Después de muchos idas y vueltas y tras la polémicas declaraciones del músico en redes, Kim Kardashian decidió ponerle punto final a su relación con Kanye West.
La empresaria decidió romper su relación y ahora enfrenta un divorcio millonario con el rapero.
Después de muchos idas y vueltas y tras la polémicas declaraciones del músico en redes, Kim Kardashian decidió ponerle punto final a su relación con Kanye West.
Varias fuentes le confirmaron al sitio estadounidense, Page Six que “el divorcio es inminente” para la pareja de Hollywood, y que de hecho, la empresaria contrató a la abogada de divorcio de las estrellas, Laura Wasser: “Lo mantienen discreto, pero ya terminaron”, le dijo una fuente cercana al clan Kardashian.
Los versiones no son infundadas ya que en todo este tiempo, Kim se ha mostrado sin anillo de bodas, y Kanye, de 43 años, permaneció en su rancho de Wyoming de $ 14 millones durante las vacaciones, lejos de la gran familia de la morocha. “Kim consiguió que Kanye fuera allí [Wyoming] para que pudieran vivir vidas separadas y, en silencio, arreglar las cosas para separarse y divorciarse. Ella ha terminado ", agregó el informante sobre la situación actual de la dupla.
De acuerdo a la fuente que cita el mencionado medio, la decisión de la empresaria llega en medio de un crecimiento personal. La dueña de un imperio millonario está estudiando para convertirse en abogada y esto ha sido un gran empuje. "Kanye está hablando de postularse para presidente y decir otras cosas locas, y ella ya ha tenido suficiente ".
Pero la decisión no caería toda en Kim, ya que West no se ha cansado de despotricar sobre el estilo de vida que vive la morocha junto al resto del clan, en donde organizan fiestas y celebraciones de lo más extravagantes. "Él terminó por completo con toda la familia. No quiere tener nada que ver con ellos", aseguró otra fuente cercana al rapero.
Por su parte, West tuiteó en julio pasado: "He intentado divorciarme desde que Kim se reunió con Meek en el Warldolf [sic] para la 'reforma penitenciaria'", que parece referirse a una cumbre de justicia penal a la que asistieron Kim y el rapero Meek Mill en noviembre de 2018.