Domingo 1.10.2023
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Hoy, la figura del “niño con poderes malignos” o “víctima de una posesión diabólica” es frecuente en el cine de terror. No lo era hace 50 años, cuando apareció una película que modificó sustancialmente las reglas del género: “El Exorcista”, dirigida por William Friedkin a partir de la novela de William Peter Blatty, quien tomó como base un caso real ocurrido en Maryland con un niña de 13 años.
Ese sería el primer efecto que tuvo aquel film: una gravitación sobre los parámetros del terror en el cine que nunca decayó a pesar de que pasó, como suele decirse, mucha agua bajo el puente. Inspiró a numerosas películas y series de terror que abordan (en general, con menos fortuna) temas similares.
Universal Pictures, PeacockLa huella del trabajo de Friedkin se puede observar en películas posteriores como “La Profecía” (1976), donde también aparece el mal sobrenatural en un contexto religioso detrás de una figura infantil. También en “El Resplandor” (1980), por su atmósfera oscura, de catástrofe en ciernes.
Pero también hay trabajos más recientes que deben mucho a los realizadores de “El exorcista”, como “El exorcismo de Emily Rose” (2005), en la cual un sacerdote es sometido a juicio de un sacerdote acusado de homicidio por negligencia durante un exorcismo. O “El conjuro” (2013) y su franquicia, donde los hechos paranormales que se describen tienen un trasfondo vinculado con posesiones y cultos malignos.
Universal Pictures, PeacockUn aspecto no menos influyente tiene que ver con la condición de pionera de la película en el uso de efectos especiales de manera efectiva para generar terror y suspenso. Visto en perspectiva parece exagerado, pero muchos espectadores de 1973 quedaron muy impactados por las imágenes de Regan vomitando o sacudiéndose violentamente en su cama.
A todo ese combo, se suma la incorporación de personajes bien delineados (el veterano padre Merrin, el atormentado jesuita Karras, la sufrida estrella de cine Chris MacNeill y la propia Regan) y el abordaje de temas complejos como la posesión demoníaca y el exorcismo. Y, en última instancia, la naturaleza del bien y el mal.
“En una era de agitación estudiantil, de uso experimental de drogas y de cuestionamiento general de la autoridad, ‘El exorcista’ permitió a los espectadores regodearse en los terribles castigos infligidos a la rebelde Regan. Y también con la rebeldía de la Regan-demonio, un personaje tan fascinante y tan lleno de repugnantes sorpresas”, indicó el crítico Steven Jay Schneider.
Para millones de personas, “El exorcista” es una película icónica. Esa nostalgia por la película original derivó en que las generaciones más jóvenes descubran y aprecien la película.
Es por eso que el próximo 5 de octubre llegará a los cines argentinos un “reboot” (en criollo, un “reinicio”) de “El Exorcista”, cuyos creadores pensaron como una nueva trilogía. Se trata de “El exorcista: creyentes”.
Este nuevo film está protagonizado por Leslie Odom Jr., un padre que enfrenta la tribulación de que su hija es, aparentemente, poseída por el demonio. Para ayudarla, busca el consejo de la actriz Chris MacNeil, o sea la madre de Regan en la película de 1973, que otra vez está interpretada por Ellen Burstyn, lo cual representa un guiño entre muchos otros.
Universal Pictures, PeacockEl director es David Gordon Green, quien según el sitio web fotogramas.es afirmó: “en este viaje, elegimos a Ellen Burstyn para que fuera nuestra gurú espiritual. Nuestro ‘Exorcista’ está vinculado narrativamente por sus personajes, pero no en términos de paralelismos estilísticos”. Lo cierto es que medio siglo más tarde, la fuerza del film de Friedkin continúa plena.