El clásico de aventuras de los ‘80
que volvió transformado en serie
“Willow” es una película dirigida por Ron Howard a partir de una historia de George Lucas, que se estrenó en 1988. Para emular el éxito que obtuvo en su momento, Disney+ creó un nuevo producto en episodios donde retoma a los personajes centrales de una fantasía que quedó grabada en el público.
La acción de la serie se sitúa dos décadas después de los acontecimientos de la película original, cuando Willow Ufgood tiene que liderar una peligrosa misión de rescate. FOTO: Disney+
No son sus credenciales artísticas las que hacen de “Willow” un film querido por aquellos que transitaron la década de 1980 como espectadores de cine. No posee el ingenio y el humor de “La princesa prometida” (1987), la potencia visual de “Leyenda” (1985), la atmósfera perturbadora de “Excalibur” (1981) o un villano tan encantador como el que compuso David Bowie en “Laberinto” (1986). Sin embargo, gana puntos gracias a la nitidez y el carisma de sus personajes, que eluden el estereotipo gracias a los matices: el valiente Willow Ufgood (Warwick Davis); el bravo Madmartigan (Val Kilmer); la bellísima Sorsha (Joanne Whalley), la malvada reina Bavmorda (Jean Marsh) y el terrorífico general Kael (Pat Roach).
El argumento de “Willow” fue ideado por George Lucas, que pocos años había redefinido la industria del cine de entretenimiento gracias a “Star Wars”. En términos muy generales cuenta como la malvada Reina Bavmorda arresta a todas las mujeres embarazadas de sus dominios cuando aparece una profecía que indica que una niña pondrá fin a su poder. En ese contexto, nace Elora Danan, a quien una marca identifica como la elegida. Antes de morir, su madre la entrega a una criada para que escape con ella. Finalmente, Elora es encontrada por Willow Ufgood, un granjero que desea ser mago. Y que con muy poca ayuda deberá proteger a la niña de las fuerzas maléficas que la acechan.
Foto: MGM
El bien y el mal
En su núcleo, la película se sostiene sobre el enfrentamiento entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad, la pureza y la corrupción. Hay referencias al cristianismo: la profecía, la persona elegida, la persecución a las madres, la niña rescatada en un canasto que viaja por el río. Ecos de la obra de J.R.R. Tolkien: un mundo fantástico que se parece a la Tierra Media, guerreros humanos imperfectos, una población de pequeños seres (que se parecen a los hobbits) en cuya nobleza se depositan los destinos del mundo y un héroe inesperado que logra vencer al ser más poderoso. La vuelta de tuerca es la prevalencia que tienen los personajes femeninos.
Foto: MGM
La influencia de George Lucas es clara en tanto se da mucha prevalencia a la acción, pero sin dejar de lado el interés por el perfil de los personajes. El Madmartigan que construye Val Kilmer y la Sorsha que interpreta Joanne Whalley son modélicos en ese sentido. Otro mérito de “Willow” es que logra recobrar cierta épica de las películas de “capa y espada” que caracterizaron al Hollywood de los años ‘30 y ‘40, donde la pureza de los géneros era una de las claves para comunicarse con el público. Tales como “El prisionero de Zenda”, “Las aventuras de Robin Hood” y “Los tres mosqueteros”.
Revivir desde la nostalgia
A casi 35 años del estreno de “Willow”, que llegó por primera vez a los cines de Estados Unidos el 20 de mayo de 1988, la película pasó a convertirse en una serie producida por Imagine Entertainment, Lucasfilm y MGM, distribuida por Disney+. En este producto, que se estrenó el último día de noviembre, la acción se sitúa 20 años después del momento en que Willow vence a la reina Bavmorda. Ahora, el hechicero lidera a un grupo de inadaptados en una misión de rescate.
Esta serie no es un caso aislado. Forma parte de una tendencia que ya lleva algunos años, consistente en apelar a la memoria emotiva del público respecto a lo que fueron los años ‘80 en términos de gestación de íconos perdurables desde la pantalla. “Stranger Things” y “Cobra Kai” son dos ejemplos grandísimos en los cuales se intenta un reencuentro con aquel pasado cuyo aura no se ha roto. En el caso puntual de la serie “Willow”, la crítica Meghan O’Keefe la definió a la perfección como “una tormenta perfecta entre lo nuevo y la nostalgia, llena de personajes que te tocarán el corazón”.