Gwyneth Paltrow en Shakespeare in love, Halle Berry en Monster's Ball, Hilary Swank en Boys Don't Cry, Adrien Brody en El pianista, Roberto Beningni en La vida es bella...
Algunos simplemente no eran buenos actores. Otros no tomaron buenas decisiones y participaron en películas que no gustaron tanto y perdieron público. También hay escándalos sexuales...
Gwyneth Paltrow en Shakespeare in love, Halle Berry en Monster's Ball, Hilary Swank en Boys Don't Cry, Adrien Brody en El pianista, Roberto Beningni en La vida es bella...
Todos ellos ganaron un Oscar por las interpretaciones en esas películas y después ¿qué pasó? Puede que el Oscar no llegara en su mejor momento; que alguien inapropiado se cruzase en sus caminos -Harvey Weinstein en el caso de Mira Sorvino-; o puede simplemente que la suerte tras la estatuilla no los acompañara.
Estos son algunos ejemplos de lo que puede hacer (para mal) un premio como el Oscar en unas carreras que en su momento parecían destinadas a deslumbrar.
Gwyneth Paltrow
Tras Shakespeare in love parecía destinada a convertirse en la nueva novia de América, pero un puñado de malas elecciones la acabaron relegando a actriz secundaria, incluso en el exitoso Universo Marcel. En los últimos años parece más centrada en proyectos relacionados con la alimentación y la vida saludable que en el cine.
Halle Berry
Si hay una maldición que ha dejado más carreras en la cuneta que la del Oscar es la de las chicas Bond . Por eso tal vez fue un poco arriesgado que tras su intenso papel en Monster's Ball Berry escogiese lucir bikini en Die Another Day. Horrores como Gothica, Catwoman y El atlas de las nubes demuestran que no fue buena idea.
Hilary Swank
La peor actriz con dos Oscar más merecidos tiene el dudoso honor de haber encadenado dos maldiciones. Tras su prodigiosa interpretación en Boys Don't Cry se diluyó en proyectos de escaso atractivo. Estrategia que repitió tras Million Dolar Baby. Pero no perdamos la fe, si alguien puede volver a recoger la estatuilla tras perpetrar desastres como La cosecha esa es Hilary.
Lupita Nyong'o
Pudi parecer precipitado incluir a la ganadora del Oscar a la mejor actriz secundaria de 2014, pero lo cierto es que tras 12 años de esclavitud ha ocupado más páginas en las revistas de moda que en las de cine.
Adrien Brody
Nadie dudaba que 2003 iba a ser el año de Adrien Brody, pero pocos podían imaginar lo errática que sería su carrera tras El pianista. El relativo fracaso de King Kong y el fiasco de Manolete no ayudaron a relanzar una carrera que parecía muy prometedora.
Cuba Gooding Jr
Su "Show me the money" fue la frase más repetida de 1996, el año en que el hipervitaminado Cuba se alzó con el premio por Jerry Maguire. Hay veces que es difícil encontrar la explicación al declive de una carrera y hay veces que es muy sencillo, como cuando es actor es simplemente malo.
Jean Dujardin
Al contrario que sucedió con su compatriota Marion Cotillard, el Oscar no supuso un empuje para una posible carrera en Hollywood. Un par de pequeñas participaciones en proyectos de envergadura como El lobo de Wall Street y la fallida Monuments men y de vuelta a Francia a seguir siendo una superestrella.
Mira Sorvino
Woody Allen le dio el papel de su vida en Poderosa Afrodita, pero no fue suficiente. A pesar de participar en películas tan emblemáticas como Beautiful girls y Rommy y Michelle el influjo del Oscar se diluyó enseguida y nunca más ha vuelto a participar en ningún proyecto memorable. Ahora sabemos que su verdadera maldición fue cruzarse con Harvey Weinstein.
Mo'Nique
Un premio incontestable por una interpretación prodigiosa: la retorcida y cruel madre de Precious. Sin embargo la categoría de Mejor Actriz Secundaria es la que más víctimas se ha cobrado y tras el premio no hemos vuelta a verla.
Louise Fletcher
Es tan difícil olvidarla como la enfermera malvada de Alguien voló sobre el nido del cuco como recordarla en otro papel posterior. Pero si algún día alguien se plantea adaptar al cine la vida de Steven Avery cuesta pensar en otra actriz más adecuada para el papel.
Roberto Beningni
Probablemente antes de que llegase al escenario la mitad de los votantes de la academia ya se hubiesen arrepentido de su voto. El histriónico director y protagonista de La vida es bella fue el personaje favorito de América durante cinco minutos y después de eso arrivedercci, Roberto.
Jennifer Hudson
Con su primer papel consiguió el Oscar y eclipsar a la mismísima Beyoncé, pero tras Dreamgirls no ha vuelto a brillar en el cine. Tras un sonado drama familiar y un notable cambió físico, se ha centrado en el mundo de la música.