Como ocurre en cada edición, la gala de los Martín Fierro homenajeo a las figuras del espectáculo fallecidas en el último tiempo.
Las cámaras de la gala captaron la emoción de los presentes, especialmente a Mirtha Legrand al recordar a sus dos hermanos fallecidos en el último tiempo.
Como ocurre en cada edición, la gala de los Martín Fierro homenajeo a las figuras del espectáculo fallecidas en el último tiempo.
Marley presentó el momento de agradecimiento y despedida a los “que ya no están físicamente, pero siguen en nuestros corazones”, como explicó.
Entre los artistas fallecidos, se hizo referencia a Cacho Castaña, fallecido en 2019, entonando las estrofas de “Para vivir un gran amor”, tema de su autoría.
En tonalidad blanco y negro, fueron pasando las figuras del espectáculo que nos dejaron. Soledad Pastorutti de cuerpo presente continuó con la interpretación de la canción. así recordaban actores, actrices, cantantes, periodistas, autores y diferentes figuras del mundo del espectáculo.
Algunos nombres recibieron más atención del público, como el de Diego Maradona, con su imagen levantando la copa en México ‘86, o el periodista Mauro Viale. Hacia el final, el público presente dedicó un gran aplauso a Enrique Pinti y Gerardo Rozín, cuyo rostro quedó un tiempo más en pantalla y se escuchó su voz en el último agradecimiento: “Gracias de verdad. Somos familia”.
También sobre el final llegaron dos nombres especialmente ligados a una de las personas más queridas del ambiente, dando lugar a un momento desgarrador. El de José Martínez Suárez, fallecido en 2019, y el de Goldy Legrand, que nos dejó en 2020, los hermanos de Mirtha. Y cuando la cámara abrió el plano y las pantallas multiplicaban las fotografías del recuerdo, la imagen tomó a Susana Giménez, junto a su hija Mercedes y su nieta Lucia, aplaudiendo en trance, con lágrimas en los ojos y seguramente miles de películas pasando por su cabeza.
Cuando la cámara enfocó a Mirtha se la vio absolutamente conmovida, rodeada por su hija Marcela y su nieta Juana. Mientras Chiquita bebía un sorbo de agua para recomponerse, Susana se acercó a brindarle su contención. La sorprendió por la espalda, se sintió en la silla de Juana y abrazó a su amiga. Le dio un beso y le tomó las manos en un gesto inolvidable.