Jueves 9.3.2023
/Última actualización 17:38
Damián Szifrón es una rara avis dentro de la industria audiovisual argentina. No le cabe, ni mucho menos, el adjetivo “prolífico”, tantas veces aplicado dentro del universo de la cultura. Pero si la calza a la perfección el de “exitoso”, si se toma en cuenta su sincronización con los gustos populares y su capacidad para llegar al público masivo. Esto no es peyorativo ni mucho menos, maestros del cine como Alfred Hitchcock y Francis Ford Coppola también fueron finos estrategas al momento de comprender a los espectadores.
Szifrón premiado junto a su grupo de "Los simuladores". Foto: ArchivoPara la televisión, gestó apenas dos productos: “Los simuladores” y “Hermanos y detectives”. Ambos podrían considerarse joyas del entretenimiento popular, pero capaces a la vez de reflejar, desde una mirada sobre el mundo, las tensiones de una época determinada del país.
En especial “Los simuladores”. En medio de una debacle social, política y económica (la Argentina post 2001) Szifrón mostró a un grupo de cuatro hombres que, en equipo y de acuerdo a sus capacidades, se dedican a resolver los problemas de la gente. Aquellos sobre los cuales las instituciones poco o nada pueden hacer. Mario Santos (el personaje creado por Federico D’Elia) lo explicita en uno de los capítulos: “En un mundo ideal no tendríamos trabajo, pero como están dadas las cosas, no damos abasto”.
Esta percepción acertada respecto a las expectativas del público las mantuvo Szifrón en el cine. “El fondo del mar” (2003), es su ópera prima. Reflexiona sobre la madurez a partir de la historia de un joven obsesionado por una relación amorosa, que explota cuando descubre que detrás se esconde una infidelidad. Un entretenimiento despojado de cualquier indicio de realismo, acorde a las necesidades de la época: luego del pozo que implicó el 2001, era perfectamente posible que el público no tuviera ganas de continuar viendo a la gente sufrir en la pantalla.
Szifrón y Dolores Fonzi en el rodaje de "El fondo del mar". Foto: ArchivoEsa misma certidumbre que guió, quizás, su siguiente proyecto “Tiempo de valientes”, una mezcla de thriller, buddy movie y comedia (con muchos guiños a “Arma mortal”) que funciona sobre todo por la química entre los protagonistas (Luis Luque y Diego Peretti), por la fuerza de su villano (un agente de inteligencia corrupto) y por los divertidísimos personajes secundarios. La trama (vinculada con el robo de plutonio de una planta) es apenas una excusa (“MacGuffin” diría Hitchcock) para desplegar a los personajes.
"Tiempo de valientes", una película de 2005. Foto: ArchivoEn 2014 todo cambió con “Relatos Salvajes”. Ya el país era otro que una década antes. Era un momento de exasperación social, la economía (esto se mantiene vigente) mostraba síntomas de evidente deterioro y la crispación en las calles era tangible (algo que, lamentablemente, también está presente al día de la fecha). La Argentina, en especial sus grandes ciudades, eran una olla a presión. Y esto Szifrón lo mostró a la perfección en las historias que eligió para su film, con personajes siempre al límite. La del ingeniero “Bombita” es muy representativa en este sentido.
El éxito de "Relatos salvajes". Foto: Archivo“Misántropo” (“To Catch a Killer” en el idioma original) marcará el esperado (y varias veces postergado debido a proyectos truncos) desembarco de Szifrón en el cine comercial estadounidense. Se trata de un thriller de corte policíaco protagonizado por Shailene Woodley (la actriz de “Divergente”) y Ben Mendelsohn, que intervino en diversas películas desde 1986, entre las más conocidas “Rogue One: una historia de Star Wars” y “Ready Player One” de Steven, donde interpreta al villano Nolan Sorrento.
Con estreno programado para el 4 de mayo, contará la investigación y búsqueda, a cargo de una agente especial del FBI, del autor de un ataque producido por un único hombre que deja un saldo de 29 muertos en Baltimores, pero ninguna pista. ¿Mantendrá Szifrón su olfato para comprender los gustos populares? ¿Podrá tener continuidad en un mercado exigente como el norteamericano? Habrá que ver.