El emblemático programa conducido por Marta Goyri regresa renovado pero con el objetivo de siempre: reunir a la familia en torno a los temas cotidianos. El Litoral dialogó con la artífice de este encuentro, que se emitirá por Veo y Somos Santa Fe.
Gentileza producción Con los cuidados correspondientes, Marta vuelve a retomar los temas de siempre, pero aportando nuevas miradas según cambian los tiempos.
Este sábado se producirá el reencuentro de Marta Goyri con su público, en el regreso de “Otro día con Marta” tras el parate obligado por la pandemia el año pasado, cuando tendría que hacer celebrado sus 40 temporadas en el aire. El programa saldrá por dos sistemas de cable: a las 16.30 por Veo (canal 2 de Cablevideo Digital, con repeticiones el domingo a la misma hora y el martes a las 18) y a las 13 por Somos Santa Fe (canales 7 y 522 de Cablevisión Flow, repite el domingo a las 11 y el viernes a las 5).
Adaptarse en la continuidad
El Litoral conversó con la conductora, quien se disculpó por la voz afectada por el aire del estudio tras la primera grabación y por la tensión del regreso, un poco por “miedo de perjudicar a nadie: en Cablevideo (donde yo grabo) entre mis compañeros (técnicos, cameraman, el director) y el mismo canal a rajatabla hacen cumplir el protocolo. Así que en eso estamos muy tranquilos y seguros. Por otra parte no podemos ir nosotros a provocarles problemas”, cuenta sobre la experiencia de volver a los platós en esta “nueva normalidad”.
-Todo esto es otra cosa más para un programa que atravesó tantos años.
-Sí, hubieran sido 40 el año pasado, pero como no pudimos salir celebramos los 40 este año; y veremos cómo lo hacemos, pues teníamos programada una serie de formas diferentes, que con estas restricciones son imposibles.
-¿Qué va a haber en esta temporada de la que se puede ir contando? ¿Quiénes van a estar acompañando en segmentos o columnas?
-Normalmente cuando me preguntan cómo va a ser el nuevo ciclo siempre les respondo de la misma manera: si yo le cuento después no lo van a ver (risas). Entonces voy a decir: la columna vertebral del programa se mantiene ahí; figuras señeras que la gente me pide por ellos, y que por otra parte a mí me encanta tenerlos. Porque son muy ricos, muy cálidos, para ese “diálogo” con el televidente.
Sin duda que va a haber nuevas caras: algunas serán permanentes y otras circunstanciales, de acuerdo a los temas que vayamos tocando. Queremos incorporar, en la medida de lo posible, todo lo que a la familia, que es a la que he dedicado toda mi vida el programa, le pueda interesar. Hay algunos cambios, pero si yo les cuento es lo mismo que le estuviera contando el final del chiste antes de que lo vean (risas).
Contenido familiar
-Es un programa para la familia, así era cuando nació, y quizás hoy la televisión no se enfoca tanto en eso. En eso mantuviste una línea, aparte y haciendo una televisión que no se basa en lo negativo.
-Justamente: ese ha sido el camino elegido. Si hablamos si hablamos de encendido de televisión, por ahí al esposo le gusta el fútbol o otro tipo de deportes, a la señora la cocina. Hoy en día hay un abanico de programas exclusivos para cada integrante de la familia. Lo que yo trato y vengo haciendo desde hace 40 años es de aglutinar frente al televisor, con los temas que se tratan, que sean de interés para todos: incluso para los chicos en distintas edades (lo que no hago es un programa infantil).
Trato de que tengan una hora de esparcimiento, de no complicaciones, de demostrarles que la vida transcurre por otros caminos, que son muchas veces los que no se ven en televisión. Ese es el objetivo de brindarle consejos de la salud, mostrarle cómo podemos trabajar, no importa la edad ni el sexo; que una persona que esté sola, que no tenga familia también está incorporada en el programa.
Los temas a tratar son los cotidianos, que normalmente el resto de las programaciones no los tienen en cuenta, y eso es lo que a mí me interesa. Y ese creo que es el éxito de la permanencia, de 40 años de este programa. Que me llama la atención el cariño: quien recorra mi Facebook Marta de la Colina (que soy yo) o mi Instagram, o las redes del programa, puede leer las expresiones de cariño, de afecto, con qué dulzura se dirigen a mí. Creo que eso es lo que cosecho después de una siembra bastante larga en estos 40 años.
