Cumple 70 años “High Noon”, la historia
del sheriff que quedó solo ante el peligro
El western protagonizado por Gary Cooper tuvo su premiere en Estados Unidos el 24 de julio de 1952 y su estreno seis días después. Narrado en tiempo real, con suspenso in crescendo, se hace eco del agobiante clima político que dominó a Estados Unidos en el macartismo y de la alteración que produjo el progreso en los pueblos del Oeste. Y reflexiona sobre la conducta humana en situaciones extremas.
La interpretación del sheriff Will Kane, a quien el pueblo de Hadleyville le da la espalda cuando tiene que enfrentar a un grupo de forajidos, le valió un Oscar a Gary Cooper. Foto: Stanley Kramer Productions / United Artists
No es raro que el público que asistió hace 70 años a ver “High Noon” (“A la hora señalada”, según se conoció en Argentina) haya quedado algo defraudado. Es que la película de Fred Zinnemann que tuvo su premiere norteamericana el 24 de julio de 1952 en Nueva York y se estrenó formalmente el día 30 del mismo mes, tenía poco que ver con la generalidad de los westerns de la época, a pesar de compartir con aquellos algunos ejes como la ubicación geográfica y temporal. A diferencia de los trabajos de John Ford, Anthony Mann y Howard Hawks, hay pocos tiroteos, alguna que otra pelea, ni una sola persecución con caballos y muchos diálogos. Pero posee una aguda mirada sobre la condición humana.
"High Noon", un ícono. Foto: Stanley Kramer Productions / United Artists
Calificado en su tiempo como un “western adulto o psicológico”, narra las tribulaciones del sheriff Will Kane cuando, la mañana de su casamiento, se entera que Frank Miller, forajido que arrestó unos años antes, volverá al pueblo con su banda en el tren del mediodía para vengarse tras recibir un indulto. En primer término, aconsejado por sus vecinos, huye. Pero inmediatamente decide volver para tratar de detener a los maleantes. Pide ayuda a sus amigos del pueblo, estos se la niegan bajo diferentes argumentos y al final tiene que luchar solo contra los bandidos. Los vence con la única ayuda de su flamante esposa y abandona el pueblo tras arrojar al suelo su estrella de sheriff, en un gesto de indignación.
Gary Cooper y Grace Kelly en el film. Foto: Stanley Kramer Productions / United Artists
Admite múltiples lecturas. Una anclada en el contexto sociopolítico en el cual se estrenó, tiene que ver con el macartismo y las listas negras. En esa comunidad que le da la espalda al sheriff en medio del aprieto, es posible descifrar una sociedad norteamericana sumida en la paranoia anticomunista. A la vez, es una descripción sobre cómo la llegada del progreso cambió la vida en el Oeste. En ese pueblo ya no quieren los tiroteos, para que los potenciales inversores no se asusten. También contiene una referencia a la moral kantiana, una lectura sobre la película que proponen autores como José Pablo Feinmann. Es que Kane admite que lo que más le conviene es huir, pero se da cuenta de que debe ser valiente. Tal como señala una de las estrofas de la famosa canción escrita por Dimitri Tiomkin y Ned Washington para la película: “I only know I must be brave” (“Solo sé que debo ser valiente”).
Un héroe lleno de dudas
Hay más. La descripción del héroe que propone Zinnemann y que Cooper corporiza de manera soberbia (al punto que su actuación se tradujo en un Oscar) está en el lado opuesto de los que solía componer John Wayne. El sheriff Kane es más humano. Tiene miedo, duda, se lo nota cada vez más compungido en la medida en que sus amigos le dan la espalda, le tiemblan las manos, sufre con el sol y el polvo de las calles. Como señaló el crítico David Wood, esto es lo que hace de “High Noon” una película “sobre lo que significa ser un hombre que consigue evitar el olor a machismo”. En este sentido, hay una vuelta de tuerca que propone el director que también contribuye a hacer de este western una pieza casi única: es una mujer, una cuáquera que quiere estar lejos de las armas interpretada por Grace Kelly, la que le brinda a Kane el apoyo final para poder superar la amenaza de los bandidos.
El sheriff en las polvorientas calles del pueblo. Stanley Kramer Productions / United Artists
Dicen que Howard Hawks rodó, en 1959, la película “Río Bravo” como una respuesta a “High Noon”. Aquí también hay un sheriff que debe resolver un problema que involucra a unos maleantes, pero esta vez no pide ayuda a la comunidad. Se las arregla solo junto a un grupo de colegas que, a diferencia de los del pueblo donde vive Kane, nunca dudan ni se niegan a la acción. Es una gran película, pero no conecta con tanta fuerza con los dilemas de la conciencia humana como “High Noon”. En 1980, Jerry Jameson se basó en un guión de Elmore Leonard para rodar una segunda parte de la película, donde narra el regreso de Kane a Hadleyville un tiempo después de los hechos narrados en “High Noon” para enfrentar a un comisario corrupto. Sin embargo, para los amantes del cine, Kane se fue para siempre tras arrojar su insignia.