“Resident Evil”: una franquicia que posee inquietante actualidad
La semana que viene se estrena en Netflix la serie inspirada en el videojuego de Capcom, que a su vez originó un grupo de películas entre 2002 y 2021, con Milla Jovovich. Describe cómo un virus generado como arma bacteriológica se propaga y convierte a los humanos en monstruos. Este universo narrativo cobró nuevos sentidos a partir de la pandemia del Covid19.
El éxito del videojuego derivó en la conversión de “Resident Evil” en un universo amplio en posibilidades narrativas y rentable en términos económicos. FOTO: Constantin Film
En 1968, a través de “La noche de los muertos vivos”, el cineasta George A. Romero inauguró una vertiente llena de posibilidades para el cine de terror: la de utilizar la figura del zombi para hablar del estado de cosas en el mundo actual. Así, a través de su modesta película, Romero dialogó con la guerra de Vietnam, la discriminación racial, el hippismo, el avance pernicioso de la televisión y la prepotencia de las instituciones por sobre las libertades individuales. Inauguró así un universo que, en las décadas siguientes, estuvo frecuentado por muchos cineastas, que encontraron un modo de reutilizar el injustamente relegado género del terror para manifestar cosas que, dentro de otras estructuras, hubiera resultado más difícil.
Foto: Constantin Film
Dentro de esta línea se puede ubicar a la franquicia “Resident Evil” que, en sus diferentes variantes mediáticas, se focaliza en la misma premisa troncal que reitera aquella máxima atemporal de Thomas Hobbes que sentencia: “homo homini lupus” (“el hombre es un lobo para el hombre”). Es que ya el videojuego original que data de mediados de la década de 1990 pone el acento en la temática de la amenaza bioterrorista y detalla como un poderoso laboratorio (en un principio, no se sabe si por acción u omisión) propaga un virus que, en la medida que infecta a las personas, las convierte en zombis. Argumento que, a la luz de lo ocurrido hace tan solo dos años y medio con el Covid19 y todas las teorías que se tejieron en torno a su origen, cobra una escalofriante actualidad.
Desembarco en el cine
El éxito del videojuego (que llegó a decenas de millones de usuarios en el mundo entero) derivó en la conversión de “Resident Evil” en una franquicia muy rentable, con adaptaciones a categorías como el manga o la novela. Sin embargo, fue su paso al cine lo que terminó de redondear su popularidad global, más allá de que tuvo sus detractores. En 2002 (el mismo año, dicho sea de paso, en que el británico Danny Boyle estrenó su terrorífica “Exterminio” con similar argumento) llegó a las salas la película escrita y dirigida por Paul W.S. Anderson y protagonizada por la actriz de ascendencia rusa Milla Jovovich, que a partir de allí se convirtió en una de las caras más visibles de la franquicia.
Foto: Constantin Film
Es cierto que no tiene la profundidad dramática de “Exterminio”, donde ver a Cillian Murphy en una Londres desierta encoge el corazón. Pero es innegable que la versión cinematográfica de “Resident Evil” es tan eficaz en términos de entretenimiento como lo es su heroína para llevar a cabo sus misiones. Tal como señala el crítico Robert K. Elder, es “una de las pocas películas sobre videojuegos que verdaderamente recrean la experiencia del juego”. En este sentido, es un logro del director Anderson, que en 1995 había conducido, con resultados mucho menos favorables, la adaptación a la pantalla grande de otro popularísimo videojuego que ganó adeptos en todas las latitudes como “Mortal Kombat”.
Foto: Constantin Film
La combinación entre argumento simple pero efectivo, heroína con carisma y acción sin pausa determinó la ampliación del grupo de adaptaciones de “Resident Evil” a la pantalla de cine. De modo que, entre 2004 y 2021 se filmaron otras seis películas. Cinco de ellas fueron protagonizadas por Jovovich, y varias fueron dirigidas por Anderson. Sin abandonar nunca la acción llena de adrenalina, con apuntes sobre la capacidad de los seres humanos de generar un apocalipsis a su medida, motivados por su ambición ilimitada. Aquí el desastre es bioquímico, parece señalar el grupo de films, pero bien podría ser de otra índole y la cuestión de fondo no sería diferente en manos de poderosos sin escrúpulos, de “locos con carnet” según la famosa canción de Joan Manuel Serrat.
La vigencia tiene forma de serie
Lejos de haberse resentido en el cuarto de siglo que lleva de vida, el mundo de “Resident Evil” parece estar vigoroso. Parece ubicarse del lado de las obras de faros del género del terror como John Carpenter o el mentado Romero, capaces de resignificar sus componentes frente a cada nuevo contexto con el que le toca convivir. De hecho, será el punto de partida para una serie que se emitirá a partir del 14 de julio a través de Netflix. Producida por Constantin Film y distribuida por la plataforma de contenidos, se extenderá por ocho episodios cuya trama se ubicará tres décadas después del descubrimiento del virus T, cuando un brote revela oscuros secretos relacionados con Umbrella Corporation. El Apocalipsis, otra vez, está a la vuelta de la esquina.