Un paso adelante
-Cuando arrancaste con esto venías trabajando con Lucho Catania en “Entre mate y mate”. Obviamente el centro era la moda y otras cuestiones de estética, pero el programa también fue buscando esos otros temas, animándose por ejemplo en su momento a la columna de sexología; temas que por ahí estaban un poco distantes en los comienzos, y abriste la pantalla a diferentes realidades que son parte como decías de los temas cotidianos.
-Hay muchas cosas que no quiero que suenen a petulancia y a soberbia, pero que en realidad a mí me llenan de orgullo. Porque fui la primera en Santa Fe, tremendamente criticada, con la incorporación del doctor Norberto del Pozo hablando sobre sexualidad (no hablando de sexo, que es otra cosa). Siempre se trató con tremendo respeto; pero es tan dúctil el para manejar esto, como creativo que es, como autodidacta que es; cómo fundador de la Federación Argentina de Sexología (de la qué fue presidente en dos oportunidades a nivel país); siempre lo va contando, lo va explicando al tema, lo desmenuza de una manera a la que le va poniendo humor, para hacerlo más “digerible” por todas las edades; sin agredir, sin ofender.
Le pedí que hable sobre sexualidad hace más de 30 años y programa tras programa viene tratando el tema. Eso me llena de orgullo: hay mucha gente que se ha quedado en la vida pasada, no está actualizada: veían estas charlas (ahora son los menos) y se quedaban con “Ay, no esto no lo veo”. Mujeres, señoras mayores, que me decían: “Ay, por favor, yo miro tu programa, pero cuando empieza ese doctor lo apago”. Pobre señora, digo yo, porque no quiere escuchar lo que ella lleva, lo que ella es como persona: ella lleva incorporado el sexo; y está negada por mandatos antiguos, que tendría que aprender a descubrir para ser feliz, y de repente tener una relación sexual sana, tranquila, amorosa. Y esa es la gran diferencia.
Y eso como primera mujer, estoy liderando porque empecé prácticamente sola; hoy tengo a mi hijo y se está incorporando poquito a poco mi nieto, pero eso detrás de cámara y haciendo la producción del programa. Siempre estoy yo metida en todo, no dejo nada librado al azar de lo que van a ver al aire.
-No habría manera de que te saquen tampoco.
-Realmente amo lo que hago. ¿Y sabes qué es lo que más me gusta? Que me critiquen con fundamentos, para que yo pueda corregir: eso siempre lo pido en la misma pantalla.
-Estás abierta a cambiar para mejorar.
-Sin duda: me están ayudando cuando me critican con fundamentos, me encanta.
Tratos y contratos
-Otra cosa que está cambiando (entre tantas) es el tema de la publicidad, de la difusión; y sin embargo muchos clientes siguen confiando en vos como un camino para llegar de una forma personalizada con un producto, en plena era de las redes. Como que a través tuyo pueden llegar de manera comunitaria al vecino.
-Sin duda, eso siempre se los agradezco profundamente. Porque las empresas, familiares o grandes, a las que invitamos a publicitar su producto, todos lo que están con nosotros hace 30, 40 años, no lo hacen porque yo le ponga un revólver en la cabeza y le diga “usted tiene que anunciar conmigo”. Estando en el programa no sólo confían en mí, sino que confían en que tengo una audiencia que es la que va a consumir su producto; y si no fuera de esa forma no hubieran tenido tanta permanencia al lado mío: su producto vale, su producto se jerarquiza, y en el trayecto desde el que lo hace a quien lo consume demostrarle porqué se lo estamos ofreciendo. No es una forma publicitaria del programa la de poner un cliente más porque son X ganancias; a tal punto que no tengo dos firmas del mismo producto, y sin embargo no se paga una exclusividad.
Nosotros amamos, consumimos, orientamos con todo el equipo de nuestro programa a quién se incorpora en la pauta publicitaria: como nos eligen nosotros tenemos que mimarlos, de esa forma trabajamos publicitariamente. Evidentemente si no les hubiera dado resultado nos hubieran dicho “no, Marta” este año, o los años anteriores. Pruebas al canto (risas).