Domingo 13.8.2023
/Última actualización 13:24
“Alas blancas” (White Bird: A Wonder Story) es una película dirigida por Marc Forster que se estrenará en las salas argentinas el próximo jueves 24 de agosto. Se trata de una película inspirada en la novela de Raquel J. Palacio, que surge como un spin-off de “Extraordinario” (“Wonder”) de 2017, que retoma a uno de los personajes secundarios de esa película.
Julian es el adolescente que es expulsado del colegio por maltratar a Auggie Pullman (el protagonista de Wonder, víctima de bullying por su aspecto físico). En “Alas blancas” su abuela (interpretada por la actriz británica Helen Mirren) le cuenta cómo durante su juventud en la Francia ocupada por los nazis, un joven se arriesgó para protegerla de una muerte segura.
Esta premisa de observar los horrores de la Segunda Guerra Mundial y más específicamente los derivados del Holocausto a través de la óptica de niños y jóvenes no es nueva. De hecho, existe un film de Andrei Tarkovsky de 1962 titulado “La infancia de Iván” que describe como un niño ruso de 12 años, cuyos padres murieron durante la invasión nazi, trabaja espiando a los alemanes. Pero se ha fortalecido en los últimos años.
La idea de explorar la experiencia de la guerra desde la perspectiva infantil está presente, por ejemplo, en “Jojo Rabbit” (2019), de Taika Waititi. Una sátira sobre el nazismo que se focaliza en un niño alemán que pertenece a las Juventudes Hitlerianas y modifica su visión del mundo cuando descubre que su joven madre esconde a una niña judía.
Aunque arriesgado, el tratamiento de un tema espinoso desde una perspectiva satírica funcionó sobre todo por el respeto del director, que incluso interpreta una versión cómica y absurda de Adolf Hitler como amigo imaginario del joven protagonista.
Una premisa similar es la que aborda “Ladrona de libros” (2013), inspirada en la novela de Markus Zusak, que se centra en la historia de una niña que vive en la Alemania nazi y halla consuelo en los libros. A partir del conflicto que surge cuando debe tomar decisiones significativas para la vida de muchos, la película aborda temáticas como la amistad, la resiliencia y la literatura como salvavidas en la adversidad.
Con un plus, como bien señala el crtítico Jordi Costa: “contiene, por lo menos, las más que memorables, sólidas interpretaciones de Geoffrey Rush y Emily Watson”.
Sin embargo, uno de los mejores filmes gestados en torno a la perspectiva de la guerra desde ojos infantiles es “El niño con el pijama de rayas” (The Boy in the Striped Pajamas, 2008). Allí Bruno, de 8 años se enfrenta con el Holocausto, a partir del momento en que su padre es colocado al frente de un campo de concentración. Su ingenuidad y falta de conocimiento sobre lo que observa otorgan una perspectiva única.
El otro film de los últimos tiempos que merece ser incluido en esta lista es “When Hitler Stole Pink Rabbit” (2019), película que se enmarca en la Alemania de la década de 1930, en medio del ascenso del nazismo.
El centro es Anna Kemper, una niña judía de nueve años que se escapa poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial y tiene que afrontar el duro camino del exilio y aceptar nuevas culturas. De esta forma, la directora Caroline Link expresa su punto de vista respecto a desplazamiento, identidad, pérdida y adaptación.