Miércoles 8.5.2024
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El periodista y escritor Víctor Pintos es uno de los que más investigó y que mejor conoce la historia de José Alberto Iglesias (para lo posteridad “Tanguito”), una pieza central en la evolución, pero sobre todo en la mitología del rock argentino. En mayo de 2022, concedió una entrevista a este medio para hablar sobre la reedición revisada y aumentada de su libro “Tanguito. La verdadera historia”.
Mandala Films, Kuranda FilmsDurante esa, por otra parte extensa, charla puso acento en una cuestión curiosa: que más allá de lo que indica la biografía auténtica, la enorme mayoría de los argentinos da por sentado que Tanguito fue un rockero que se enamoró de una chica hermosa, que hizo canciones buenísimas, estuvo preso por salirse de las normas y logró construir frases filosóficas como la tan mentada “no todo se compra, no todo se vende”. Algo que se debe, pura y exclusivamente, a “Tango feroz”, de Marcelo Piñeyro.
Mandala Films, Kuranda FilmsLa película fue un fenómeno en el invierno de 1993. Con unos jóvenes Fernán Mirás y Cecilia Dopazo como protagonistas, llevó a 1.700.000 espectadores a las salas de cine. De pronto, los ‘60 y los ‘70 coparon la parada en medio de la argentina menemista de los shoppings, las corbatas vistosas, las privatizaciones y la Ferraris presidenciales.
Mandala Films, Kuranda FilmsLas utopías de la era hippie reaparecieron con fuerza inusitada en los tiempos en que las ideologías (parecía) comenzaban a fenecer. Así, en las radios noventosas, empezaron a sonar temas “viejos” del propio Tanguito, de Vox Dei y de Moris. Y una generación que se había formado musicalmente con Soda Stereo y los Redondos, se encontró de pronto revalorizando de pronto a los pioneros, a los que construyeron desde la nada un rock de corte rioplatense.
Mandala Films, Kuranda Films“Tango Feroz” fue epicentro también de controversias. En primer lugar, muchos de los que habían sido protagonistas de aquella etapa pionera del rock, alzaron la voz para indicar que la historia contada por Piñeyro nada tenía que ver con la figura real de Tanguito. Mientras Mirás compone en el film a un personaje extrovertido y rebelde, las crónicas se decantan más bien por un pibe de barrio, introvertido y pacífico, poco dado a las peleas.
INCAATambién señalan que no aparece en el film el icónico tema musical “La balsa”, que Iglesias compuso junto a Lito Nebbia y construyó las bases para un movimiento que se prolongará por varias décadas. Al respecto, hay un gran artículo firmado por Carlos Altavista titulado “Tango Feroz, a 30 años de la gran mentira sobre el rock”, publicado en 90lineas.com. Como dato de color, la revista Gente y el programa de televisión Hora clave, de Mariano Grondona, se hicieron eco del fenómeno social que llegó vinculado con el estreno del film, dando pie a momentos memorables de la televisión vernácula.
Más allá de las polémicas y del rigor del film, lo cierto es que su estructura cautivó a espectadores de todo tipo, que no solo se volcaron masivamente a las salas, sino que también se compraron en forma compulsiva discos y cassettes con la banda sonora. A tal punto que, 30 años más tarde, dos jóvenes cineastas (Denise Urfeig y Mariano Frigerio) decidieron tomar como base aquel fenómeno para elaborar un documental, que titularon “Leyenda feroz”. Con fecha de estreno comercial prevista para este jueves 9 de mayo, tras un paso por el Bafici, busca la voz de diferentes personas para exponer y explicar los detalles de ese caso singular del cine argentino, pocas veces equiparable.
INCAALa dupla que integran, ya había concretado un “rescate” similar con otra película emblemática del cine argentino como “Esperando la carroza” (1985), a través del documental “Carroceros”, que tiene como materia prima a los grupos de fanáticos de la obra de Alejandro Doria. Ahora, se adentran en la historia “Tango feroz”, en las polémicas, en sus detractores y en un aspecto central: que constituyó un acercamiento al rock nacional para pibes que no habían nacido o eran apenas bebés cuando Iglesias/Tanguito ya sobresalía entre los primeros rockeros gracias a su poesía y su aura. En este sentido, “Leyenda feroz” también es una reflexión sobre otra forma de concebir el cine, hoy ya desaparecida. Pero promotora constante de nostalgia, como las canciones nacidas al calor de las charlas, en las mesas de la Perla de Once.