Sábado 30.4.2022
/Última actualización 10:40
Antes de cumplir los 20 años, el santafesino Ricardo Ernesto Plank (informático de profesión, escritor vocacional) participó con uno de sus cuentos en el concurso literario organizado por una conocida revista. “Escribí sobre un ser que estaba por nacer a un nuevo mundo. Era obvio que se trataba de un bebé que estaba todavía en el vientre materno. Una de las integrantes del jurado me respondió: “en tu cuento, se sabe el final en la primera línea’. Fue como un hachazo en la cabeza”, cuenta el propio escritor cuatro décadas después. El paso del tiempo, en su caso, se ocupó de saldar esa cuenta pendiente. Hoy no solo ha publicado dos libros (“Llegando” y “Los Ensueños de los dioses numerados”) sino que tiene un tercero en preparación (“Ómnibus”) y hace poco tiempo obtuvo un premio en la tercera edición del Certamen de Literatura Osvaldo Bayer, organizado por el Departamento de Cultura de ATE Nacional, la editorial de la Central Autónoma, CTA Ediciones, y el sello Ediciones De La Comarca.
Gentileza del autor D.RFoto: Gentileza del autor
“No tengo el oficio de escritor como mi forma de vida, es algo que hago por gusto, por hobby pero que me apasiona. Una vocación que redescubrí tarde en mi vida, cuando me animé a asistir a un taller literario y descubrí que tenía un montón de historias que me iban surgiendo sin saber cómo. Me sorprendí a mí mismo”, cuenta en una entrevista concedida a este medio, en la cual se refirió a sus libros en circulación y a los proyectos. “Me gusta tratar de sorprender al que está leyendo. Por ejemplo, la idea de mi último libro (‘Los Ensueños de los dioses numerados’) era que cada cuento fuese diferente al anterior. Que no me cataloguen como un escritor de cuentos eróticos, policiales, de ciencia ficción o de humor. Están mezclados de tal manera, que el lector no sabe con que se va a encontrar”.
Leyendo los relatos ideados por Plank, que están contenidos en sus libros pero que además se publicaron en diferentes revistas, es posible tanto descubrir sus rasgos autorales, barruntar sus búsquedas estéticas y vislumbrar al lector que hay detrás del escritor. Detrás de sus piezas narrativas, que viajan por espacios heterogéneos, las intertextualidades (más o menos explícitas) con las obras de Jorge Luis Borges, Alejandro Dolina y Roberto Fontanarrosa están presentes.
“Son las lecturas que me han marcado. De alguna forma, se te pegan los estilos. De todas formas, en mis libros, hay cuentos para gustos diferentes. El humor ayuda muchísimo. Me divierto mucho escribiendo. Es un juego parecido al que hacen autores como Dolina o el propio ‘Negro’ Fontanarrosa. Estás en medio de una trama y de pronto introducen cosas que causan muchísima gracia, sin dejar por eso de ser reflexivos o de tratar temas metafísicos. En cierto modo, eso les permite evitar una pose que puede parecer intelectualoide”, sostiene Plank.
Gentileza del autor Ricardo Plank en 2019.Ricardo Plank en 2019. Foto: Gentileza del autor
La técnica del alejamiento
Cuando, a partir de su ingreso en el taller literario “Quo Vadis?” que coordina Nicolás Rojo, Plank se encontró ante el inmenso mundo de la escritura, se quedaba todas las noches hasta muy tarde desarrollando ideas. “Después mientras andaba por la calle, pensaba todo el tiempo como resolver determinados cuentos”, dice. Incluso, durante un verano, llegó a escribir una novela. “Fue así, hasta que me desintoxiqué un poco de todo lo que tenía. Ahora tengo un montón de cosas escritas, ideas y voy al taller literario para poder desarrollarlas”, explica.
Según su mirada, un relato bien diagramado debe atrapar al lector desde las primeras líneas. “No tiene que empezar muy pesado, tiene que introducir al lector sin mostrar mucho más. Eso es lo que trato de hacer. Mi técnica es escribir los cuentos, dejarlos guardados un par de meses y después abordarlos de nuevo, como si fuera un lector y buscar los defectos para ir mejorándolos”, asegura. En eso anda por estos días.