En un reciente reportaje televisivo, la estrella de Hollywood, Will Smith reconoció una serie de duros acontecimientos que tuvo que atravesar en el pasado.
En un reciente reportaje televisivo, la estrella de Hollywood, Will Smith reconoció una serie de duros acontecimientos que tuvo que atravesar en el pasado.
Según el propio actor contó, antes de ser reconocido en el mundo de la TV y el cine, "No pagué mis impuestos durante dos años y medio. Y habíamos vendido tres millones de discos”, admitió.
En la entrevista reconoció que intentar escapar del fisco fue una decisión terrible que tomó con apenas 22 años, pero que la multa que le cobró Hacienda lo puso en su lugar. Grabó un disco para intentar pagarla, pero resultó un rotundo fracaso.
“Entonces, tuve que vender todo: mi preciosa casa, mis cuatro coches, y mis dos motos. Y pedí prestados 10.000 dólares a un amigo mío que era traficante y proveedor de medicamentos sin receta. Gracias a ello pude mudarme a Los Ángeles y comenzar mi carrera como actor”, agregó.
“Me daba vueltas la cabeza. Yo no tenía nada de dinero, pero allí había como 20 valet parkings y Steven Spielberg acababa de marcharse. Stevie Wonder también andaba por ahí y yo no tenía ni idea de qué estaba pasando”, confesó Smith.
El príncipe de Bel Air fue el impulso de su carrera y “uno de los momentos más espectaculares” de su vida, según sus propias palabras. La comedia que lo lanzó a la fama comenzó a emitirse en la segunda mitad de 1990. El actor, nacido en Filadelfia, decidió dedicarse plenamente a la actuación tras el éxito recibido, convirtiéndose en uno de los actores más admirados mundialmente por su papel en películas como Soy leyenda o Siete almas.
Luego de varios éxitos, el presente de Smith es ampliamente superior al de sus inicios. Según Forbes, su fortuna asciende ahora a 45,5 millones de dólares.