De la libertad de "Titanic" a la obsesión de "Vértigo": los besos inolvidables del cine
Desde el primer beso cinematográfico en 1896 hasta los más memorables de la actualidad, estos momentos fueron fundamentales para la evolución de las historias en la pantalla.
Jack y Rose en “Titanic”, una de las parejas que hicieron historia en la pantalla grande de los ‘90. Foto: 20th Century Fox
“Museo del beso”, el flamante libro de Matías Moscardi y Andrés Gallina, es un recorrido muy original. Incluye “besos famosos, históricos, futuristas, oscuros, militantes, pintados, fotografiados, filmados, escritos, exhibidos y ocultos”. Una de las estaciones de ese itinerario es el primer beso del cine, cuyos protagonistas fueron, en 1896, May Irwin y John Rice. Desde ese momento, hubo cientos de miles de besos cinematográficos. Extraños como el de Charlton Heston y Kim Hunter, caracterizada como Zira en “El planeta de los simios” (1968). Destinados desde su propio origen a ser icónicos, como el de Clark Gable y Vivien Leigh en “Lo que el viento se llevó” (1939). Esperadísimos como el de Ron y Hermione en “Harry Potter y las reliquias de la muerte” (2011). A continuación, va un repaso de los que, a juicio del autor de estas líneas, tienen todo para ser los diez más recordados.
Michael y Freddo en “El Padrino II”. Ya devenido en jefe de la familia desde la película anterior, Michael Corleone tiene que mantener su imperio a flote, y le cuesta mucho. Pero cuando descubre, durante los festejos de Año Nuevo en Cuba, que su propio hermano es un traidor, se le rompe el corazón. Lo besa y sella así su destino trágico, que se verá en pantalla poco después. Este momento simboliza la complejidad de las relaciones familiares en la saga de Francis Ford Coppola.
Paramount Pictures
Milton Warden y Karen Holmes en “De aquí a la eternidad”. El beso que se dan los personajes interpretados por Burt Lancaster y Deborah Kerr en la famosa película de 1953 es uno de los más recordados del cine. En parte es por el seductor entorno, una playa hawaiana filmada en blanco y negro, pero no por eso menos sugerente. Sin embargo, lo que realmente destaca es que subraya la pasión y el deseo en un contexto como la invasión japonesa a la base de Pearl Harbor, que derivó en la intervención de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. La pasión que demuestran ambos contrasta con el dolor del conflicto.
Columbia Pictures
Ilsa y Rick en “Casablanca”. Es una de las películas más icónicas de la historia: incluso las personas que no la vieron jamás conocen algunas de las frases o reconocen la potencia simbólica del título. Dicho esto, el beso que se dan los personajes de Ingrid Bergman y Humphrey Bogart representa el sacrificio, pero también la complejidad de su relación. Se produce en un momento de altísima carga emocional: pese a que ambos saben que “siempre les quedará París”, donde vivieron un amor apasionado, es posible que no vuelvan a verse tras el inesperado reencuentro en Casablanca. Es un beso algo tanguero, ya que lo más probable es que sea el último, aunque también el más redentor. Descubren que sus tribulaciones son menores frente al enloquecido mundo que los rodea, marcado por la Segunda Guerra Mundial.
Warner Bros.
Don y Kathy en “Cantando bajo la lluvia”. El musical hollywoodense que amaron los directores franceses de la nouvelle vague está plagado de escenas imborrables, pero la de Gene Kelly enamorado, feliz, bailando bajo una lluvia torrencial (a todas luces artificial, pero a estas alturas eso importa poco) es la que mejor cuajó en la cultura pop. Esta secuencia arranca con el famoso beso entre Don (Gene Kelly) y Kathy (Debbie Reynolds), que sintetiza toda la alegría y el optimismo del género musical. Es la felicidad y la liberación del amor, con el toque de romanticismo que da la lluvia.
Rose y Jack en “Titanic”. La gran epopeya de los ‘90, creada por James Cameron, se vale de todos los recursos que el cine había explorado hasta entonces. Hay aventura, melodrama, catástrofe y romance, en el marco de la reconstrucción de uno de los accidentes náuticos más recordados de la historia. El beso entre Jack (Leonardo DiCaprio) y Rose (Kate Winslet) es un ícono del cine romántico moderno. Cuando él, un artista completamente desapegado de las ataduras burguesas, le dice a Rose, una joven de clase alta a punto de entrar en un matrimonio por conveniencia que no desea, que se sienta como si estuviera volando, le propone asumir su libertad. Así, la escena capta el amor verdadero, incluso en medio de una tragedia inminente.
Marcello y Sylvia en “La Dolce Vita”. Muchos de los millones de turistas que visitan cada año la Fontana di Trevi lo hacen movidos por la célebre escena creada por el maestro Federico Fellini, en la cual Marcello (Marcello Mastroianni) y Sylvia (Anita Ekberg) se besan en ese punto de la ciudad de Roma. Este beso, rodeado de la belleza de la capital italiana, habla de libertad y hedonismo, justo en un momento en que estos aspectos comenzaban a ser revalorizados por una generación que deseaba sacudirse del conformismo. La escena perduró como pocas en la memoria colectiva del cine.
Peter Parker y Mary Jane en “El hombre araña”. La película de 2002 sobre el superhéroe contiene un momento de gran carga emocional, cuando Peter, bajo la identidad de su alter ego arácnido, besa a Mary Jane colgado boca abajo en medio de la lluvia. La escena es original y puede interpretarse de varias maneras dentro de la narrativa de los superhéroes. Es mucho más que un beso romántico: hay una tormenta que dialoga con el interior de los personajes, y Peter está enmascarado y boca abajo, lo que anticipa lo caótica que será la relación con Mary Jane.
Marvel Comics
Noah y Allie en “Diario de una pasión”. La adaptación cinematográfica de la novela de Nicholas Sparks tuvo gran éxito en 2004, gracias a la descripción de la tumultuosa historia de amor entre Noah (Ryan Gosling) y Allie (Rachel McAdams), quienes deben atravesar diversas situaciones para poder finalmente unir sus vidas. En un momento de intensidad, luego de haber pasado ambos por otras relaciones, se besan bajo la lluvia, demostrando cómo la lucha por estar juntos finalmente los lleva a triunfar sobre las adversidades.
New Line Cinema
Judy y Scottie en “Vértigo”. La película de Alfred Hitchcock, más que un amor, describe una obsesión enfermiza: la de Scottie (James Stewart) por recrear a una mujer que ha muerto. Por lo tanto, el beso con Judy (Kim Novak) es una especie de anomalía en esta lista. Lo que pone de manifiesto es el triunfo de la manipulación masculina en una relación en la cual la identidad y el deseo se entrelazan de manera compleja, difícil e inesperada. La atmósfera malsana que rodea a esta escena convierte al beso en un momento más incómodo que bello, resumiendo el tono del filme.
Bella y Bestia en “La Bella y la Bestia”. En la factoría de Disney nacieron algunos de los besos más bellos de la historia, como el que despierta a Blancanieves del hechizo eterno o el que se dan mientras comen espaguetis la dama y el vagabundo. Entre los más esperados, figura el de Bella y Bestia en la película de 1991, un momento mágico que muestra la aceptación por sobre las diferencias. Toda la película habla sobre la necesidad de hallar la belleza interior, y todo confluye en esa expresión de amor.
Disney
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