Miércoles 5.7.2023
/Última actualización 14:13
“Este mensaje se autodestruirá en 5 segundos”. La frase está tan instalada en el imaginario colectivo como “Hasta el infinito y más allá” (“Toy Story”), “Que la fuerza te acompañe” (“Star Wars”) o “Bond. James Bond” (“Dr. No”). Y se la debemos a la popular serie de películas de acción y espionaje “Misión: imposible” que arrancó en los ‘90, pero que estaba basada a su vez en otro producto, la serie televisiva homónima.
La frase se pronuncia al comienzo de cada misión, cuando el protagonista Ethan Hunt, recibe un mensaje grabado, preparado para destruirse una vez escuchado. Este gesto ha sido imitado y parodiado muchas veces, inclusive en la serie argentina “Los simuladores”.
Gracias a este poder para construir íconos, “Misión Imposible” logró erigirse como una de las franquicias más extensas y taquilleras del cine. La serie, entre los 60 y los 70 captó masivamente a los televidentes. Décadas después, desde su lanzamiento en 1996, la serie de películas generó un núcleo de fanáticos y recaudó millones de dólares en todo el mundo.
La serie, que se extendió en más de 170 capítulos, se estructuraba en torno a las misiones que les asignan a un equipo de agentes secretos, operaciones encubiertas que son necesarias para proteger la seguridad nacional y, más de una vez, del mundo entero. El equipo constaba de un líder, de un experto en tecnología, un especialista en el arte del disfraz, un musculoso y una mujer fatal.
Foto: Paramount PicturesEste esquema se retomó en la saga cinematográfica, cuando Tom Cruise se puso en la piel de Ethan Hunt. Por su carisma, Hunt pasó a ocupar un lugar privilegiado en la lista de agentes secretos de la pantalla, junto a James Bond, Jason Bourne y Jack Ryan.
El éxito que obtuvo la franquicia tras su llegada al cine, por la cual pasaron directores como Brian De Palma, John Woo, J.J. Abrams y Brad Bird, derivó en una redefinición formal de las tramas de espionaje, que comenzó a llenarse de pulidas escenas de acción que ampliaron el género.
Otro punto a favor (herencia del origen televisivo) es la banda sonora compuesta por el argentino Lalo Schifrin, reconocible para propios y ajenos. Esta música, parodiada y reinterpretada en infinidad de casos, es un “himno” del espionaje de acción.
Foto: Paramount PicturesAunque Ethan Hunt es el que se coloca sobre sus espaldas casi todo el peso de las “misiones imposibles”, hay una constelación de personajes secundarios que resultan determinantes dentro del engranaje de la franquicia.
Uno de ellos es Luther Stickell (Ving Rhames), experto en informática y leal compañero de Ethan. Luther casi siempre cumple un rol determinante en las misiones, a las que incorpora toques de humor irreverente.
Otro es Jim Phelps (Jon Voight), el líder original del equipo de Misión Imposible en la primera película. No intervino en las películas posteriores pero su influjo se mantuvo.
Foto: Paramount PicturesIlsa Faust (Rebecca Ferguson) también entró en órbita para cumplir un rol fundamental en la saga. Esta agente inglesa del MI6 alterna su rol de rival y aliada de Ethan. Es una versión femenina de Hunt: hábil, carismática y ambiciosa.
Benji Dunn (Simon Pegg) es un experto en informática que apareció en la tercera entrega de la saga. El humor del personaje (a diferencia de Luther) está desplegado a partir de su torpeza, es la contracara de Hunt, pero también su colaborador incondicional.
También los villanos que se fueron introduciendo a lo largo de las películas concentran buena parte de la atención. Bajo la premisa (expresada por el maestro Alfred Hitchcock) de que una película es mejor cuanto mejor es el malo.
Solomon Lane (Sean Harris), líder de la organización terrorista “El Sindicato”; Owen Davian (Philip Seymour Hoffman) traficante de armas, Max (Vanessa Redgrave), una suerte de traficante de información que aparece en la película de 1996 y Kurt Hendricks (Michael Nyqvist), terrorista nuclear son algunos de los más emblemáticos.
Sin alterar la estructura fundamental, deudora de las películas de James Bond, los sucesivos directores que se pusieron tas las cámaras para rodar las entregas de “Misión imposible” generaron secuencias que ya son históricas.
Una, central en la iconografía de la saga, es la del robo en la película de 1996, en la cual Ethan se cuelga de una cuerda del techo de una sala de máxima seguridad para robar información clasificada.
Foto: Paramount PicturesTambién quedaron grabadas en la memoria de los fanáticos la persecución en moto de “Misión: Imposible 2” (2000) y la escalada del Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, en “Misión: Imposible - Protocolo Fantasma” (2011), ambas plagadas de adrenalina.
El salto en paracaídas de “Misión: Imposible - Nación Secreta” (2015) y la pelea en el baño en “Misión: Imposible - Fallout” (2018), coreografiada de un modo genial, sobresalen dentro de un listado mucho más amplio.
Todos los elementos descritos anteriormente son variables que ayudan a explicar la vigencia de Ethan Hunt y los complejos trabajos que le son asignados. Tal es así que el próximo 13 de julio, llegará a los cines argentinos “Misión: Imposible: Sentencia mortal - Parte uno”, de Christopher McQuarrie.
Foto: Paramount PicturesEn esta séptima entrega, Ethan Hunt y su equipo tienen que hallar una sofisticada arma que pone en jaque al mundo. La decisión de los productores ha sido dividir “Sentencia Mortal” en dos partes, la segunda con estreno asignado recién para finales de junio del año que viene.
Ethan Hunt cuenta con la ayuda de alguno de los históricos de la saga, pero también un “enemigo misterioso y todopoderoso” (así se presenta en las sinopsis que se dieron a conocer) que lo obligará a tomar decisiones drásticas. El entretenimiento está garantizado.