Miércoles 24.6.2020
/Última actualización 11:20
Se cumplen 85 años del trágico accidente aéreo en el que perdió la vida Carlos Gardel (1890-1935) en la ciudad de Medellín, Colombia, llevándose una manera única de crear e interpretar el tango y la canción porteña, una idea que el periodista e investigador gardeliano Norberto Chab graficó en pocas palabras: “Gardel inventó todo, y quienes vinieron después invariablemente abrevaron en él”.
“Gardel fue la bisagra entre el canto criollo y el canto de la calle de una Buenos Aires transformada en urbana e industrial”, indicó a Télam Norberto Chab, quien junto a Héctor Larrea realiza los domingos a las 9, por Radio Nacional, “Gardel por Larrea”, un programa dedicado al cantor más grande de tango y de la música argentina.
Nacido en Toulouse (Francia) en 1890, llegó a Buenos Aires junto a su madre Marie Berthe Gardes cuando apenas tenía dos años y tres meses. Grabó a lo largo de su vida más de 900 canciones.
Norberto Chab, uno de los periodistas que más sabe sobre la vida y obra de Gardel, imaginó en el ciclo radial dos posibles teorías sobre el cantor de inalcanzable voz: que Gardel bajó de un plato volador o que mientras todos dormimos él sigue grabando.
“Fue el primero que se lanza a cantar el tango-canción como un género que hasta entonces (1917) no tenía un límite claro. Asume ese riesgo: se lanza a crear algo que no existe. Utiliza tres y luego cuatro guitarras en su acompañamiento; filma una serie de cortos sonoros; graba a dúo consigo mismo; filma en Europa y en Estados Unidos; apuntala la hegemonía de un sello grabador (Odeón) que lo tiene como su artista principal por más de diez años. Llegó antes a todas las innovaciones. Esto, sin hablar de que fue el mejor”, dijo Chab.
El 24 de junio de 1935 , un choque entre dos aviones al momento del despegue en el aeropuerto Olaya Herrera de Medellín, provocó la muerte del “Zorzal criollo” y de otras 16 personas entre las que se encontraban el letrista Alfredo Le Pera, y los guitarristas que lo acompañaban en esa etapa de su carrera Guillermo Barbieri y Ángel Domingo Riverol. Hubo tres sobrevivientes, uno de los cuales fue el guitarrista José María Aguilar.
La cobertura de El Litoral
Archivo El Litoral