El día que Isabel II saltó en paracaídas con James Bond
La monarca hizo historia en la gala de inauguración participando en un divertido sketch junto a 007. Y ahora por fin sabemos cómo consiguieron convencerla de que lo hiciera.
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18:53
La principal razón de ser de James Bond es estar al servicio de su Majestad. Solo ha habido una vez que esta relación ha cambiado de dirección, cuando en la gala de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres alguien pensó que sería buena idea contar con la reina Isabel II para que participara en un sketch junto a Daniel Craig, el último actor encargado de dar vida en el cine al mítico espía.
La idea era que 007 acudiera a Buckingham para recoger a la reina y, después de escoltarla por los pasillos de palacio junto a dos de sus perros, que ambos subieran a un helicóptero que les llevaría volando a la inauguración de los Juegos.
Captura de pantalla
Foto: Captura de pantalla
Sin duda, ver a la monarca prestarse a algo así fue una de las grandes sorpresas de aquella edición. Sobre todo aquel momento en el que un doble vestido exactamente igual que Isabel II saltó con paracaídas desde el helicóptero para, inmediatamente después, anunciar la llegada al estadio de la reina acompañada de su marido Felipe de Edimburgo.
Lo más curioso de todo esto es que convencer a la reina de que hiciera algo así fue mucho más sencillo de lo que jamás nadie pudo imaginar. O al menos así lo acaba de desvelar en un libro Angela Kelly, la estilista más cercana de la reina, que ha revelado cuál fue la única petición que hizo la monarca para aceptar este cameo.
Captura de pantalla
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Al parecer, Kelly estuvo presente en la primera reunión que el director Danny Boyle, encargado de dirigir la gala de apertura, tuvo con el secretario privado de la reina. Y cuando él les contó su idea, fue ella la que le animó a que se lo contara directamente a ella.
“Cuando escuché el plan de Danny, le pedí que me diera cinco minutos para preguntarle a la reina que le parecía. No tenía ningún sentido esperar con algo así: si ella decía que no, había que pensar en otra cosa”, explica en una entrevista con Hello! la estilista.
Sorprendentemente, a Isabel II le encantó la propuesta, pero a cambio de una sola condición: ella tenía que tener algo de diálogo en la escena. “Aceptó inmediatamente, pero exigió decir algo porque después de todo, James Bond venía a rescatarla”.
Por supuesto, todos estaban dispuestos a conceder a su Majestad cualquier cosa que pidiera. Al final, se decidió que ella le saludara en el despacho. ¿Pero cómo? Le propusieron dos opciones: que dijera ‘Buenas tardes, James’; o que dijera ‘Buenas tardes, Sr. Bond’. La reina, gran admiradora del personaje, escogió la segunda porque es la que tradicionalmente aparece en las películas.
“Creo que Danny Boyle casi se cae de su silla cuando le conté que la única exigencia de la reina era que le dejaran decir esa línea de diálogo icónica en la saga”, asegura Kelly, que por cierto, fue la encargada de mantener en secreto para todo el staff de palacio por qué Isabel II encargó que le cosieran dos vestidos iguales para la gala. Pero claro, ese doble no iba a ponerse el mismo que ella, ¿verdad? Para que luego digan que pensar en grande no sirve de nada.