De Mel Gibson a Anya Taylor-Joy: ¿Cómo logró "Mad Max" mantenerse vigente tras 45 años?
Desde su inicio con un presupuesto mínimo en los ‘70, “Mad Max” se convirtió en fenómeno cultural, gracias a los autos, a Mel Gibson y a un universo distópico. Este mes llega “Furiosa”, spin-off centrado en una figura femenina de la franquicia.
El universo distópico y post-apocalíptico centrado en una Australia del futuro es impactante y agresivo. Foto: El universo distópico y post-apocalíptico centrado en una Australia del futuro es impactante y agresivo. Foto: Warner Bros.
“Mad Max” es una saga icónica del cine de los últimos cuarenta años. Aunque “El guerrero del camino” (1981), “Más allá de la cúpula del trueno” (1985) y la nueva versión creada en 2015, que retomó las riendas de la franquicia son los capítulos más instalados en la cultura pop, es la primera entrega de la saga (“Mad Max”, 1979) donde se encuentra el origen de todo el fenómeno cultural que vendría después.
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Aquella película fue construida con un bajísimo presupuesto, de apenas 400.000 dólares. Tan escasos eran los márgenes que, según cuenta la leyenda, el director George Miller tuvo que utilizar su propio auto para una escena de choques. Pero recaudó más de 100 millones, siendo una de las más rentables jamás filmadas.
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El éxito se debe a que representa tanto un divertimento repleto de adrenalina, como un intento de describir el estado de las cosas en el caótico mundo del ocaso de los ‘70, donde todos los sueños de la era hippie se habían hecho trizas y el mundo viajaba hacia lugares cada vez más oscuros. Es que, como señala el ensayista Pablo Cappana, “el futuro suele ser una excusa para establecer una crítica del presente”.
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En primer lugar, ese universo distópico post-apocalíptico construido en una Australia del futuro resulta tan fascinante como impactante y agresivo. La combinación de vehículos veloces, paisajes desolados y personajes bien delineados, construye un mundo que es, al mismo tiempo, aterrador y magnético. Hay pandillas que se han apoderado de las calles y policías que tienen que aplican métodos igual de violentos para tratar de frenarlas.
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Otro factor central para el éxito de la saga es el carismático personaje de Max Rockatansky, interpretado por Mel Gibson al principio y retomado por Tom Hardy en la renovación de la saga que tuvo lugar en 2015, de la mano del propio Miller. Otro mito al respecto: Gibson, que era un desconocido en los ‘70, se presentó al casting con las cicatrices de una pelea de bar, que le dio el aspecto rudo que los directores de casting estaban buscando. El de Mad Max fue el papel que lo hizo estrella.
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Una apretada sinopsis que puede ser extensiva a la saga completa. Max es un ex policía solitario, que atraviesa el desierto atormentado por la pérdida de un ser querido. En su lucha por sobrevivir en un mundo despiadado, interactúa con diversos grupos que han logrado sobreponerse a los cataclismos y se convierte en una especie de héroe. Uno de los recursos más codiciados es, de nuevo el reflejo del contexto histórico, el combustible.
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La semilla presente en la primera entrega, no hizo más que potenciarse y crecer a lo largo del tiempo. “Mad Max 2: el guerrero del camino” y “Mad Max 3: más allá de la cúpula del trueno”, permitieron en los años ‘80 expandir ese cosmos apenas esbozado en 1979. Que mejoró todavía más en la resurrección de la saga iniciada en 2015, que robusteció con los nuevos efectos visuales los méritos de las anteriores.
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Mujeres de armas tomar
La saga de Mad Max presentó varias figuras femeninas fuertes. La primera es Jessie Rockatansky, la esposa de Max en las películas originales. Su presencia física es escasa en la saga, pero se la presenta como un sostén de Max en un mundo oscuro. Su muerte es el motivo de la brutal venganza esgrimida por Max.
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Otra mujer recordada de la saga es Aunty Entity, interpretada por la cantante Tina Turner en “Mad Max: más allá de la cúpula del trueno”, una líder carismática que desempeña un rol crucial en la trama de la película. También resuena en la memoria de los cinéfilos la Valkiria, presente en “Mad Max: furia en el camino”. La actriz Megan Gale le puso el cuerpo a una de las muchas mujeres guerreras que integran la saga.
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Pero, sin dudas, el personaje femenino más poderoso de una saga que estuvo siempre más volcada hacia las figuras varoniles, es Furiosa, encarnada por Charlize Theron en “Mad Max: furia en el camino”. Es como una especie de Max en femenino, una amazona que intenta liberar a un grupo de mujeres que, en ese contexto de crisis post nuclear, fueron esclavizadas por un tirano. Es hábil, inteligente y audaz.
Sobre esta mujer recae el peso de la próxima entrega de la franquicia, que tendrá su arribo a los cines el próximo 23 de mayo bajo el título “Furiosa: de la saga Mad Max”. En este spin-off, se describe la juventud de Furiosa (Anya Taylor-Joy) cuando es arrebatada de su lugar de origen y entregada a una horda de motoristas. En el film, participa Chris Hemsworth como líder de un culto de motoqueros.
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“El problema de los diálogos es que tienden a ralentizar las cosas. El cine es un medio que suele disfrutarse mejor a gran velocidad”, afirmó recientemente el director George Miller, consultado sobre la película. De modo que todo indica que la acción estará servida. El espíritu de Mad Max está vigente.
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