Lunes 31.1.2022
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Si Howard Hawks, el creador de westerns como “Río rojo” y “El Dorado” es considerado, según el crítico Kim Newman, “el gran cronista de las búsquedas masculinas”, a Pedro Almodóvar le corresponde la misma descripción, pero respecto a lo femenino. Es que desde “Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón” (1980) el español es el que mejor logró expresar desde ese medio la amplitud y variedad que se engloban bajo el concepto de “mujer”. Si la Real Academia Española la define como “persona del sexo femenino” y referencia a este último término como “propio de la mujer o que posee características atribuidas a ella”, Almodóvar expande la mirada, destruye estereotipos y utiliza la magia del cine para mostrar mundos donde sus habitantes intentan, con escaso éxito pero indeclinable dignidad, “encontrar la salida de este gris laberinto”.
El Deseo, Ciby 2000 Marisa Paredes en La flor de mi secreto .Marisa Paredes en "La flor de mi secreto". Foto: El Deseo, Ciby 2000
Almodóvar construyó un estilo cinematográfico único y, hasta el momento, irrepetible que lo constituyó como el cineasta español más universal desde Luis Buñuel. En sus trabajos conviven armoniosamente una irrenunciable cinefilia (las auras de Douglas Sirk, Rainer Werner Fassbinder y del John Waters de “Pink Flamingos” están presentes) con referencias de la cultura popular española (la movida madrileña de sus primeros films). Hay una mezcla inclasificable de melodrama y comedia. Y, en un rasgo que también hace de su cine una experiencia particular, la presentación en pantalla de escenas duras, crueles y dolorosas, pero con sobriedad y sin golpes bajos. Esto se puede observar ya en “La ley del deseo”, “Átame” y “Tacones lejanos”, pero llega a la culminación en “La mala educación”, uno de sus trabajos más oscuros.
El Deseo, Ciby 2000, Canal+, TF1 Films Production Migule Bosé en Tacones lejanos .Migule Bosé en "Tacones lejanos".Foto: El Deseo, Ciby 2000, Canal+, TF1 Films Production
Pasar de todo y no pasar de moda
Hay innumerables caminos para acercarse a las películas de Almodóvar. Pero existe una categoría que se construyó a partir de ellas que se mantuvo a lo largo del tiempo: la de “chica Almodóvar”, que Joaquín Sabina describe con exactitud en su canción de 1992: “Yo quiero ser una chica Almodovar como Pepi, como Luci como Bom / venderle al Garbo mis secretos de alcoba / ponerme luto por un matador. Yo quiero ser una chica Almodovar, que a su chico le suplique ¡Atame! / No dar el alma sino a quien me la roba, desayunar en Tiffany's con él. Y no permitir que me coman el coco, esas chungas movidas de croatas y serbios. Ir por la vida al borde de un ataque de nervios, con faldas y a lo loco”. Las “chicas Almodóvar” expresan de manera cabal la mirada del director, que, como señala la crítica Ella Tayler, “construye la feminidad a través de la irreverente mirada de un gay que ha crecido rodeado de mujeres que lo adoran y que se encuentran al límite”.
El Deseo, Renn Productions, France 2 Cinema Cecilia Roth en Todo sobre mi madre .Cecilia Roth en "Todo sobre mi madre", que se podrá ver este miércoles en una sesión de clásicos en Cine América de Santa Fe. Foto: El Deseo, Renn Productions, France 2 Cinema
Las féminas primigenias del universo almodovariano son Pepi, Luci y Bom, encarnadas por Alaska, Carmen Maura y Eva Siva en la película homónima de 1980, que introduce a sus criaturas en la intensa apertura cultural que siguió al fin del franquismo, cuando los españoles, como señala José Sacristán en “Solos en la madrugada”, llegaron a ser adultos, “a lo mejor un poquito contra hechos, pero adultos”. Pero se terminaron de redondear en “Mujeres al borde de un ataque de nervios”. Allí la que moviliza la acción es Pepa, la despechada actriz de doblaje que se desespera cuando su amante, Iván, la deja. Pero también aparecen Candela (María Barranco) perseguida por la policía por haber mantenido relaciones con un terrorista y Lucía (Julieta Serrano) la esposa de Iván, que ha pasado un tiempo internada en un psiquiátrico y lo quiere recuperar a punta de pistola. Juntas configuran una galería impresionante que hace palidecer a los dramáticos giros de la trama.
El Deseo, Ciby 2000 Rossy de Palma en Kika .Rossy de Palma en "Kika".Foto: El Deseo, Ciby 2000
En “Tacones lejanos”, de 1991, Almodóvar llevó las cosas todavía más lejos y complejizó su observación sobre lo femenino y las relaciones. En este caso pone el acento, entre otras cosas, en la complejidad del amor materno filial. Las tensiones entre Rebeca (Victoria Abril) y su madre, la diva Becky del Páramo (Marisa Paredes) se agudizan porque el marido de la primera fue, en otro tiempo, amante de la segunda. Cuando es asesinado, ambas tienen que reencontrarse. Y aparece en escena una de las mayores creaciones de Almodóvar, el juez Domínguez (Miguel Bosé) quien debe investigar el crimen y por las noches se convierte en una drag-queen que imita a Becky.
“Kika” (1993) y “La flor de mi secreto” (1995) también contienen damas para destacar, como la vital maquilladora de Verónica Forqué y la novelista que encarna Marisa Paredes. Sin embargo, donde Almodóvar alcanzó la cima fue con la oscarizada “Todo sobre mi madre”. Allí, el plantel de personajes femeninos es sorprendente y el director entrelaza sus historias con maestría. Manuela (Cecilia Roth) es una mujer destrozada por la muerte de su hijo; Penélope Cruz es una monja embarazada que padece Sida; Marisa Paredes interpreta a Huma Rojo, actriz lesbiana que tiene el papel de Blanche Dubois en una versión de “Un tranvía llamado deseo” y Antonia San Juan es un prostituta transexual. A través de ellas y del apoyo que se brindan entre sí, Almodóvar despliega su “elástica definición de mujer”, como explica Ella Taylor. En “Hable con ella”, su siguiente obra, curiosamente, las mujeres no son protagonistas (lo son Javier Cámara y Darío Grandinetti) pero son las que inician las desventuras de ambos a través de la huella que dejaron antes de caer en terapia intensiva.
El Deseo, LaurenFilm S.A Carmen Maura en Mujeres al borde de un ataque de nervios .Carmen Maura en "Mujeres al borde de un ataque de nervios".Foto: El Deseo, LaurenFilm S.A
En “Volver”, “Los abrazos rotos” y “Julieta”, Almodóvar continuó con su exploración sobre lo femenino. Y aunque en “Dolor y gloria” se propuso un ejercicio de “cine dentro del cine” a través de la exposición de las búsquedas de Salvador, un director de cine en su ocaso, en su nueva película “Madres paralelas”, que en este jueves se estrenará en el Cine América, en el inicio de la temporada 70 de Cine Club y más adelante estará disponible en Netflix, volverá a esos mundos que comenzó a desandar a principios de los 80, a partir de la historia de dos mujeres muy diferentes entre sí (Penélope Cruz y Milena Smit) que llegan al mismo tiempo a un hospital para dar a luz. Entre ellas, al modo de los más recordados trabajos del director, se forja un vínculo que modificará sus vidas. Habrá que ver cómo se integran al rico cúmulo de personajes almodovarianos, tan lejos del creado por Ricardo Arjona como se podría esperar.