Martes 5.3.2024
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La película “El viento que arrasa”, basada en la novela de Selva Almada, producida por Cimarrón Cine y dirigida por Paula Hernández, llegará a los cines argentinos el próximo 21 de marzo. “Sumida en un destino que no elige Leni acompaña a su padre, el Reverendo Pearson, en su misión evangélica. El auto se avería obligándolos a detenerse en el taller mecánico del Gringo, un hombre en las antípodas de la fe que vive junto a Tapioca, un adolescente bajo su tutela. Las horas se demoran bajo una tormenta que se avecina y el Reverendo se obsesiona con salvar el alma de Tapioca. Leni ve en el poder que Pearson ejerce sobre el joven, ecos de su propia historia. Lo enfrenta por primera vez, intuyendo que su vida comenzará en ese preciso instante, asumiendo su destino”, señala la sinopsis.
Para la directora, “El Viento que Arrasa” es “una road movie en el umbral de una tormenta. Un viaje de un padre enceguecido por la fe y de una hija adolescente que intenta quebrar un destino que parece ineludible: ser ladera de un fanático, ser hija sin casa, sin madre, sin memoria. Ser mujer atrapada entre estereotipos religiosos”. En una entrevista concedida a este medio, Hernández recordó que “la novela tiene cuatro personajes espectaculares. Hay algo de la situación que plantea, el enfrentamiento de dos universos, que está muy bien escrito. Cuando me propusieron el proyecto no conocía la novela, pero encontré algo interesante. No está el pintoresquismo de algo regional, pero tiene un nivel de detalle y sonoridad muy propio en esos lugares. La forma en la que construye los personajes masculinos me pareció muy atractiva”.
Cimarrón Cine, Cinevinay, Rizoma Films“Hay algo de los universos familiares, que yo venía trabajando en películas anteriores, así que a los productores les pareció que podía interesarme ese material. Entonces el proyecto tiene una característica particular: es a la vez una película por encargo y autoral, porque me dejaron hacer lo que yo quisiese con el material, lo cual es una invitación buenísima. Los cuatro personajes tan antagónicos de la novela implican la posibilidad de contar un mundo familiar con hombres y no con mujeres como yo venía haciendo en otros filmes”.
Cimarrón Cine, Cinevinay, Rizoma Films“El viento que arrasa” es, en parte, una película de iniciación, en la medida en que el foco está puesto en la transición de la juventud a la adultez de los personaje de Leni y Tapioca. Pero también hay algo de road movie, ya que el viaje externo que emprende el reverendo Pearson con su hija deriva en cambios internos que afectan a todos, en particular a los más jóvenes. En este punto, Hernández consideró que el tema de los hijos es central en la película, que se pone en el lugar de esos dos jóvenes que crecen bajo dos formas muy diferentes de ver el mundo, donde hay amor, pero también manipulación. En particular, en el caso de Leni, desde cuyo punto de vista se edifica “El viento que arrasa”. “Desde ahí decidí contar la película”, expresó la directora.
Cimarrón Cine, Cinevinay, Rizoma FilmsEsa transición de los personajes está en la pulpa misma de la película, que también reflexiona sobre otras cuestiones, como el poder, la fe, las creencias y los mandatos. Mucho de eso está puesto en la figura del pastor, que “tiene una creencia ciega en lo que él cree y lo lleva hasta sus últimas consecuencias, inclusive pudiendo arrasar con sus vínculos más íntimos”, indicó Hernández. “Para mí fue atractivo poder ponerme a pensar en esas estructuras de pensamiento y de formas de relacionarse”, agregó.
Cimarrón Cine, Cinevinay, Rizoma FilmsUno de los mayores aciertos de “El viento que arrasa” está en sus actores. El chileno Alfredo Castro, que interpreta al Reverendo Pearson, el español Sergi López que se pone en la piel del Gringo, Almudena González que compone a Leni y Joaquín Acebo que encarna a Tapioca están tan compenetrados en sus personajes que logran transmitir emociones profundas a través de gestos sutiles. “La elección fue el resultado de una búsqueda muy muy larga”, explicó Hernández. “Joaquín dio un montón como actor. Fue hermoso lo que hizo en los castings, en el proceso de trabajo, hasta que quedó elegido. Lo mismo Almudena”, contó la directora.
Cimarrón Cine, Cinevinay, Rizoma FilmsCon los dos padres de la película, Castro y López, estuvo desde un primer momento la decisión de que fueran actores que tuvieran un perfil internacional. Esto los obligó a realizar un trabajo con la voz, para suavizar los acentos. “Hicieron un trabajo con una coach, que trabajó la sonoridad de Entre Ríos”, reveló Hernández. Cada uno de acuerdo a la necesidad de los personajes, ya que uno trabaja todo el tiempo con la palabra mientras que en el otro hay una mayor demanda de utilizar el cuerpo y la mirada. “Fue un trabajo lindo con ellos, me gusta mucho dirigir actores es una de las cosas que más disfruto en las películas”, consideró Paula.
Cimarrón Cine, Cinevinay, Rizoma FilmsRespecto a las locaciones, que son fundamentales para “El viento que arrasa”, no se respetó del todo lo propuesto en la novela, donde el viaje incluye la región mesopotámica y el Chaco. “Decidí quedarme más en la Mesopotamia porque me gustaba la idea de la frontera, como como una situación algo ambigua de límite, de rejunte de todas estas personas en medio de una fauna ahí. Mientras escribía, miraba mucho todo Misiones, Corrientes y Entre Ríos, toda esa línea pegada a las fronteras. Después, decidimos filmar en Uruguay como tiempo y mi idea fue llevar todo eso que tenía en la cabeza como referencia para encontrarlo allí. Ese fue el punto de partida y después aparecieron espacios nuevos que incorporé porque me parecía que funcionaban bien para la historia”.
Cimarrón Cine, Cinevinay, Rizoma FilmsMientras se cuentan los días para su desembarco en las salas argentinas, previsto para el jueves 21 de marzo, la película está realizando recorridos por distintos festivales de cine del mundo, con buena repercusión. Pasó por Toronto, San Sebastián, Biarritz, Río de Janeiro, La Habana, Göteborg y Mar del Plata. En este último, destacaron a “El viento que arrasa” por alcanzar “un clímax potente y opresivo para narrar dos historias a modo de un thriller, poniendo en discurso diferentes modos de percibir el mundo. Dando origen a una pelea generacional, que es también un tema propio de la filmografía de Hernández, que recupera en esta adaptación impecable de la novela homónima de Selva Almada”.