Miércoles 7.12.2022
/Última actualización 18:25
Todos los 11 de diciembre se festeja en nuestro país el Día Nacional del Tango, en homenaje a Carlos Gardel y Julio De Caro, íconos de una de las mayores expresiones de la cultura argentina. Para conmemorar la fecha, la Municipalidad organiza tres encuentros con entrada libre y gratuita para disfrutar de conciertos de la Banda Sinfónica, junto a Ramiro Gallo como invitado especial, de agrupaciones locales y una gran milonga que cerrará esta programación especial.
La propuesta arranca el viernes 9 a las 21, en la Sala Ariel Ramírez (Estación Belgrano, planta alta, Bv. Gálvez 1150), con Vaho, el sexteto de tango contemporáneo que aborda un repertorio compuesto exclusivamente por arreglos propios de tangos de autores y autoras de este siglo, a los que ha sumado composiciones propias del grupo, con una estética musical actual y letras que versan sobre tópicos actuales.
El sábado 10 de diciembre a las 21, será el concierto de la Banda Sinfónica Municipal, dirigida por Omar Lacuadra y Víctor Malvicino, junto al violinista Ramiro Gallo como solista invitado. El encuentro será en el Teatro Luz y Fuerza (Junín 2957). La primera parte del repertorio estará dedicada a composiciones clásicas del género mientras que en la segunda, se podrá disfrutar de la “Suite Borgeana”, compuesta por Ramiro Gallo, con arreglos de Néstor Alderete, realizados especialmente para la Banda Sinfónica santafesina.
La celebración finalizará el domingo 11, con una milonga en el patio del Mercado Progreso (Balcarce 1625). Será de 19 a 23, con la presencia de dos formaciones de lujo: Ramiro Gallo Quinteto y la Orquesta Típica La Biandunga. Para abrir la pista, participan las parejas integrantes del Taller de Tango que se desarrolla semanalmente en la Estación Belgrano, como parte de la oferta de Talleres Culturales de la Municipalidad. Este encuentro se origina en una iniciativa de La Biandunga, que se suma a la propuesta organizada por el municipio para celebrar al tango.
Obra consagratoria
-Se presenta la “Suite Borgeana”, esta vez a cargo de la Banda Sinfónica Municipal. ¿Qué significa para vos esta obra, volver a reencontrarte con ella a lo largo de diferentes momentos de tu carrera?
-La Banda Sinfónica Municipal la va a tocar en un arreglo especial que preparó un arreglador (Néstor Alderete). No es mi arreglo original; ellos están trabajando con él; se enamoraron de la obra, sobre todo Víctor Malvicino, que es saxofonista y uno de los directores; y que tocó en el disco, cuando la grabamos con la Jazz Ensamble. Quería tener una versión de la obra sin el grupo de tango, porque originalmente es para septimino de tango y big band de jazz. Él quería tener una versión de banda sinfónica y se la encargó a Néstor.
También hay una serie de cosas ahí: yo fui integrante de la Banda Municipal, soy uno de los integrantes fundadores: estuve desde el primer día. Este es el año en que se cumplen 40 años de la Banda y Víctor desde el año pasado que me viene hablando de que quiere hacer la “Suite Borgeana” e invitarme a estar presente en el concierto. Voy a tocar otras cosas con la Banda, y la “Suite Borgeana” la va a tocar la banda sola. Voy a tocar algunas composiciones y arreglos míos, que en este caso también están adaptados para la Banda Sinfónica por Néstor, pero yo voy a estar ahí como solista. Son los arreglos originales míos, pero orquestados para la Banda.
Entonces se mezclan varias cosas: por un lado el reencuentro con Víctor, con algunos de los integrantes de la Banda; y sobre todo el tema de que fui miembro. Siempre comento que la Banda Municipal fue mi primer trabajo profesional, el primer salario como músico profesional que percibí fue ahí; después vino el de la Sinfónica Provincial. Recuerdo siempre al organismo con mucha alegría y sobre todo gratitud.
-La pregunta también va a tus sensaciones con respecto a esta obra, porque en su momento había estado prometida para Wynton Marsalis cuando todavía eran unos borradores, y la terminaste de escribir mientras girabas con El Arranque.
-Estaba en esos años enamorado de la literatura de Borges; no estoy diciendo nada muy extraño, esto porque es una literatura que es imposible casi no enamorarse (bueno, conozco gente a la que no le gusta Borges). Me agarró así, soy bastante obsesivo: entonces estuve tres o cuatro años sin poder leer otra cosa más que libros de él. Entonces empecé a concebir una obra inspirada en sus relatos y poemas.
Después surgió la posibilidad de ir a hacer un concierto con la big band dirigida por Wynton Marsalis, la Lincoln Center Jazz Orchestra. Yo estaba recién llegado a vivir en Buenos Aires, y había estrenado un movimiento con la Orquesta del Tango de Buenos Aires. Hasta ese momento estaba componiendo los siete temas que iban después a completar la obra, pero no sabía todavía qué formato definitivo iba a tener. El formato definitivo lo tuvo porque cuando se diseñó el formato artístico, se decidió que Marsalis iba a componer un concierto para septimino y big band. El el productor nuestro en ese momento dijo: “Ramiro tiene una obra”, lo cual era en parte cierto, una muy pequeña parte; porque tenía ese movimiento estrenado (“Polvo y tiempo”) y no recuerdo si tenía algo más... sí, tenía escrito “La forma del puñal” (el segundo movimiento), que lo grabé después pero ya lo tocaba con el quinteto.
