La miniserie que convierte a la Expo Sevilla 92 en una pesadilla
A través de crímenes, conspiraciones y un muñeco inquietante, el cineasta español lleva la famosa exposición hacia un territorio de misterio y terror. Llega el 13 de diciembre a Netflix.
La Expo fue un símbolo del optimismo de los ‘90 de una España que quería ser referente global. De la Iglesia muestra el lado oscuro. Foto: Netflix
La Expo Sevilla 92 tuvo lugar entre el 20 de abril y el 12 de octubre de 1992, con la presencia de más de 100 países. Fue un hecho histórico para los españoles, que marcó a una generación. Tuvo como lema “la era de los descubrimientos”, jugando en este sentido con la coincidencia con el quinto centenario del viaje de Cristóbal Colón a América, en 1492.
En la isla de La Cartuja, pabellones como el de Japón y Alemania presentaron avances tecnológicos, experiencias inmersivas y muestras culturales que maravillaron a los visitantes. Sevilla cambió su fisonomía, con el puente del Alamillo, el tren de alta velocidad y una red de fibra óptica.
La exposición fue un símbolo del optimismo de los ‘90 de una España que pretendía consolidarse como referente global, para superar definitivamente el fantasma del franquismo. La mascota oficial, que contribuyó a esa noción icónica, fue Curro, un personaje diseñado por el artista alemán Heinz Edelmann.
Curro tenía un cuerpo blanco con forma de pájaro, patas de color rojo y un pico que se abría en forma de arcoíris multicolor. Pretendía sintetizar la creatividad, diversidad y el espíritu moderno de la exposición.
Ese es el contexto que eligió el director Alex de la Iglesia para situar su nuevo trabajo de ficción, titulado “1992”, que estará disponible a partir del próximo 13 de diciembre en la plataforma Netflix. Se trata de una serie que narra unos asesinatos en los cuales se repite algo: todas las víctimas han sido quemadas y junto a los cuerpos aparece un muñeco del mencionado Curro
Netflix
El propio director lo describió, según el sitio especializado Filmaffinity, como “un thriller que mezcla suspense e intriga política y que nos retrotrae a un momento clave de la historia reciente de nuestro país que muchos guardamos en la memoria”.
Ubicada en la vertiente de “El silencio de los inocentes” y “Pecados capitales”, “1992” aparece en un momento de cierto reverdecer del subgénero de asesinos seriales. En los últimos meses se estrenaron “La trampa” de M. Night Shyamalan y “Longlegs”, que entran dentro de esta categoría.
Un director con mucho que decir
Álex de la Iglesia es uno de los cineastas españoles más creativos de su generación. En sus trabajos coexisten el humor negro, la violencia y el absurdo. Desde su debut con “Acción Mutante” (1993), una sátira de ciencia ficción sobre la discriminación, mostró su inclinación por personajes marginales, un poco a la manera en que lo hacía John Huston en filmes como “Fat City” o “El tesoro de Sierra Madre”.
Netflix
El sello “de la Iglesia” alcanzó una cima en “El día de la bestia” (1995), una comedia apocalíptica en la que un sacerdote intenta evitar el nacimiento del Anticristo en Madrid. La película es difícil de clasificar: hay horror, humor grotesco y crítica social. Aquí ya se nota su talento para reinterpretar los géneros tradicionales de modo irreverente.
En “La comunidad” (2000), se vale de elementos del thriller y la comedia negra para contar la historia de una mujer atrapada en una lucha surrealista con sus vecinos por los 300 millones que están escondidos en el piso de un vecino que acabad de morir. En “Balada triste de trompeta” (2010), utiliza el melodrama, la sátira política y el terror para abordar los años del franquismo, que también aparecen mencionados en “Muertos de risa”, donde un dúo de humoristas atraviesan la compleja España de los ‘70.
Netflix
Pero el gran aporte de la Iglesia, y es de esperar que esté presente en “1992” a partir de la mayor cantidad de espacio para desarrollar este aspecto, es la construcción de personajes que quedan grabados en la memoria. En general, son antihéroes atrapados en situaciones absurdas y violentas, como el sacerdote de “El día de la bestia” o el joven matemático de “Los crímenes de Oxford” (2008).
Desde lo visual, Alex de la Iglesia suele trabajar con recursos (planos angulares, movimientos rápidos, escenarios barrocos) que siempre están al servicio de las historias. Un ejemplo modélico es “El bar” (2017), donde el uso claustrofóbico del espacio profundiza el terror y la paranoia de un grupo heterogéneo de personas que quedan atrapadas en un café durante una situación apocalíptica.
Netflix
Esta búsqueda de crear contenido a través de la forma lo ubica como un digno alumno de Luis Buñuel o Alfred Hitchcock. Y abre expectativas frente a la miniserie que se estrenará el 13 de diciembre.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.