La agrupación instrumental liderada por Hugo Lobo se presentará en Santa Fe, al tiempo que comenzó a lanzar como singles las versiones de su disco “En vivo en La Sala”, anticipo de un futuro material de estudio. De todos estos proyectos habló El Litoral con el trompetista, compositor y arreglador, y también de sus ganas de compartir escenario con músicos de cada ciudad.
Lobo y Micaela Chauque, invitada en “África”, el primer single de “En vivo en la Sala”, grabado meses atrás en la Sala Siranush de Buenos Aires. Foto: Captura de pantalla
Con un proyecto que se consolida a través de los años, Dancing Mood sigue apostando a su estilo instrumental que lo diferenció de casi todas las demás propuestas dentro de la música nacional. Tanto en “On The Good Road” (2017) como en “Ska Explosion” (2015), apostaron a composiciones propias, profundizando a la vez en la sonoridad que siempre los distinguió.
Cerrando un ciclo de más de 100 shows en la mítica Sala Siranush de Palermo Viejo, Dancing Mood registró de manera audiovisual un show con invitados de lujo como Daniel Melingo, Déborah Dixon, Micaela Chauque y Pablo Bernaba, entre otros. El tercer viernes de cada mes se editará por todas las plataformas un simple hasta completar a fin de año el disco en vivo, que llevará por título “En vivo en La Sala”.
En esa actividad los encuentra la gira que los traerá a Santa Fe el domingo 18 de septiembre a las 21, en Tribus Club de Arte (República de Siria 3572); las entradas están a la venta en la boletería de la sala (miércoles a domingo de 18 a 0) y a través del sistema Ticketway y sus puntos de venta (online y físicos).
Antes de la reunión de la banda con su público local, el Litoral conversó con Hugo Lobo, líder y compositor de la agrupación, para conocer más sobre estos proyectos, como así también sus giras como solista.
Reencuentro
-Vuelve Dancing Mood a Santa Fe, la última vez había sido 2019, después vino lo que todos sabemos. ¿Cómo están viviendo esta nueva etapa de poder recorrer el país como antes?
-Bien, muy contentos de poder seguir trabajando. Acostumbrados a que toda una carrera tenga esto; lo raro fue dejar de hacerlo. Fue duro primero por dejar de laburar: los músicos trabajamos esto, así que eso estuvo bastante complicado, sin tener una entrada laboral. Contento de poder entrar al ruedo, y se armó bastante más, porque evidentemente la gente tiene ganas acumuladas de ver espectáculos, de salir. Les pasó a todos los rubros, con quizá mucha más gente que antes; así que se abrió bastante el panorama, por suerte. Y también una cosa positiva es que cambiaron los horarios un poco, no se toca tan tarde: eso también lleva con los años a una mejor manera de trabajar.
-Al principio del parate habías dicho que te había servido (por lo menos esos primeros meses) para después de 26 años de carrera bajarte un poco del carro de los compromisos. Pero es de imaginar que después se hizo muy largo.
Sí, fue muy largo; pero más allá de lo laboral que tiene un papel importante, sigo pensando que me vino bien, porque pude proyectar un montón de cosas que tenía pendientes, que las sigo llevando a cabo ahora; pero tuve ese tiempo para cranearlas y hacerlas. Productivamente no sé si hubiese pasado, si hubiese podido hacer todo lo que lo que vengo presentando sin ese parate.
-Es importante el reencuentro porque hay algo que caracteriza a Dancing Mood: este producto que es musicalmente complejo, que tiene un grado de elaboración, pero al mismo tiempo es una experiencia muy sensorial para el público.
-Sí y que también perdura. Porque uno cuando toca este estilo de música jugada, principalmente música instrumental, es dificultoso también mantener vigencia, y que pasen las generaciones y lo puedan comprender. Que con ese parate grande se siga generando eso también es muy importante para nosotros.
Música compartida
-Salieron los primeros singles de lo que va a ser “En vivo en La Sala”, un material grabado en la Sala Siranush, que irá saliendo hasta fin de año. ¿Cómo fue hacerlo?
-Es el show completo que grabamos con muchos invitados: está Déborah Dixon, Daniel Melingo, Micaela Chauque, de alguno me estoy olvidando seguramente; son muchas canciones, de las cuales no van a quedar todas, pero si va a salir como disco en vivo a fin de año.
Es un poquito un avance también, trae algunos temas que va a traer el disco nuevo en estudio, que intentaremos tenerlo listo en marzo o abril del año que viene. Esto fue grabado a fin del año pasado, lo estoy mezclando y trabajando, y vamos sacando paulatinamente los temas, vamos a llegar a diciembre con el disco completo, que va a salir audiovisual. Y en marzo se viene disco nuevo en estudio con canciones totalmente nuevas.
