.
Banco de imágenes Florian Paucke D.RFoto: Banco de imágenes Florian Paucke
¿Quiénes eran estos pequeños cantores? Los integrantes de un coro de niños procedente de París que fue fundado como escuela de canto en 1907 por dos estudiantes de Francia, con la idea de revitalizar la música sacra en ese país, a pesar de que con el correr del tiempo, el repertorio se amplió hasta adquirir carácter internacional. El organismo, que todavía continúa en pie, recibe a niños de entre 9 y 10 años que integran el ensamble de voces hasta cumplir los 15. Además de aprendizaje musical y educación en otros planos, tienen la chance de viajar por todo el mundo para la realización de conciertos. Desde el año 2014, tiene su sede en Autun (Borgoña, Francia).
Archivo D.REl recital de los Pequeños Cantores de la Cruz de la Madera tuvo lugar en la sala del cine teatro Colón, que estaba ubicado donde hoy funciona ATE Casa España, el miércoles 8 de octubre de 1941. Los coreutas, que llegaron precedidos de una “justa fama”, hicieron honor a estos antecedentes y dejaron una profunda huella en el público que se acercó a escucharlos. “La unidad lograda en el conjunto es admirable, como la gracia y la frescura ingénitamente latina que adquieren espontaneidad peculiarisima en las interpretaciones”, señaló un periodista de El Orden en uno de los tramos de la crónica sobre el concierto, publicada el viernes 10 de octubre de 1941.
Archivo El Litoral / Hemeroteca Digital Castañeda D.RFoto: Archivo El Litoral / Hemeroteca Digital Castañeda
El repertorio que desgranó el conjunto, estuvo compuesto con canciones antiguas y modernas, tanto de música profana como sagrada. Que, de acuerdo a la crónica de El Orden, tuvo siempre “en boca de estos pajarillos errantes una ternura encantadora”. El cronista destacó que donde se puso por completo de manifiesto lo que puede “la disciplina y el gusto artístico en la obtención de efectos sonoros, fue en una canción de aire marcial no incluida en el programa”. Pero dejó bien claro que “en sus blancas ropas e interpretando motivos sacros, aumentaba la sugestión lírica de los pequeños cantores”.
El listado de piezas vocales ofrecido por los coreutas, estuvo integrado por obras de Claude Le Jeune, Jean-Philippe Rameau, Maurice Ravel, Wolfgang Amadeus Mozart, Tomás Luis de Victoria y Alberto Williams, entre otros compositores. También se dedicó espacio para interpretar una versión de la popular canción “Mambrú se fue a la guerra”, “Marlbrough s'en va-t-en guerre” en el idioma francés original.
Archivo El Orden / Hemerote Digital Castañeda D.RFoto: Archivo El Orden / Hemerote Digital Castañeda
Los himnos de dos naciones
Durante su presentación en Santa Fe, los pequeños cantores estuvieron dirigidos por el abate Fernand Maillet, quien tuvo a su cargo los destinos del grupo durante casi 40 años, desde 1924 hasta su fallecimiento, en febrero de 1963. “El abate Fernand Maillet, alma emotiva que se revela en las voces de los pequeños, tuvo palabras saturadas del más fino ‘sprint’ al presentar cada uno de los números, pero estas se volvieron hondas y firmes al final, al hablar de la Marsellesa que se interpretó juntamente con nuestro himno nacional”, manifestó El Orden en su crónica.
“Mientras las voces angelicales se extendían en el aire con su inocencia, nosotros pensábamos en la tierra lejana que ellos evocaban y en la paz de nuestras noches que nos permiten, todavía, tales placeres espirituales”, agregaba el escrito. Cabe recordar el contexto histórico: en esos años, Europa estaba convulsionada por la Segunda Guerra Mundial. Tras el estallido de ese conflicto, la sede del coro se había desplazado a Lyon.
Cabe señalar que durante su escala santafesina, los integrantes del coro francés, junto a su guía y mentor Maillet, participaron de un acto que se desarrolló en la sede del Club Francés. Una reunión de “destacadas proyecciones” según los diarios de la época.
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