"Estoy bien, económicamente tirando y emocionalmente como se puede", sostuvo el músico, que trazó un parangón con los Rolling Stones, que salieron de gira con Mick Jagger con 78 años, Keith Richards con 77 y Ronnie Wood con 74.
El músico Charly García, quien hoy cumple 70 años, aseguró sentirse "bien, económicamente tirando y emocionalmente como se puede", en tanto se comparó con estrellas internacionales de la historia del rock y manifestó: "Soy igual que Bob Dylan, pero me faltan los 900 palos verdes que tiene él en el banco".
"Estoy bien, económicamente tirando y emocionalmente como se puede", sostuvo el músico, que trazó un parangón con los Rolling Stones, que salieron de gira con Mick Jagger con 78 años, Keith Richards con 77 y Ronnie Wood con 74.
"Me da paz, porque si Keith Richards está vivo...", expresó entre risas, antes de contar una anécdota con el recientemente fallecido Charlie Watts: "Una vez que estaba con ellos en el mismo lugar, yo me acerqué a donde estaba la comida, me robé un trozo de algo que no sé qué era y él vino y me dijo, ´Vos debés ser importante´", rememoró.
Consultado por el furor de The Beatles durante su juventud, García comentó: "Yo a esa edad estaba en la calle haciendo quilombo con la guitarra", para luego señalar: "Soy igual que Bob Dylan, pero me faltan los 900 palos verdes (millones de dólares) que tiene él en el banco".
También sostuvo el músico durante la entrevista: "Siempre fui famoso yo, desde que tengo uso de razón siempre noté que pasaba algo. En un momento dije: ´¿estoy loco o soy famoso?´. Si estuviese loco me hubiesen internado, así que debía ser famoso", y agregó: "Si sos famoso y te odian debe ser horrible".
Resaltó Charly la importancia de "la suerte" en la carrera artística de un músico y comentó que se convirtió en un aficionado a los videos de la red social YouTube: "Pasan cosas que me interesan mucho, cosas de músicos, cosas del 60", dijo.
De todos modos, añadió: "Hay canales que pasan esas putitas que se quieren hacer famosas cantando covers y eso no lo soporto".
"Me encanta ver videos de gente extranjera que reacciona a mis canciones, para ver cómo lo hacen. Algunos se agarran la cabeza, no pueden creerlo, dicen: ´Por qué este músico no es famoso en todo el mundo´", indicó.
"Era re-grasa cantar en castellano, después de los Beatles ¿qué ibas a cantar?", acotó en ese sentido.
García cumplirá mañana 70 años y en el Centro Cultural Kirchner (CCK) de la ciudad de Buenos Aires se realizarán durante buena parte del día una serie de shows gratuitos para rendirle homenaje, con la participación de más de 100 artistas.
En esa nómina se destacan David Lebón, Raúl Porchetto, el Zorrito Von Quintiero, Julieta Venegas, Julia Zenko, Brenda Asnicar, Leo García, Celeste Carballo e Hilda Lizarazu, entre otros músicos.
Finalmente, y también como parte de las celebraciones por el cumpleaños número 70 de Charly, Fito Páez se presentará a las 20:00 en el Teatro Colón.
El furor por las entradas para asistir al recital gratuito que brindará Páez en el teatro más renombrado de la Capital Federal generó que colapsara el canal virtual del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que había sido designado como el sistema para la adjudicación de los tickets.
Uno de los más grandes del rock nacional
Figura indiscutida del rock nacional, Charly García es considerado uno de los mejores músicos de la historia. Y como todo estrella, su vida se vio envuelta entre luces y sombras, ya que más allá de su talento descomunal como músico y compositor, su vida lejos de los escenarios fue controversial.
Nació en una familia de clase alta de Caballito el 23 de octubre de 1951 -mañana cumplirá 70 años- y a muy temprana edad demostró ser un prodigio musical. A los dos años, Carlos Alberto García Moreno -su nombre completo- aprendió a tocar una citarina "de oído" y al poco tiempo descubrió el piano, un instrumento que lo acompañó a lo largo de su vida.
Lejos de desanimarlo, sus padres -Carmen Moreno y Carlos Jaime García Lange- lo incentivaron para que explotara sus habilidades, que acompañadas por su oído absoluto lo hacían resaltar entre sus pares.
Una crisis económica que sufrió su familia hizo que su padre perdiera la mayor parte de sus propiedades y tuviera que salir a trabajar de profesor de Física y Matemática, mientras que su mamá inició su camino como productora del exitoso programa Folklorísimo, que la acercó a grandes artistas del género, como Mercedes Sosa, Eduardo Falú y Ariel Ramírez, a quienes siempre que podía les hablaba del talento de Charly.
Con mucha dedicación, en 1964 se recibió de profesor de piano, teoría y solfeo en el conservatorio Thibaud Piazzini. Y aunque durante gran parte de su vida había elegido la música clásica y se sentía alejado de lo popular, con la aparición de The Beatles, Rolling Stones, Bob Dylan y The Who, entre otros artistas, fue cambiando de parecer. A tal punto que terminó siendo una pieza fundamental del rock en la Argentina.
Su primera banda, The Walk Spanish, la formó durante su adolescencia. Y en la escuela secundaria conoció a Nito Mestre, quien también tenía una enorme vocación de artista, y juntos crearon Sui Generis. Pero cuando empezaron a hacer sus primeras presentaciones, García fue convocado para hacer el servicio militar obligatorio y a pesar de que su madre quiso usar sus influencias para resguardarlo, logró evadir su deber por sus propios medios, ya que lo diagnosticaron como bipolar con personalidad esquizoide luego de hacerle una broma pesada a los oficiales.
Bien a fines de la década del 60, Charly y Nito dieron el gran salto y cambiaron para siempre la historia del rock nacional. Se convirtieron en los artistas más importantes del momento y con temas como "Canción para mi muerte", "Rasguña las piedras", "Bienvenidos al tren", "Quizás porque" conquistaron al público joven no solo por sus melodías sino por el profundo contenido de sus letras.
Pero en 1975, luego de no obtener el resultado esperado con "Pequeñas anécdotas de instituciones", el tercer álbum de estudio, Charly decidió separarse. Y para hacerlo a lo grande, llenaron nada menos que dos estadios Luna Park, algo impensado para aquellos tiempos.
Siguió su camino con La Máquina de Hacer Pájaros, una agrupación que formó con Carlos Cutaia, Gustavo Bazterrica, José Luis Fernández y Oscar Moro, pero no tuvo tanta aceptación por el público, que veneraba a la dupla con Mestre, y además en este proyecto se encontraba con un material aún más innovador. Para colmo, el golpe militar de 1976 llenó de miedos al artista.
Finalmente en 1977 decidió dejar la banda y formar Seru Giran, con David Lebón -con quien escribía la mayoría de las letras-, Pedro Aznar y Oscar Moro. Al principio no fue fácil que el público le diera el visto nuevo, pero con "La grasa de las capitales", el segundo disco de estudio, comenzó a cambiar su suerte. Para colmo, en el período más oscuro de la historia nacional, Charly se las ingeniaba para contar lo que estaba pasando a través de sus canciones, desafiando a la censura con perspicacia e inteligencia, como lo hizo con "Canción de Alicia en el país". "Tener un enemigo me hizo ser inteligente, fue un desafío para pensar más y encontrar la forma de decir lo que quería decir", explicó décadas más tarde.