-La nombrabas a Micaela Chauque que grabó en “África” el tema de Rico Rodríguez, y que metió ese timbre y ese color que tiene la quena, que su instrumento. ¿Cómo surgió también esa idea de acoplar un color totalmente distinto?
-Me parece que tiene mucho que ver con el estilo. Con Mica nos conocimos hace unos años yo de gira como solista por Salta, coincidimos ahí, nos hicimos amigos. Nos respetamos mucho musicalmente, siempre dijimos desde que teníamos que hacer algo juntos; primero lo hicimos con mi movida solista y después con Dancing. Es un honor porque es una de las grandes vientistas y referentes de la Argentina, y para todo el país. Me pareció que ese tema particularmente, si bien se llama “África”, es de Rico Rodríguez, tiene un aire autóctono también. Y la quena de Mica le cayó como anillo al dedo, en un estilo que no suele incluir ese instrumento, para darle un revés. Así que quedamos muy conformes todos con eso.
-Aparte el solo que toca encaja perfecto.
-Sí, totalmente, ella es grosa mal.
-El otro que salió es “Adiós Nonino” junto a Pablo Bernaba del Quinteto Negro La Boca en bandoneón. También hay un hallazgo, al hacer como la intro tradicional y después que se abra el arreglo.
Sí, de una. Es un tema que ya lo habíamos grabado para Radio Nacional, lo sacamos como sencillo; está grabado en vivo pero en un estudio. A esta versión queríamos hacerle algo distintivo y craneamos con Pablo hacer esa intro, con la pareja de baile también. Así que me parece que visualmente está bueno, porque refleja un poquito ahí lo que pasa en los ojos.
-¿Tenés idea cuál va ser el próximo single?
-El próximo va a ser “Take Five”, clásico ya de Dancing, con Daniel Melingo en el clarinete.
-Recién hablabas del próximo disco de estudio, Vienen de dos discos donde la mayor parte, el 80, 90 % era material original e inédito. ¿Suponés que va a ser más o menos en esa línea?
-Sí, también 90 % del disco por ahora van a ser temas propios. Lo hacemos en marzo porque todavía estoy bajando un montón de material que tengo en la cabeza, y de temas ya compuestos. Pero bueno, hay que empezar a darles forma un estudio para ver cómo suenan y encontrarles la onda. Pero el material ya está, hay que tocarlo nada más; así que el verano será para eso y veremos. Pero sí, creo que va a estar integrado por todos temas originales.
Abrir los caminos
-Hablabas de tu faceta solista, tanto con The Street Feeling Band y también esto que por ahí salís a tocar con los músicos de cada lugar. ¿Qué que te brindan esas experiencias paralelas a Dancing Mood, o qué te complementan?
-Es muy interesante tocar todo el tiempo con músicos diferentes, viajar por todo el país, generar trabajo para los músicos y las músicas; hay muchos lugares y muchas plazas donde no hay lugares para tocar, los músicos tienen que trabajar de otra cosa. O en el caso de poder trabajar con la música les cuesta muchísimo, y siempre el anhelo es la llegada a Buenos Aires; lamentablemente el foco musical y comercial se centra acá, y hay un montón de lugares donde los músicos no tienen llegada: ¿Cuántas bandas de Santiago del Estero conocemos? Ninguna. ¿Cuántas de Jujuy? De Tilcara ni hablar, o de Venado Tuerto, Pergamino. Hay lugares que están olvidados, lamentablemente; y hay un montón de talento, hay un montón de músicos. Creo que es una manera de fomentar un poco eso.
Aprender, porque tocar todo el tiempo con músicos diferentes a uno también inevitablemente te entra por algún lado lo que sabe cada uno, Conocer gente, tocar con pibes más jóvenes, darles una mano a ellos. Y volver un poco o permanecer allí en donde uno viene que es el under. Tocar en lugares chicos, para menos gente.
-Lugares que con Dancing Mood no se podrían hacer.
-Totalmente, no podemos tocar en un bar de 60 personas. Es eso, un montón de cosas que a uno lo mantienen musicalmente joven; porque es hacer lo mismo que uno hacía 25 años atrás.
-Aparte te refresca para reencontrarte y sostener después la dinámica en la banda principal, es como oxigenar también las relaciones.
-Exactamente. Y lo importante también de recorrer el país, de este modo.
-El proyecto para el año que viene sería sacar ese nuevo disco y después presentarlo.
-Sí, claro. Y preparando, proyectando hacer el año que viene una pre movida, porque el siguiente cumplimos 25 años. Entonces vamos a empezar a preparar una gira grande, presentando ese disco, que va a ser para los 25 años; por el exterior y por todo el país también. Seguramente arranque el año que viene por el país y el otro año ya proyectamos para Europa y Latinoamérica, lo estamos tramando con tiempo.