Jueves 6.6.2024
/Última actualización 12:46
Roberto “Tito” Cossa falleció a los 89 años, dejando un enorme vacío en el mundo del teatro argentino y un legado compuesto por obras emblemáticas que se seguirán representando en los años venideros. Era una persona muy querida y respetada en el ambiente cultural.
Cossa fue uno de los principales dramaturgos argentinos del siglo XX. Nació el 30 de noviembre de 1934, fecha en la cual se celebra el Día Nacional del Teatro en Argentina, en el barrio porteño de Villa del Parque. En la década de 1950, organizó el Teatro Independiente en San Isidro, donde comenzó a actuar, pero pronto se decantó por la escritura.
ArchivoLa realidad social y la historia política de Argentina aparecen a menudo en sus obras. “Pocos autores han alcanzado tan perfecto grado de lucidez en la interpretación de la realidad social y el comportamiento de la clase media porteña como Roberto Cossa”, expresó Osvaldo Soriano en el prólogo del primer tomo de las obras completas de Cossa.
En 1964, estrenó su primera obra de teatro, “Nuestro fin de semana”. En 1977, presentó su obra más conocida: “La Nona”, que más tarde fue llevada al cine por Héctor Olivera. A partir de 1981, fue uno de los protagonistas de Teatro Abierto, una reacción cultural contra la dictadura militar.
Homenaje en 2005. ArchivoEn los años 80, junto con Carlos Somigliana, escribió el guion para la película “El arreglo”, dirigida por Fernando Ayala y protagonizada por Federico Luppi y Rodolfo Ranni. También hizo la adaptación para cine de la novela “No habrá más penas ni olvido”, de Osvaldo Soriano, dirigida por Olivera.
En 1994, obtuvo el Premio Konex de Platino como el más importante escritor de teatro de la década en Argentina. También recibió el Premio Nacional de Teatro de Argentina y el Premio del Público y de la Crítica de España. En 2007, fue elegido presidente de la Sociedad General de Autores de la Argentina y ese mismo año, la Legislatura porteña lo declaró Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.
ArchivoEn una entrevista realizada en 2020 por el Ministerio de Cultura de la Nación, le preguntaron qué lo había empujado a crear dramaturgia. “¡Mi timidez! Esa cualidad me impedía subir al escenario como actor. Así me acerqué al teatro, por las ganas de ser actor”. También le consultaron para qué servía el teatro. Su respuesta fue contundente: “El teatro sirve, como cualquier otro arte, para despertar la sensibilidad de un espectador, divertirlo, seducirlo, hacerlo reír o llorar”.