Viernes 2.9.2022
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Pinocho es un personaje literario decimonónico que surgió de la imaginación del italiano Carlo Collodi, quien publicó sus aventuras en un periódico entre los años 1882 y 1883. Sin embargo, el muñeco de madera dotado de vida a través de una intervención mágica se convirtió, medio siglo después, en uno de los primeros largometrajes de Walt Disney y a partir de allí en un ícono de los dibujos animados. A tal punto que la figura de Pinocho diagramada dentro de ese estudio (cara redonda, ojos azules, pelo negro y espeso, sombrero amarillo con pluma roja) quedó fuertemente arraigada en la cultura popular.
Pinocho con la voz de su conciencia, Pepe Grillo.Walt Disney, que había dado un primer paso firme en el mundo de la animación al gestar “Blancanieves y los siete enanitos” en 1937, eligió el texto de Collodi para su segundo largometraje y se arriesgó en varios sentidos. Suavizó varios aspectos tenebrosos de la narración original (aunque mantuvo otros) a través de la incorporación de gags, abordó en forma minuciosa la luz, la arquitectura del pueblito, construyó en forma meticulosa a los personajes y logró algunas secuencias de enorme valor estético, como la del mar. Al punto que algún cronista escribió: “el agua se ve tan real que una persona puede ahogarse en ella”.
Pero todo eso, al parecer, no bastaba para darle al proyecto la fuerza que Disney pretendía. De modo que, como describe Diana Paladino en el libro “Cien años de cine”, “sin escatimar tiempo ni gastos, manda a parar la producción pues hace falta un personaje que refuerce al muñeco de madera y brinde un punto de vista más cercano al del público. Surge Pepe Grillo”.
La versión de 1940 creó imágenes icónicas.Conectar casi un siglo después
¿Cómo es que un filme de 1940 es capaz de seguir conectando con el público familiar 82 años más tarde? Porque, como todo clásico que se precie, tiene su mirada puesta en temáticas que trascienden la coyuntura. Y, en ese sentido, se resignifica todo el tiempo. “Pinocho” es la búsqueda de una persona distinta a las demás que busca la aceptación social. Pero también una reflexión (que la puede conectar incluso con “Blade Runner”) respecto a qué implica ser un humano.
Pero, en términos más prosaicos y fuera de toda reflexión filosófica, como señaló la crítica Cindy White, su vigencia obedece a “sus hermosos mundos, sus extravagantes canciones y sus encantadores personajes”. Al tiempo que demostró que “el mundo de la animación, que seguía inexplorado en aquel tiempo, estaba lleno de posibilidades”, escribió el crítico Joshua Klein.
Póster de la nueva película.Aunque hubo otras versiones en la pantalla grande (la última en 2019, con Roberto Benigni como Geppetto) ninguna fue capaz de alcanzar el nivel de la creada en 1940. Es por eso, tal vez, que sea el propio estudio el que haya decidido asumir el desafío de generar una remake de la mítica película, a través de la técnica de live-action o imágen real. Que estará disponible a partir del próximo 8 de septiembre en Disney+.
La película tiene sobre sus espaldas el peso de su antecesora, pero cuenta con un capital: la presencia convocante del actor Tom Hanks (que tiene a su cargo la construcción de Geppetto) y la dirección de Robert Zemeckis, gestor para quienes no lo ubican del clásico ochentero “Volver al futuro”. No es la primera vez que este cineasta asume retos vinculados con la animación: lo hizo en “¿Quién engañó a Roger Rabbit?” (1988) y “El expreso polar” (2004), donde también estuvo acompañado por Hanks. Habrá que ver que resultados obtiene con esta nueva apuesta.