Cuando él me explicó esa posibilidad me entusiasmé mucho; el único problema era que justamente nos agarraban en medio de una gira. En general se intenta que las giras sean muy intensas, apretadas en cuanto a agenda, para justificar el estar en Europa (en Holanda estábamos en ese momento), y no tener gastos extras de alojamiento, de alimentos.
Pero esta gira nos dejaba varios días libres en el medio: teníamos un concierto un día y al otro día teníamos libre, y de nuevo el mismo esquema. Entonces aprovechando los días libres que tuve en esa gira de un mes completé toda la obra. Porque me fui de viaje muy nervioso: sabía que volvía a Buenos Aires y no iba a tener tiempo de completarla. Me obligué, iba en los colectivos haciendo bocetos en lápiz (ya existían los programas para escribir en computadora); tiempo libre que tenía era para escribir: me levantaba a las 6 de la mañana, me acuerdo que un día se fueron a recorrer Amsterdam, fueron al Museo Van Gogh; yo fui al Museo el último día, porque me la había pasado escribiendo.
Pero eso es una anécdota; lo que me quedó fue la obra, y la gran posibilidad y experiencia de tocarla con la orquesta de Marsalis; y luego grabarla con la Santa Fe Jazz Ensamble.
Propuesta ampliada
-Hablabas de la primera parte, en la que vas a tocar como solista junto a la banda. ¿Qué eligieron?
-Elegí algunas obras que me parecieron apropiadas desde el punto de vista expresivo o conceptual; y también que iban a ser fácilmente trasladables al lenguaje de Banda Sinfónica. Un solo arreglo, del tango “Sur”, de (Aníbal) Troilo, y después todas obras mías: una se llama “Don Nadie”, una especie de milonga campera, muy lenta, muy triste. Después un tango dedicado al Barrio Sur de Santa Fe, en una versión que escribí primeramente para orquesta de cuerdas; después lo grabé con el quinteto, pero con una versión totalmente distinta: la que Néstor tomó es la versión para cuerdas de “Barrio Sur”. Y finalmente una obra muy santafesina que se llama “Rojo y negro”: es una milonga dedicada al Club Atlético Colón; no es cuestión de herir susceptibilidades, porque puede ser “Rojo y blanco” también con tal de estar disfrutando un momento de música agradable y sin ninguna animosidad.
Ramiro Gallo Quinteto: Joaquín Benítez Kitegroski, Santiago Vera Candioti (también santafesino), Gallo, Lautaro Muñoz Arista y Adrián Enríquez. Foto: Gentileza María HortonRepertorio renovado
-El domingo vas a estar tocando con el Quinteto en el en el Mercado Progreso. ¿Qué propuesta traen?
-Estoy muy contento de poder venir de nuevo con el Quinteto a Santa Fe; la última vez fue si no me equivoco en 2014, en la función de gala del 25 de mayo junto con la Orquesta Sinfónica Provincial: fue una cosa espectacular para mí estar ahí con la Orquesta, con tantos amigos de muchos años, con familia y amigos en el público.
Pasaron ocho años en los que no pudimos ir a tocar en todo este tiempo. Que no es no querer, sino que a veces para que salgan las cosas se tienen que dar ciertas cuestiones que no tienen que ver con el deseo ni con lo musical; sino más bien con las expectativas, sobre todo económicas. Así que contento de que se haya dado esta vez.
Vamos a ir con un repertorio que incluye temas de muchos de nuestros discos, pero también muchos temas nuevos, que ya terminamos de grabar, y van a salir editados en el próximo disco, que sale el año que viene. Nuestro último disco “Utopía”, que grabamos junto a Pedro Aznar; ahora vamos a editar este otro disco, donde también va a estar Pedro como invitado. También Cristian Judurcha, que toca batería en dos temas; Yamile Burich toca saxo tenor también en dos temas; Martha Humbert en la flauta y Laura Regis en violín, en un ensamble bastante bonito que armamos para un tema central del disco, que se llama “Alquimia”: creo que ese va a ser el nombre del disco.
Es un disco donde se escuchan muchas cosas nuevas y sobre todo muchas cosas compuestas en pandemia. Hicimos un montón de producción en pandemia, cada uno desde su casa grabamos un montón de videos. Fue un momento como para todos, de quiebre y de transformación, por eso el nombre de “Alquimia”, el tema con invitados, donde Pedro compuso un hermoso poema que va en el medio del tema; que también lo mostramos en video en la pandemia.
Algunos de los temas están en el repertorio del domingo; también las presencias muy queridas de dos amigos santafesinos. Uno ya lo nombré, que es Víctor Malvicino: va a tocar el saxo soprano, justamente la parte de trompeta del tema “El Sur”, que pertenece a la “Suite Borgeana”. Y después vamos a contar con la presencia de una querida amiga mía y de toda mi familia, que es Andrea Eletti: va a cantar un par de temas del repertorio nuestro.
Va a haber un poco de todo: mucha música nueva, en el sentido de compuesta recientemente. En cuando al lenguaje estamos transitando ahí en el medio de la tradición y también a veces la vanguardia. A mis alumnos les digo que la vanguardia está dentro de la tradición, que es solamente lo que va adelante de esta corriente tan hermosa que es la tradición; que no es una cosa quieta, sino que se mueve. Estamos ahí: siempre explorando lo que viene y también lo que fue, porque nos interesa mucho que en nuestro mensaje esté el lenguaje desarrollado por nuestros mayores; que tomamos para seguir proyectándolo hacia el futuro.